(Minghui.org) La Sra. Wei Suwen, una residente en Beijing de 64 años de edad, fue arrestada el 13 de junio de 2024 por practicar Falun Gong, disciplina espiritual perseguida por el Partido Comunista Chino desde julio de 1999. La familia de Wei no ha recibido información oficial actualizada sobre la situación de su caso.
Wei sufrió graves lesiones en la espalda y las costillas tras caerse de un andamio en el trabajo hace décadas. Se recuperó por completo tras practicar Falun Gong en 1993. Tras el inicio de la persecución, se mantuvo firme en su fe y fue objeto de repetidos ataques. Antes de su reciente experiencia, en 2006 fue condenada a dos años de trabajo forzado.
Detalles del último arresto
La policía llamó a la puerta de la Sra. Wei a las 9.20 horas del 13 de junio de 2024, pero se marcharon cuando les dijeron que no estaba allí.
Cuando la Sra. Wei regresó de hacer la compra ese mediodía, un grupo de agentes la detuvo a la entrada de su edificio de apartamentos. Sólo uno de ellos mostró una identificación policial, que indicaba que era Guo Han, del Departamento de Policía del distrito de Xicheng.
La Sra. Wei pidió meter primero la compra en su casa cuando los policías le ordenaron que los acompañara. Aceptaron, pero en cuanto abrió la puerta con su llave, el agente Sun Jianqiang, de la Estación de Policía de la calle Chang'an, y otro agente apellidado Li intentaron entrar primero. Su hija, que iba de compras con ella, criticó a los policías por entrar ilegalmente en el domicilio sin una orden de registro.
El esposo de la Sra. Wei oyó el alboroto y preguntó qué pasaba. El agente Sun le gritó y le acusó de desacato a la policía.
Una mujer policía grabó todo desde el principio, cuando la policía se enfrentó a la Sra. Li fuera del edificio de apartamentos.
Cuando por fin la policía sacó a la Sra. Wei del edificio, el agente Li le dijo a su hija: "No tengo nada contra ustedes, pero debo llevar la cámara de policía puesta y hacer mi trabajo". Afirmó que lo que hacía la policía era por el bien de la Sra. Wei e instó a su hija a que la convenciera para que renunciara a Falun Gong.
La policía llevó a la Sra. Wei al comité local de la calle para interrogarla. Su corazón empezó a sentirse incómodo y estaba pálida. El agente Li siguió interrogándola y le mostró una carta: "Dejaste esta carta en un buzón de correos a las 16.00 horas del 16 de abril de 2024, ¿verdad? He mirado todos los vídeos de vigilancia para confirmar que fuiste tú".
La Sra. Wei reconoció que intentó enviar por correo la carta que contenía información sobre Falun Gong, pero subrayó que no había hecho nada malo, ya que ninguna ley en China criminaliza a Falun Gong.
El agente Li respondió que sólo la carta era suficiente para llevarla a un departamento de policía. Sin embargo, no comunicó a la familia de Wei el lugar exacto. Sus seres queridos siguen sin saber dónde está retenida.
Primera detención en 2000
En abril de 2000, acudió a la plaza de Tiananmen para apelar en favor de Falun Gong y fue arrestada. La mantuvieron en una jaula en la Estación de Policía de Tiananmen durante unos días, antes de recogerla la estación de policía de su zona residencial. Tras un breve interrogatorio, la policía la llevó al calabozo del distrito de Xicheng. Durante el mes que permaneció allí detenida, la obligaron a realizar trabajo forzado todos los días. Al final de cada jornada estaba agotada, le dolía la espalda, le pesaba la cabeza y tenía los ojos hinchados.
La Sra. Wei volvió al trabajo tras su liberación en mayo de 2000, sólo para que le dijeran que le suspenderían la paga y la prima. En los tres meses siguientes, sólo recibió 300 yuanes (42 dólares) de estipendio mensual. Su supervisor le dio una calificación de sobresaliente en la evaluación de su trabajo, pero se vio obligado a cambiarla por la de "no cumple las expectativas". Ella preguntó por el cambio de calificación y él admitió que los superiores le ordenaron hacerlo.
Varios compañeros tomaron la iniciativa de apelar a los superiores en favor de Wei. Respondieron por ella y la felicitaron por su excelente trabajo. Finalmente, la empresa le devolvió su salario normal.
Detenida de nuevo en 2001
Los agentes de la Estación de Policía de Fuwai la arrestaron en su trabajo en julio de 2001 y la llevaron a un centro de lavado de cerebro. Le ataron las manos y le presionaron los pies contra el retrato del fundador de Falun Gong en contra de su voluntad. También la obligaron a ver todos los días vídeos contra Falun Gong.
Dos años de trabajo forzado en 2006
Cuatro agentes irrumpieron en la oficina de Wei el 19 de julio de 2006 y la arrestaron. Confiscaron su teléfono móvil y los libros de Falun Gong que había en su despacho antes de llevarla a la Estación de Policía de la carretera de Zhanlan.
La policía le prometió un castigo más leve si delataba a otros dos practicantes de Falun Gong. Ella se negó a obedecer y no le dieron nada de comer ni de beber en la estación de policía. Tampoco le permitieron dormir.
A la mañana siguiente, fue trasladada al Centro de Detención del distrito de Xicheng. La policía le impuso dos años de trabajo forzado y la trasladó a un centro de expedición. Durante los dos meses que estuvo detenida allí, la obligaron a realizar trabajo forzado durante más de diez horas diarias sin remuneración. Cada vez que llegaba un equipo de inspección, los guardias hacían que ella y otras reclusas dejaran el trabajo que estaban haciendo y se sentaran a leer un libro. En cuanto el equipo de inspección se marchaba, todos debían reanudar su trabajo.
La Sra. Wei fue trasladada al Campo de Trabajo de Mujeres de Beijing en octubre de 2006. La obligaron a leer y ver material contra Falun Gong durante todo el día. Se negó a escribir declaraciones para renunciar a Falun Gong y la obligaron a sentarse en un pequeño taburete desde las 4 de la mañana hasta medianoche durante días enteros. Los glúteos le supuraban y sangraban, causándole un dolor insoportable.
Más tarde, los guardias del campo de trabajo la obligaron a realizar todo tipo de trabajos manuales sin remuneración. Se lesionó un tendón del brazo derecho cuando la obligaron a levantar un objeto muy pesado. Después, tuvo problemas para mover el brazo. Le dolía mucho la espalda después de realizar trabajos intensivos y le costaba conciliar el sueño debido al dolor.
En el campo de trabajo también llamaban con frecuencia a la hija de Wei para acosarla.
Wei fue puesta en libertad antes de tiempo, en enero de 2008. Volvió al trabajo, pero las autoridades ordenaron a su lugar de trabajo que la degradaran de directiva a empleada de base y que rebajaran su escala salarial cuatro niveles. También descubrió que le habían suspendido el sueldo durante los dos años de detención por trabajo forzado.
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Categoría: Hechos de la persecución