(Minghui.org) Con inmensa gratitud hacia Shifu, me gustaría compartir algunas de mis experiencias de cultivación para probar cuán grande es Shifu y cuán extraordinario es Falun Dafa. ¡Gracias Shifu por su compasión y salvación!

Comencé a practicar Falun Dafa en julio de 1998. Entonces tenía 50 años.

Crecí en el campo durante los tres años de hambruna. Teníamos poca comida. Como mi familia era muy pobre, sólo fui a la escuela cuatro años y medio y luego tuve que trabajar en el campo con el equipo de cultivadores del pueblo. Tuve mala salud desde muy joven.

Me casé en 1977 y vivía en la ciudad con mi marido. No estaba empadronada en la ciudad. No tenía trabajo y no teníamos apartamento propio. Mi marido sólo ganaba 39 yuanes al mes (5,30 dólares). Nuestra familia de tres miembros pasaba apuros económicos. No tenía dinero para ir al médico y mi salud se deterioró.

Shifu hizo arreglos para que obtuviera el Fa y asistiera a un grupo de estudio del Fa

En julio de 1998, un buen amigo me presentó Falun Dafa, también conocido como Falun Gong. Me dijo que la práctica era muy buena y que tenía increíbles beneficios curativos. Empecé a practicar Falun Dafa para curar mis enfermedades y me uní a un grupo de estudio del Fa.

El primer día que me uní al grupo, los practicantes vieron la videoconferencia de Shifu en Jinan. Me sentí muy feliz cuando vi a Shifu y me sentí segura. Shifu era muy recto y daba muy buenas conferencias. Aunque no podía recordar sus palabras, me gustaba escucharle. Vi que le rodeaba algo parecido a llamas. También había llamas alrededor de sus dedos. Cuando Shifu hablaba, las llamas parpadeaban.

Era la primera vez que veía las videoconferencias de Shifu. No sabía gran cosa. Creía que todo el mundo veía lo mismo que yo. Más tarde pregunté a otros practicantes, pero no lo vieron. Decían que yo tenía una buena cualidad innata, yo creía que Shifu no era un maestro de qigong corriente. Me sentí muy afortunada de haberme encontrado con un maestro de tan alto nivel y decidí seguirle y cultivar hasta la perfección.

Me resultaba difícil estudiar el Fa debido a mi escasa formación. Sólo hablaba un dialecto, además tenía muchos apegos humanos y mientras los otros practicantes leían el FA, yo escuchaba. Después de haber estudiado el Fa durante un mes todavía no sabía lo que era la cultivación. Sólo sabía que Shifu era grandioso, que Falun Dafa era grandioso y que Shifu había purificado mi cuerpo. Mis enfermedades habían desaparecido y me sentía ligera ¡Falun Dafa es extraordinario!

Mi visión de la vida y del mundo cambió radicalmente, no tengo palabras para expresar mi alegría y tampoco para expresar mi inmensa gratitud a Shifu. Me sentía enérgica y feliz, la alegría me salía del corazón. Antes era una persona triste que se sentía deprimida y ahora era una persona diferente.

Los buenos tiempos no duraron mucho. Comenzó la persecución del Partido Comunista Chino (PCCh) contra Falun Dafa. Llevaba menos de un año practicando Falun Dafa, me sentía triste porque no había grupo de estudio del Fa después de que empezó la persecución. Shifu vio mi corazón y lo arregló para que dos practicantes que no conocía vinieran a estudiar el Fa conmigo. Me alegré mucho. Los dos practicantes eran graduados universitarios que se habían graduado hacía mucho tiempo. Eran educados, leían el Fa con fluidez y raramente cometían errores al leer. Mientras leía el Fa, lo leía mal, añadía u omitía palabras o incluso me saltaba líneas. Ellos me corregían pacientemente.

