(Minghui.org) Soy una profesora que empezó a practicar Falun Dafa en 1997. He ido dando tumbos en mi camino de cultivación y siempre he tenido la sensación de que no lo estaba haciendo bien y que estaba demasiado atrasada con respecto a mis compañeros practicantes. No quería escribir este artículo, pero en los últimos días he estado leyendo artículos de experiencias en Minghui.org, instando a todo el mundo a escribir sus propias historias de cultivación. Eso me motivó a escribir sobre mis propias experiencias de cultivación para corroborar la grandeza de Shifu y la grandeza del Fa.
Mi madre empezó a practicar Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, debido a una enfermedad, así que yo también empecé a practicarlo. Cuando leí el libro por primera vez, vi esta frase:
“En este universo, la característica más fundamental, Zhen-Shan-Ren, es la manifestación más alta de Fo Fa, él es el Fo Fa más fundamental.” (Primera Lección, Zhuan Falun)
Me pareció tan bueno, tan verdadero. Sentí que de repente me había dado cuenta de que la característica del universo es Verdad, Benevolencia y Tolerancia.
Había leído todo tipo de libros desde niña: libros chinos antiguos y modernos y clásicos extranjeros. Zhuan Falun me pareció un libro realmente mágico. Han pasado muchos años, y no sé cuántas veces me he leído las nueve lecturas, lo he leído repetidas veces. Lo vuelvo a leer y lo vuelvo a leer la vez siguiente, pero nunca me canso. Cuando leo Zhuan Falun, siento que limpia mi alma y me purifica. Este es el Dafa del universo, y poder convertirme en discípulo de Shifu y leer su Fa es lo más afortunado y feliz que me ha sucedido.
Cultivándome a mí misma
A lo largo de los años, el sitio web de Minghui me ha ayudado mucho. Casi todos los días leo artículos de otros practicantes. Muchas de sus historias de cultivación son impactantes y conmovedoras. A veces, cuando me resultaba difícil superar una prueba, Shifu me mostraba una frase del artículo de un practicante que me iluminaba y me inspiraba para mirar hacia dentro y a superar la dificultad.
En el trabajo tenía conflictos con mis compañeros. En apariencia, eran malos, inmorales, intrigantes y sin escrúpulos. No me implicaba activamente para ver quién tenía razón o no, pero sí pasivamente.
Esto duró siete años. En un principio se debió a las malas intenciones de los profesores de la oficina. Recuerdo que una vez, cuando sentí que me trataban injustamente, le dije a mi hijo: "Tu madre es tan inocente".
Inesperadamente, mi hijo dijo enfadado: "¿Eres tan inocente? Son así por ti. Son así para que te cultives". En aquel momento, mi xinxing era bajo, y estaba enredada en el bien y el mal de las cosas. Aunque sabía que era Shifu tratando de iluminarme y que él me había dicho esto a través de mi hijo, todavía no podía desprenderme de las nociones y apegos de la gente común.
Me sentía orgullosa de mis elevadas normas morales y no estaba dispuesta a dejar que mis colegas me humillaran. Sentía que simplemente eran demasiado horribles aunque pretendieran ser buenos. Al principio, lo soportaba y les ignoraba, pero luego iban demasiado lejos, así que me defendía y sentía que había ganado.
En realidad, sabía que no había superado esta prueba de cultivación, pero no podía superarlo. Sabía que mis fuerzas eran limitadas y necesitaba estudiar más el Fa para superar estos obstáculos. Cuando humillaban deliberadamente a la gente, me provocaban y me ponían las cosas difíciles en el trabajo, a veces me enfadaba, lo que era realmente incómodo. Contuve la respiración, terminé mi trabajo y transcribí Zhuan Falun en mi oficina para que mi corazón pudiera calmarse lentamente.
