(Minghui.org) Recientemente se supo que una residente de la ciudad de Cangzhou, provincia de Hebei, cumplió dos años de encarcelamiento en Beijing por su fe en Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el Partido Comunista Chino desde julio de 1999.

La Sra. Wang Zhihua se quedó temporalmente con la familia de su hija en Beijing en 2021 para ayudar a cuidar a su nieta. Distribuyó materiales informativos de Falun Gong en su tiempo libre y alguien informó haber visto los materiales. La Comisaría de la ciudad de Wenquan en el distrito de Haidian, Beijing, revisó las cámaras de vigilancia y rastreó a la Sra. Wang hasta la casa de su hija. La arrestaron el 7 de marzo de 2021 y confiscaron sus libros y materiales informativos de Falun Dafa, así como su teléfono celular.

El Tribunal del distrito de Haidian condenó a la Sra. Wang a dos años con una multa de 3.000 yuanes (420 dólares) el 29 de diciembre de 2021. El veredicto llevaba las firmas del procurador Zhao Yi, el juez presidente Wang Chong y los jueces Wang Qunli y Min Zengyun. Los detalles de su acusación y juicio aún están por investigarse.

La Sra. Wang presentó una apelación, pero el Primer Tribunal Intermedio de Beijing falló en su contra el 31 de marzo de 2022. Los jueces presidentes Zhou Weiping y Xiang Yang, el juez Hu Hai, su asistente Wang Zeheng y el secretario Zhang Yang firmaron el fallo.

La Sra. Wang fue admitida en la Prisión de Tianhe en Beijing el 12 de julio de 2022 y terminó de cumplir su condena en marzo de 2023.

Antes de su último encarcelamiento, la Sra. Wang fue arrestada dos veces, en 2000 y 2015. También se le prohibió viajar al extranjero.

La Sra. Wang desplegó una pancarta en la Plaza de Tiananmen el 31 de diciembre de 2000 para apelar por su derecho a practicar Falun Gong. Fue arrestada por la Policía en Beijing y llevada a un lugar desconocido. Ella se negó a revelar su nombre y un oficial le dio un fuerte puñetazo en el ojo. Luego la llevaron a un departamento de policía y le ordenaron que le tomaran una fotografía. Se cubrió la cabeza con su abrigo de invierno y se agachó en el suelo en señal de protesta. La policía la levantó de un tirón, la agarró del pelo y le tomó una fotografía a la fuerza. 

A pesar del abuso, la Sra. Wang guardó silencio sobre su identidad y luego fue trasladada al Centro de Detención del condado de Zhangbei en la provincia de Hebei. Un director asociado de apellido Si, abusó verbalmente de ella. Se declaró en huelga de hambre como protesta y fue alimentada a la fuerza. Varias personas la presionaron y la alimentaron a la fuerza con alguna sustancia desconocida. Después de eso, comenzó a tener heces blandas con un tinte rojo (no estoy segura si era sangre). Sospechaba que los guardias habían añadido drogas tóxicas a la comida que le daban a la fuerza. Fue liberada 18 días después y multada con 2.000 yuanes (280 dólares).

En 2013, la Sra. Wang fue invitada a visitar a su hija, que vivía en Estados Unidos en ese momento y estaba esperando un nuevo bebé. Sin embargo, las autoridades se negaron a procesar su solicitud de pasaporte alegando que practicaba Falun Gong.

La Sra. Wang fue arrestada nuevamente la noche del 12 de mayo de 2015, después de ser denunciada por distribuir materiales informativos de Falun Gong. Durante el interrogatorio en el Departamento de Policía del distrito de Yunhe, el capitán Tang Gouli le dio una patada en el estómago cuando ella le instó a no perseguir a practicantes de Falun Gong como ella. Salió por los aires y cayó contra la pared golpeándose las caderas.

La policía le impuso diez días de detención en un calabozo local. Se negó a usar el uniforme de reclusa y fue atada por otros reclusos, quienes también le metieron un trapo sucio en la boca. Los guardias vieron todo esto pero hicieron la vista gorda. Fue puesta en libertad al décimo día y multada con 10.000 yuanes (1400 dólares).

Cuando su hija la ayudó a bañarse después de su liberación, la mujer más joven notó una gran zona magullada en sus nalgas. La Sra. Wang se dio cuenta de que debía ser el resultado de que sus caderas golpearon la pared después de recibir una patada del capitán Tang. El dolor persistió durante mucho tiempo antes de desaparecer.