En esa época no veía las cosas desde la perspectiva del Fa. Sentía que había perdido la cara y, debido a mi vanidad no podía soportarlo, me sentía ansiosa y cometía más errores. Me sentía presionada y quería retirarme del grupo. Les conté lo que pensaba, se portaron muy bien conmigo y me convencieron de que no me fuera. Me soportaron, me animaron y me pidieron que tuviera paciencia. Me dijeron que, si ponía todo mi empeño Shifu cuidaría de mí y mejoraría. Me conmovió mucho su desinterés. En realidad no quería dejarlos pero me daba pena no hacerlo bien. No era fácil encontrar un grupo de estudio del Fa en aquella época. Así que me quedé con ellos y decidí estudiar bien y estar a la altura de sus expectativas.

Estudiábamos juntos el Fa una vez a la semana. Mientras estudiaba el Fa en casa, suplicaba a Shifu que me ayudara. Puse mi mentalidad en orden y leí las palabras una por una con claridad. Cuando estudiaba no buscaba ni la rapidez ni la cantidad. Leí cuidadosamente y traté de no cometer errores. Gracias al fortalecimiento de Shifu, a la tolerancia y a la ayuda desinteresada de los practicantes, pude leer con los otros practicantes después de haber practicado la lectura por mí misma durante un tiempo. Gracias, Shifu. ¡Gracias, compañeros practicantes!

Shifu me ayudó a deshacerme de mi apego al interés personal

La madre de mi buena amiga Eng (alias) fue hospitalizada en marzo de 2001. Eng tenía que trabajar durante el día y tenía un problema en los ojos. Me quedé con ella en el hospital para cuidar de su madre. Su hermano era jefe de una empresa. Me vio varias veces en el hospital cuidando de su madre y me dio 1.000 yuanes (140 dólares). Yo los rechacé, pero él insistió en dármelos.

Al día siguiente me desperté con fuertes dolores en mitad de la noche. Sentía como si me clavaran muchas agujas de acero en el pecho izquierdo, y empeoraba por momentos. Sólo podía exhalar, no inhalar y no podía tumbarme. Sentí la gravedad del incidente y no podía dormir. Así que me levanté y practiqué tres series de ejercicios. El dolor se alivió un poco.

Cuando estaba practicando el segundo ejercicio, me preguntaba en qué me había equivocado. Debía de tener problemas, ya que había causado un problema tan grande. Pensé en los 1000 yuanes. ¿No debería haberlo aceptado? Los cultivadores no buscábamos una compensación económica. ¿Busqué una compensación? Me equivoqué. No debería haberlo aceptado.

Cuando estaba a punto de hacer la postura de sostener la rueda delante del bajo vientre, al mover los brazos hacia abajo desde la cabeza, sentí como si un cuenco de agua fría me cayera desde el pecho izquierdo. De repente, me sentí muy a gusto. Me sentí alegre y de maravilla practicando la segunda serie de ejercicios. Sabía que había adquirido la comprensión correcta. Shifu me animaba.

Cuando practiqué la meditación sentada, me sentí como si estuviera sentada en una cáscara de huevo, tal como Shifu describe en Zhuan Falun. Me sentía cómoda. Sentí que flotaba y que me envolvía la energía. Me sentía extremadamente cómoda. Era una sensación maravillosa difícil de describir con palabras. Sabía que mi iluminación era correcta y que Shifu me estaba fortaleciendo. Gracias, Shifu, por tu duro trabajo.

Decidí devolver el dinero. A la mañana siguiente le conté a mi marido la historia y mi decisión. Me apoyó. Fuimos al hospital después de desayunar y devolvimos el dinero a la madre del hombre. Mi dolor de pecho había desaparecido por completo. La cultivación es maravillosa, es muy bueno que tenga a Shifu

Shifu me ayudó a disolver mi yeli

Una mañana a las 6:30, me senté en el sofá en la posición de loto y empecé a estudiar el Fa, todavía era temprano para ir a trabajar. Normalmente iba a trabajar a las 7:30, olvidé mirar la hora porque estaba muy concentrada estudiando el Fa. Eran casi las 8 de la mañana cuando miré la hora, me levanté del sofá y, antes de que pudiera mantenerme en pie, oí un ruido y caí al suelo. Cuando me incorporé, vi que mi pie izquierdo estaba al revés con la planta hacia arriba. Me asusté mucho. En ese momento me vino a la mente el Fa de Shifu:

