(Minghui.org) El 2 y 9 de junio de 2024, dos domingos por la mañana consecutivos, los practicantes hicieron demostraciones de los ejercicios de Falun Dafa y presentaron la práctica a la gente en la Plaza de la Bastilla en París. También crearon conciencia sobre la persecución que se está llevando a cabo en China y recogieron firmas en una petición para poner fin a las brutalidades.

La Plaza de la Bastilla, situada en el distrito 11 de París, es un lugar importante en la historia de Francia. En 1370, el rey Carlos V construyó una fortaleza en la Porte Saint-Antoine para defender la ciudad. Ese edificio se convirtió más tarde en la prisión de la Bastilla. Tras su destrucción, el lugar se convirtió en la Plaza de la Bastilla.

Muchos parisinos y turistas que se dirigían al mercado situado junto a la plaza de la Bastilla pasaban por delante del estand de información de los practicantes y, atraídos por los gráciles movimientos de los ejercicios y la tranquila música, se detenían a observar. Tras enterarse de la persecución, firmaron la petición para acabar con ella.

Los días 2 y 9 de junio, los practicantes hicieron los ejercicios y crearon conciencia sobre la persecución en China en la plaza de la Bastilla.

La gente firma la petición para poner fin a la persecución en China.

Alexandre Anjou, consultor bancario, pasea con frecuencia por la plaza de la Bastilla y ve diferentes grupos tocando música. Cuando escuchó la música de los ejercicios de Falun Dafa, dijo: "¡Es la música más bonita de la plaza de la Bastilla!". Piensa que la civilización china era la más fuerte del mundo y que tenía un patrimonio muy rico, al igual que la lengua china, tan diferente de la mayoría de las demás lenguas.

Marie Moreau se quedó estupefacta al saber que los practicantes que viven según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia son perseguidos en China y que sus órganos son sustraídos sin su consentimiento y vendidos para ser utilizados en el comercio de trasplantes. Tras firmar la petición, afirmó: "La sustracción de órganos es aterradora. Es inhumano, inimaginable, no hay palabras para describir tanto terror. Semejante brutalidad es increíble; ¡esto es tan grave!". Animó a los practicantes a seguir haciendo lo que hacen y confió en que la persecución acabe algún día.

La Sra. Abdolatif Salia, de 74 años, dijo: "Toda persecución en este mundo debe terminar. La gente no nace para esto. Como madre, debemos criar a nuestros hijos para que estén sanos y sean felices".

Luzitu es guardia de seguridad en un apartamento. Se enfadó al enterarse del delito de sustracción de órganos cometido por el Partido Comunista Chino. Dijo: "Todos somos humanos. No pueden hacer esto, ¡es inaceptable! Sustraer órganos a la fuerza es peor que el trato que reciben los animales". Sin embargo, la gente guarda silencio. Esto no es normal. Estas cosas no deberían ocurrir en este mundo. Me opongo".

Roger Guillaume, del centro de Francia, dijo que solía dirigir una organización médica local. Pensó que Verdad-Benevolencia-Tolerancia eran valores fundamentales y que resonaban en él.

Mohamed Kacem Khalifa dijo tras firmar la petición: "Por mí, por mi país y por toda la raza humana, ¡hay que poner fin a esta persecución! No se puede quitar la vida a los demás. ¡Esto es malo! Una persona puede hacer lo que quiera, pero hay límites. Esto lo determina Dios. Matar no está permitido. La gente viene aquí para cambiar su vida, para convertirse en un ser mejor, para apoyar a nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo. ¡Nuestro objetivo es la paz! Queremos la paz".