Soy una practicante. Como cultivadora, los aciertos y errores superficiales simplemente no son importantes. Las contradicciones que surgen son las que me dan oportunidades para persistir, cultivar mi mente y elevarme. Al principio, se burlaban de mí, pero lo soportaba y les reñía mentalmente, manteniendo en secreto mi enfado. Poco a poco, me dije que debía mirar hacia dentro y encontrar mis apegos. Les había considerado sucios y despreciables. Más tarde vi las dificultades a las que se enfrentaba cada uno de ellos en el mundo humano, y vi su confusión e ignorancia como resultado del declive moral del mundo humano. No eran tan malos como para estar más allá de la salvación. Todos tenían un fondo y aún tenían conciencia.
Fue un largo proceso: ira, agravios, odio, aguantar con lágrimas, contraatacar, impacientarse y contraatacar, una y otra vez. Seguí estudiando el Fa y Dafa me cambió. Leyendo los libros de Shifu, llegué a comprender el sentido de la vida y la verdad sobre la pérdida y la ganancia. Como discípulo de Dafa, no importa quién tenga razón o no. Siempre tengo que mirar hacia dentro, encontrar los apegos y deshacerme de las malas ideas.
El Fa de Shifu está constantemente disolviendo las malas nociones que me he formado a lo largo de mi vida y eliminando las malas ideas que tengo arraigadas. Se lo agradezco sinceramente a mis compañeros de todo corazón. Shifu aprovechó estos conflictos para hacerme ver mis apegos y ayudarme a mejorar. En este proceso, descubrí todo tipo de apegos: la mentalidad de lucha, los celos, el desprecio por los demás, el resentimiento, la venganza, el odio, la falta de amabilidad, la justicia propia y la arrogancia.
Gracias, Shifu, por enseñarme Dafa y permitirme comprender el verdadero sentido de la vida, limpiarme y regresar a mi verdadero hogar.
Si creo en Shifu y en el Fa, podré superar las dificultades
A lo largo de los años, desde que el Partido Comunista Chino (PCCh) comenzó a perseguir a Falun Dafa, he sido acosada muchas veces y amenazada con perder mi trabajo otras tantas. La comisión de educación del distrito, el director de la escuela y el secretario del Partido han hablado conmigo. La Oficina de Seguridad Pública y el Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos formaron un equipo conjunto de investigación para venir a nuestra escuela e intentar detenerme. Sin embargo, bajo la protección de Shifu, salí adelante sin correr ningún peligro.
Repasando el proceso de superación de estas pruebas, tengo esta sensación: Nuestras propias deudas de yeli en la historia, nuestras nociones y celos humanos, y la persecución de las viejas fuerzas nos traerán todo tipo de problemas. Sólo si seguimos los requerimientos de Shifu, esclarecemos la verdad, miramos hacia dentro, creemos en el Fa y soltamos los apegos, seremos capaces de superarlo todo.
Recuerdo que hace unos 20 años conté en clase la verdad sobre Falun Dafa y un alumno me denunció. Funcionarios de la Oficina de Educación y del Departamento de Policía vinieron a la escuela a investigar. La política del gobierno era que "la práctica de Falun Dafa no está permitida en la escuela" y que los profesores que la practicaran serían despedidos. Yo era joven y acababa de empezar a trabajar. Estaba divorciada y soltera, y mi hijo era pequeño. Me sentía muy estresada y que todo era muy difícil.
Me pasé todo el camino llorando. Por un lado, nunca quise renunciar a Dafa, pero si no tenía trabajo, ¿qué iba a hacer? Por la noche, cuando no podía dormir, me levantaba y saludaba a Shifu con una taza de té. Le dije a su foto en la pared: "Shifu, esta vez seré sincera. Nunca diré ni haré nada en contra de mi corazón". (En el pasado, cuando la escuela investigó la práctica de Falun Dafa, una vez entregué un ejemplar de Zhuan Falun en contra de mi voluntad). En cuanto terminé de hablar, sentí que un Falun se revolvía rápidamente en mi abdomen.