“Decimos que lo bueno o lo malo surgen de un pensamiento de la persona, y la diferencia de este pensamiento también trae distintas consecuencias” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

“Soy una practicante. Shifu me protege. No tendré ningún problema", me dije. Volví a girar el pie izquierdo con fuerza y mi pie izquierdo se normalizó. Me puse de pie y el pie izquierdo pudo tocar el suelo. No me dolía mucho, pero estaba entumecido. Bajé las escaleras y fui al trabajo en bicicleta.

Tardé 10 minutos en llegar a mi empresa en bicicleta. Me empezó a doler el pie en el trabajo. Cada vez estaba más hinchado y me costó subir las escaleras cuando llegué a casa del trabajo. Subí con un pie 4 tramos de escaleras hasta mi apartamento. Me senté e hice la meditación. No me dolía el pie mientras meditaba pero sentí una corriente de aire frío que bajaba de forma constante por mi pierna izquierda hasta la punta de los dedos del pie. Medité durante una hora y apenas me dolió el pie izquierdo. Mi pie tenía un hematoma, me di cuenta de que Shifu había disuelto mi yeli utilizando esta forma. Me sentí feliz.

Mi marido llegó a casa después de la una de la tarde. Me vio y quiso llevarme a la clínica para hacerme un chequeo. Yo me negué. Compró un frasco de líquido medicinal en la farmacia y dijo que el líquido era muy eficaz,  me pidió que lo utilizara y se fue a trabajar.

Estudié el Fa y practiqué los ejercicios. Cuando terminé la meditación, el hematoma se agrandó. Cuando llegó a casa por la noche, mi marido se enfadó al ver que no había abierto el frasco de la medicina. Dijo que yo misma estaba buscando la muerte. No cenó y se tumbó en la cama furioso. Al cabo de un rato, cuando se calmó un poco, le dije: "No te enfades conmigo. Sé que eres bueno conmigo. Soy practicante y sé lo que debo hacer. No jugaré con mi vida, por favor, dame tres días. Si no puedo recuperarme en tres días haré lo que me digas que haga".

Dijo que no le importaba. En realidad, me vigilaba todos los días pero me lo tomé a la ligera. Creía que todo lo que Shifu había dispuesto para mí era bueno. Estudié el Fa y practiqué mucho los ejercicios. Mi pie seguía hinchado y tenía moratones. Practiqué más la meditación y al día siguiente, tenía todo el pie cubierto de moratones. La planta del pie y los dedos eran de color morado oscuro. Mi pie estaba tan hinchado que no cabía en nuestra zapatilla más grande. Pero lo más extraño era que no me dolía mucho.

Sabía que Shifu lo había cargado por mí. Gracias, Shifu. Por la mañana del tercer día, mi marido no dejaba de mirarme el pie, pero no decía nada. Se fue a trabajar sin impresionarse. Cuando volvió por la tarde, me miró el pie y estaba normal. No tenía ningún hematoma, como si no me hubiera pasado nada. Fue un milagro. Me había concentrado en estudiar el Fa y hacer los ejercicios, ni siquiera me di cuenta de que mi pie había vuelto a la normalidad. Estaba asombrado y dijo: "Esto es milagroso. Por la mañana tenías el pie muy hinchado ¿Cómo es que ahora está normal? Esto es un milagro". Volví a dar las gracias a Shifu por su compasión y protección.

Me infecté de SARS en 2003. Aquel día en el trabajo me sentía aturdida y tenía mucho sueño. Apenas pude terminar los informes financieros de fin de mes. Me fui directamente a la cama al volver del trabajo. Mi marido me instó a levantarme y cenar a las 7 de la tarde. Me palpó la mano y me dijo que estaba caliente. Tenía fiebre, estaba en el pico del SARS. Mucha gente murió de SARS y me aislarían si iba al médico. Todavía no había entregado mi trabajo ¿Qué podía hacer? Mi marido me dijo que no fuera al médico y que me compraría medicinas. Dijo que la medicina me haría efecto porque hacía muchos años que no tomaba ninguna medicina. Le dije a Shifu desde mi corazón: "¿qué debo hacer?".

Compró un medicamento en polvo y me lo preparó. Cuando lo olí, vomité con vehemencia. Luego me compró una pastilla, me la metí en la boca y bebí agua. Quedó satisfecho de que me tomara la medicina y me dijo: "Por favor, vete y duerme bien". Luego se fue a su habitación.

Escupí la pastilla después de que él se fue. Cada vez que me miraba me tomaba la medicina y cada vez la escupía después de que él se marchaba. Me medía la temperatura cada media hora, cada vez me bajaba un poco. Pero me sentía somnolienta. Se asustó y pidió a mi sobrina que viniera a cuidarme. Me midió la temperatura y me preparó medicinas. Ella y mi marido no durmieron en toda la noche. Al día siguiente, mi temperatura seguía siendo de 39,8 grados.

A mediodía, mi marido me dijo: "Si no mejoras esta noche, llamaré a tu padre y le contaré lo que te ha pasado". Me puse ansiosa y le dije a Shifu desde mi corazón: "Shifu, por favor, no dejes que llame a mi padre. Tiene ochenta años y no puede venir. Si supiera mi situación, se preocuparía mucho". De repente me sentí cómoda y tranquila. Mi sobrina me midió la temperatura y era de 36,7 grados. Me volvió a medir la temperatura a las seis de la tarde y era de 36,6 grados. Me había recuperado completamente. Mi temperatura bajó de 39,8 a 36,7 grados de golpe. Fue un milagro.

En efecto, Shifu sabía lo que yo pensaba. En ese momento crucial, Shifu volvió a salvarme. Gracias, Shifu. Volví a practicar las cinco series completas de ejercicios, medí mi temperatura a las 3:50 de la mañana siguiente y era de 36,6 grados y volví a practicar las cinco series de ejercicios. Dejé una nota a mi marido y a mi sobrina para decirles que me había recuperado completamente antes de irme a trabajar.

Cuando llegué a casa del trabajo, fui a la cocina a cocinar. Ambos me miraron con curiosidad y me preguntaron simultáneamente: "¿De verdad te has recuperado?". Parecían no creerme. Les respondí: "Sí, por supuesto. Ya ven lo enérgica que estoy. Incluso puedo cocinar para vosotros. Shifu cuida de nosotros, los practicantes. No era una enfermedad, sino una limpieza. Esto es un milagro".

Como creía firmemente en Shifu, Él me ayudó a disolver de nuevo mi yeli. ¡Había validado lo extraordinario que es Falun Dafa para mi marido y mi sobrina! Gracias, Shifu, por tu gracia salvadora. ¡No sé cómo podré devolvértelo!

La rectitud y bondad de mi marido

Mi marido es muy recto y amable, pero es testarudo. No practica Falun Dafa, pero conoce la verdad sobre Dafa y me apoya mucho. Se retiró del PCCh y de sus organizaciones afiliadas en una etapa muy temprana del movimiento y abandonó el Partido con su nombre real ya que le di un alias, pero no lo aceptó, dijo: "Usaré mi propio nombre para abandonar el PCCh. ¿Qué más me pueden hacer?". Me conmovió.