Unos días después, fui a la secretaría de la escuela y dije que no firmaría nada. Como profesora, no había hecho nada que no debiera. No había dicho nada que no debiera haber dicho. Estaba haciendo lo correcto al decir a mis alumnos que fueran buenas personas, sinceras, amables, pacientes y tolerantes. Al día siguiente, me llamaron y me dijeron que todo estaba bien y que el equipo de investigación se había ido.
El siguiente incidente fue aún más amenazador. Se enteraron de que seguía practicando Falun Dafa, por lo que el Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos y el Departamento de Policía se disponían a investigarme. Cuando mi familia se enteró, se preocupó y se angustió. Me aconsejaron que dijera que no practicaría Falun Dafa o que fuera imprecisa cuando me preguntaran si lo haría. De lo contrario, podrían suspenderme o incluso quitarme el trabajo.
Esa noche, me senté en la cama y seguí enviando pensamientos rectos. Me di cuenta de que, si algo así me estaba ocurriendo, debía de haber una brecha en mi cultivación. Las viejas fuerzas me habían atrapado, así que tuve que mirar hacia dentro para encontrar mis problemas. En aquel momento, seguía teniendo conflictos con mis colegas. Ya habían pasado siete años. Aunque me había deshecho de muchos apegos y muchas de mis nociones se habían desvanecido, aún no las había abandonado del todo, especialmente mi mentalidad de lucha que asomaba la cabeza de vez en cuando. Lloré y le dije a Shifu: "Shifu, me he equivocado. Mi mentalidad de lucha es demasiado fuerte. No quiero esas cosas malas como las peleas, los celos y el resentimiento. Shifu, ayúdame, ayúdame a deshacerme de ellos. Quiero llevarla (a una compañera con la que tuve un conflicto) a cenar y decirle que lo siento".
Justo entonces, sentí que una cosa grande, redonda y mala en mi corazón se disolvía. Milagrosamente, cuando volví a pensar en ella, cuando pensé en lo que había pasado, me sentí en paz. La mentalidad de lucha y el resentimiento parecían haberse alejado de mí. Por primera vez en muchos años, pensaba en ella sin rastro de odio.
En aquellos días, me concentré en estudiar el Fa, enviar pensamientos rectos y buscar mis apegos.
Una mañana, más de diez días después, el director me dijo que por la tarde vendrían investigadores del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos, de la Oficina 610 y del Departamento de Policía, y que tal vez tomarían alguna medida. Respondí que era posible que perdiera mi trabajo, pero que no firmaría nada para renunciar a Falun Dafa, que era una buena persona y no había hecho nada malo, y que el gobierno no debía tratarme así.
Cuando llegué a casa a mediodía, estaba indescriptiblemente nerviosa y triste. Esta vez, el mayor apego del que quería desprenderme era el interés propio. Estaba a punto de jubilarme, y mi trabajo era muy bueno, un puesto que mucha gente habría deseado. Si persistía en practicar Falun Dafa, podría perderlo todo. Podría enfrentarme a todo tipo de persecuciones. ¿Qué pasaría conmigo? ¿Qué pensaría la gente sobre Dafa por mi culpa?
Me arrepentí de no haberme cultivado bien. Era emotiva, testaruda, temía las dificultades y no cultivaba mi habla. Me encantaba llevar ropa bonita; tenía muchos apegos. Había traicionado la compasión y la salvación de Shifu. Todo tipo de pensamientos resonaban en mi cabeza.
Todavía estaba confusa y nerviosa cuando salí de casa. Sentada en el autobús, de repente me decidí: La pregunta más importante que me harían, quizá la primera, sería: "¿Sigues practicando Falun Dafa?". Yo les diría: "Practicaré siempre". Esa sería mi respuesta, nada más. En cuanto apareció este pensamiento, todo el miedo desapareció, mi corazón se tranquilizó y mi cuerpo dejó de estar dolorido. Cuando atravesé la puerta de la escuela, caminé a paso ligero y me sentí relajada.