Él sabe que Falun Dafa es bueno y me ha ayudado a hacer muchas cosas para validar el Fa. Invitó a muchos amigos a casa y me pidió que les aclarara la verdad. Me ayudó a distribuir materiales de esclarecimiento de la verdad y a colocar carteles por mí. Un día estaba en el turno de noche y vio una nueva pancarta de ocho metros de largo que difamaba a Falun Dafa en el patio del trabajo. Pensó quitarla porque envenenaba a la gente. Pero pensándolo mejor, no podía hacerlo porque era el único del turno y su jefe sabría quién la había quitado. Pero siguió pensando en ello y decidió quitarla antes del amanecer. Si no, perdería la oportunidad de quitarla. Pensó: "Si mi jefe me pregunta, no lo admitiré. Además, nadie lo verá. En el peor de los casos, dejaré mi trabajo". Entonces descolgó la pancarta y la quemó. Puso las cenizas en la papelera de la calle. Era la una y media de la madrugada cuando terminó. A la mañana siguiente, nadie le preguntó por la pancarta cuando fue a trabajar. Gracias a la protección de Shifu, lo hizo con éxito. Los practicantes de mi grupo de estudio Fa lo admiraron por hacer esto. Más tarde fue bendecido por hacer esta buena acción.

El 31 de mayo de 2023, mi marido contrajo COVID-19. Tenía fiebre alta persistente y dificultad para respirar. Corrimos al hospital. Una radiografía en el ambulatorio mostró que tenía el 80% de los pulmones blancos. El médico me dijo que su estado era muy grave y que los pulmones blancos eran tan severos que casi no había cura. El médico me dijo que me mentalizara. Cuando fui a la sala, el médico examinó a mi marido y me dijo que su estado era tan grave que debía estar mentalmente preparada. Me dijo que avisara a mis hijos, que estaban fuera de la ciudad, para que volvieran pronto a casa. Parecía que mi marido estaba luchando tanto que no podía estar sin la máquina de oxígeno ni un momento, tampoco podía comer.

Mi hijo regresó al tercer día. Sentí que tenía a alguien en quien confiar. Mi marido no podía beber agua al quinto día y tenía úlceras bucales graves. El médico dijo que le faltaba potasio porque llevaba varios días sin comer y que había riesgo de que entrara en shock en cualquier momento. Le administraron líquido nutritivo por vía intravenosa durante dos días. No mejoró. Tenía síntomas de hipertensión y problemas cardíacos, los médicos ya no podían hacer nada. Le rogué a Shifu que lo salvara.

Estaba muy débil. Le dije: "No tengas miedo. Falun Dafa puede salvarte. Sólo Shifu puede salvarte. Por favor, recita 'Falun Dafa es bueno y Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno' en tu corazón. Te ayudaré a recitar las frases".

Me comprendió. Se sentó en la cama con la almohada detrás de la cabeza. Recitó las frases hasta que se quedó dormido. Se despertó 20 minutos después. Nunca había dormido tanto en el hospital. Cuando se despertó, recuperó algo de energía. Estábamos muy contentos, le dije que iríamos a casa y escucharíamos las conferencias de audio de Shifu, y así mejoraría más rápido, estuvo de acuerdo. Pidió marcharse a casa al día siguiente. El médico le sugirió que se quedara en el hospital dos días más, pero insistió en irse a casa. El médico le pidió que firmara una declaración en la que se comprometía a asumir las consecuencias si ocurría algo. Él aceptó.

El 10 de junio le dieron el alta hospitalaria y le pusieron en una silla de ruedas. Cuando llegó a casa, gritó "Creo en Falun Dafa" después de tumbarse en la cama. Fue su declaración más sincera.

Se produjo un milagro y esta vez pudo tumbarse. En el hospital no había podido hacerlo. Pidió escuchar el Fa, mientras escuchaba, se quedó dormido. Cuando despertó, dijo que tenía hambre y quería comer. Todos los días dedicaba todo su tiempo a escuchar el Fa y recitar las frases, mejoraba día a día y cada vez podía comer más. Tres días después, dejó de utilizar el respirador artificial. Una semana después, podía andar por casa y comer con normalidad.

Cuando fue al hospital para una revisión, la doctora al ver entrar a mi marido aplaudió. Estaba con unos médicos en prácticas.  dijo: "Este es el paciente que les expliqué hace unos días. Ya ven que ahora está...». Los médicos internos aplaudieron. Fue muy conmovedor.