En otra dimensión debía de librarse una batalla entre el bien y el mal. Unos cuantos coches estaban aparcados en la pequeña plaza frente al edificio. Me senté en mi despacho y no pensé en nada. Me limité a recitar el Fa de Shifu:
“Si eres verdaderamente un cultivador, nuestro Falun te protege. Mis raíces están todas atadas al universo, y quien pueda tocarte a ti, entonces puede tocarme a mí; hablando claramente, él ya puede tocar a este universo.” (Primera Lección, Zhuan Falun)
““Soy dizi de Li Hongzhi, no deseo otros arreglos ni los reconozco”; entonces ellos no se atreverán a hacer eso. Por lo tanto, todo puede ser resuelto. Cuando realmente pueden hacer eso, no sólo diciéndolo, sino poniéndolo en acción, Shifu definitivamente intercederá por ti.” (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna, 2003)
“Cultiven Dafa firmemente sin que se conmueva el corazón
Elevar el nivel de uno es fundamental
Al enfrentarse con tribulaciones, la naturaleza verdadera de uno se revela
Completen la cultivación, volviéndose un fo, dao o dios”
(Verdadera naturaleza revelada, Escrituras esenciales para mayor avance II)
Seguí recitando sin parar. Cuando estaba nerviosa, me decía: "Shifu, ayúdame. Shifu, ayúdame". En cualquier momento tenían que venir a llevarme a la sala de conferencias, pero pasaron 10 minutos, luego 15, 30, una hora, dos horas, y nadie vino a por mí. Al final, la persecución desapareció. Supe que nuestro gran Shifu siempre había estado velando por mí y que me había iluminado.
En aquella época, por casualidad, varios practicantes habían venido a mi casa uno tras otro. Recuerdo que me dijeron: "Si el mal te pregunta si vas a practicar o no, debes decir: "Sí, ¿por qué no puedo practicar una práctica tan buena?"".
En aquel momento, pensé que era Shifu quien me bendecía utilizando a esos practicantes y diciéndome lo que tenía que hacer. Otro practicante me habló de una compañera que, siempre que se encontraba en peligro, gritaba: "¡Shifu, sálvame! Shifu, sálvame", y pensaba en él. Eso demostraba que tenía fe. Lo que decían estas practicantes me daba mucho ánimo. En aquellos días, a menudo no podía evitar decir: "¡Shifu, ayúdame! Shifu, ayúdame!".
Debido a que practico Falun Dafa, he sido interrogada muchas veces por los líderes y me he enfrentado muchas veces al peligro. Pero sabía en mi corazón que ninguna de las personas con las que traté tenía una mala intención hacia mí. Sólo cumplían con sus supuestas tareas políticas y me protegían a su manera. Quizá no podían entender nuestra persistencia y nuestra fe, pero cualquier dirigente que entra en contacto conmigo entiende en su corazón que soy una buena persona y una empleada concienzuda, ni de lejos miembro de una "secta".
Los practicantes de Falun Dafa durante el período de la Rectificación Fa saben que su misión es salvar a la gente. Tengo un deseo sincero para todos los que vienen a hablar conmigo sobre Falun Dafa: “En este mundo, no quiero que ninguna vida sea destruida por perseguirme a mí, un discípulo de Dafa. No importa qué tipo de queja tengan, espero sinceramente que todos los que conozco puedan tomar la decisión correcta, de no perseguir a Dafa y poder tener un futuro brillante.”
Aún tengo muchos apegos de los que tengo que deshacerme, sobre todo porque persigo la comodidad. No he hecho bien los ejercicios. Aún estoy lejos de las exigencias de Shifu. En el futuro, debo cultivarme con más diligencia para hacer bien las tres cosas y estar a la altura de la compasión y la salvación de Shifu.
Después de cultivarme durante más de 20 años, Falun Dafa está profundamente arraigado en mi vida -soy una vida para el Fa. Quiero ser valiente y diligente, asimilarme a Dafa, asimilarme a Verdad, Benevolencia y Tolerancia, alcanzar el éxito y regresar a mi verdadero hogar.
Gracias Shifu, por su compasión y salvación.
(Artículo seleccionado para celebrar el Día Mundial de Falun Dafa en Minghui.org)
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