Shifu me ayudó a deshacerme del miedo y a mejorar mi xinxing

Era tímida y dependía de los demás. La primera vez que distribuí materiales de aclaración de la verdad, fui con otro practicante. Estaba nerviosa y tenía miedo. El mal me interfería debido a mis apegos y me dolían los pies. En aquel momento no sabía cómo enviar pensamientos rectos. La otra practicante dijo que era una manifestación falsa y me pidió que fuera con ella porque Shifu nos protegería y no habría ningún problema. Fui a pesar del dolor. Gracias a la protección de Shifu, terminamos rápidamente de repartir los materiales. Ya no me dolían los pies.

Un día la practicante y yo distribuimos folletos en un edificio, comenzamos desde el 7.º piso hacia abajo. Cuando estaba en el 2.º piso, vi a un hombre de unos 30 años que miraba hacia arriba y me asusté, tenía que irme rápidamente, pero ¿cómo iba a hacerlo? Él estaba en medio. Por suerte no era muy grande y me abrí paso. 

El hombre no dijo nada, de hecho, ni se movió. En ese momento yo estaba realmente asustada. Bajé corriendo las escaleras y vi a la practicante. La practicante dijo: “Bien, ¿lo bloqueaste?”. Le dije: “No, no dije “ding” (quieto), lo que dije es que no le dejaría cometer un crimen contra Falun Dafa”. La practicante dijo: “Lo que dijiste fue para su beneficio y está en línea con el Fa, el Fashen de Shifu te ayudó y le salvó. Por favor, di 'desbloquear' para desbloquearlo" Y dije: “Desbloquear”.

Yo no sabía que estaba pasando con él. Pensé en que el Fashen de Shifu lo desbloquearía. Gracias, Shifu, por tu compasión y salvación.

Un día de 2016, salí con otra practicante a repartir folletos de “El objetivo final del Comunismo”. Un restaurante acababa de abrir y aún no tenía comensales. Le di una copia a un hombre joven, que era el jefe del restaurante, lo aceptó. lo levantó por encima de su cabeza y gritó: “¡Falun Dafa es bueno! Larga vida a Falun Gong". Fue muy conmovedor. Le aclaré la verdad y aceptó renunciar al PCCh. Los seres conscientes están despertando y esperan ansiosamente ser salvados.

En otra ocasión, fui a un supermercado y vi a una niña y a su madre, la niña no parecía normal. Le enseñé un ejemplar del folleto a la madre y antes de que hablara, la niña se acercó a mí, tomó el folleto y se lo apretó contra el pecho. Se inclinó hacia mí con profundo respeto, pero no dijo nada. Su madre se rió. Al ver esto, me emocioné. La parte sabia de los seres conscientes espera la salvación de Falun Dafa.

Siguiendo el proceso de la rectificación del Fa y recorriendo mi sendero de cultivación

Para seguir el progreso de la rectificación del Fa, nuestro grupo de estudio iba a los aledaños de las prisiones y a los campos de trabajo forzado para enviar pensamientos rectos y disolver la persecución a los practicantes.

Empezamos a producir DVD de Shen Yun en 2009. Ayudé a otros practicantes en la producción. Estábamos ocupados todos los días y durante ese tiempo consideraba el trabajo como cultivación y no estudiaba mucho el Fa. La otra practicante era 10 años mayor que yo y era estable, rápida y hacía el trabajo bien y rápido. Era muy exigente con los detalles, vi que estaba muy ocupada y parecía cansada. La ayudé a hacer más trabajo, pero como no estaba en el Fa le causé muchos problemas.

Shifu dijo:

“Lo que haces en sí mismo no es xiulian. Si abres una empresa o estás en un proyecto de Dafa, no importa lo que hagas, esto en sí mismo no es el xiulian; pero la actitud con la que trabajas, cómo tratar estos problemas y resolverlos, usando el estándar de un Dafa dizi cultivador, manejándolo bien, ¡esto es el xiulian!” (Fahui de Nueva York 2019).

Mi actitud no era correcta. No medí mi comportamiento según las normas para los practicantes de Falun Dafa. En su lugar, utilicé una mentalidad humana, nociones humanas y sentimientos humanos. Incluso ahora no puedo perdonarme por eso.

A medida que la rectificación Fa progresaba, Shifu requirió que tuviéramos sitios de producción material en todas partes. Gracias a la ayuda de los practicantes, en marzo del 2009 instalé uno en mi casa. Entregué a algunos practicantes ancianos el Minghui Semanal y otros folletos. Algunos practicantes distribuían materiales en el campo y necesitaban grandes cantidades. Aunque estaba ocupada, me sentí realizada.

No era buena para aclarar la verdad a la gente en persona. Respetaba a los practicantes que contaban a la gente los hechos sobre Falun Dafa con facilidad, los admiraba. La rectificación del Fa y Shifu nos exigían salir y aclarar la verdad a la gente cara a cara. Me sentía ansiosa porque no había tenido ningún avance.

Shifu vio mi corazón y dispuso que me acompañaran dos practicantes que tenían amplia experiencia en aclarar la verdad a la gente. Estudiábamos juntos el Fa tres veces a la semana por la mañana y salíamos a aclarar la verdad a la gente por la tarde, lloviera o hiciera sol. Feng (alias) tenía casi 80 años, había aclarado la verdad a la gente en persona durante muchos años y tenía una amplia experiencia. Aclaraba la verdad a quien se cruzaba con ella con sabiduría y pensamientos rectos, con humor y afinidad. Yo había querido imitarla, pero fracasé. Al estudiar más el Fa, me di cuenta de que Feng había alcanzado ese reino y que sus pensamientos rectos y su sabiduría provenían del Fa. Sabía por qué me había quedado corta ya que sólo la seguí a ella pero no mejoré desde el Fa, eso no estaba bien. Shifu nos había dicho que no siguiéramos a los practicantes, en lugar de eso debemos considerar el Fa como Maestro, por lo que debía estudiar más el Fa.

A menudo me decía que el Fa de Shifu es todopoderoso. Debía estudiar más el Fa con una mente concentrada y mejorar mi xinxing. Gradualmente formé mi propio camino para salvar a los seres conscientes y lo hice desde mis propias percepciones y comprensión del Fa. Algunas personas me creyeron y aceptaron renunciar al PCCh. Otras no me creyeron por mucho que lo intenté. Algunas me insultaban o me denunciaban a la policía. Me crucé con todo tipo de gente. Gracias a la protección de Shifu, me mantuve a salvo a pesar de todos los riesgos y peligros. Sabía que aún tenía muchas carencias y apegos. No me atrevo a aclarar la verdad en mi propia zona residencial, no quiero hablar con gente que no me gusta, no me atrevo a aclarar la verdad si hay mucha gente a mi alrededor. Necesito mejorarme rápidamente. Gracias, Shifu, por tu protección y compasión todos estos años. Estoy decidida a mejorar y a ser digna de lo que Shifu espera de nosotros.

Toda mi familia está muy agradecida a Shifu. ¡Shifu es grande! ¡Falun Dafa es grande! Cultivaré diligentemente y seré digna de las expectativas y la salvación de Shifu.

Espero que todos en este mundo puedan aprender la verdad sobre Falun Dafa. Por favor, aprecien esta oportunidad de un milenio y renuncien al PCCh y sus organizaciones afiliadas. Por favor, recuerden que Falun Dafa es bueno y que Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno y se mantendrán a salvo cuando vengan las grandes catástrofes. Falun Dafa salva a los seres conscientes, mientras que el PCCh los destruye. Si la gente puede aprender la verdad y discernir el bien y el mal, se salvarán y permanecerán.

(Artículo seleccionado para celebrar el Día Mundial de Falun Dafa en Minghui.org)