(Minghui.org) La Sra. Kou Rumin, que vive en el distrito de Chaoyang, Beijing, fue condenada a un año y medio, el 22 de abril de 2024, por practicar Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el Partido Comunista Chino (PCCh) desde julio de 1999.

La condena de la Sra. Kou se derivó de su detención, el 28 de julio de 2022. Varios agentes de la División de Seguridad Nacional de Beijing irrumpieron en su domicilio a las 6 de la mañana de ese día y confiscaron sus libros de Falun Gong, su reproductor de música, su reproductor de DVD, calendarios de escritorio y de pared, 2.500 yuanes impresos con mensajes de Falun Gong (una forma que tienen los practicantes en China de concienciar sobre la persecución) y otros objetos de valor.

La policía llevó a la Sra. Kou a un servicio médico de urgencias para que le hicieran un examen físico. Se comprobó que tenía problemas de corazón y presión arterial y se la consideró no apta para la detención. La policía la dejó en libertad bajo fianza de un año la noche siguiente y presionó a su familia para que la ingresara en un hospital a pesar de que no sentía ningún malestar. La obligaron a permanecer ingresada ocho días.

La Procuraduría del distrito de Chaoyang la citó el 21 de julio de 2023 para renovar su fianza de un año. Volvieron a llamarla el 16 de agosto y le dijeron que presentaban su caso ante el Tribunal del distrito de Chaoyang. Fue acusada tres días después.

El Tribunal del Distrito de Chaoyang procesó su caso el 21 de agosto de 2023 y le entregó una copia de su acusación y de la recomendación de la procuraduría de condenarla a una pena de entre un año a año y medio. El secretario Chi del tribunal dijo a su familia que se celebraría una audiencia en uno o dos meses.

Más tarde se notificó a la Sra. Kou que su cita con el tribunal estaba fijada para las 14:00 horas del 31 de octubre de 2023. Sin embargo, el tribunal canceló el juicio el día anterior. No estaba claro cuándo se celebró finalmente la audiencia. Se dijo que el abogado de oficio había defendido su inocencia porque no había perjudicado a nadie ni a la sociedad practicando Falun Gong.

Un empleado del tribunal llamó a la Sra. Kou el 18 de abril de 2024 y le pidió que se presentara ante ellos en cuatro días porque necesitaban verificar algo con ella. La persona que llamó también le pidió que se lo contara a sus hijas para que pudieran acompañarla. Ella dijo que sus hijas estaban todas ocupadas con el trabajo, así que acudió sola al juzgado la mañana del 22 de abril sin avisar a su familia.

Poco después, la hija mayor de la Sra. Kou, Yun (alias), recibió una llamada del tribunal diciendo que su madre iba a someterse a un examen físico. Yun quiso saber por qué se estaba sometiendo a un examen físico, y la persona que llamó pareció sorprendida: "¿No sabías lo que estaba pasando (con tu madre)?". Cuando Yun dijo "no", colgó el teléfono sin explicar lo sucedido ni revelar el paradero de la señora Kou.

Yun llamó entonces al abogado de oficio y este le dijo que no tenía noticias del tribunal. Yun llamó varias veces al tribunal, pero nadie respondió.

Justo después de la una de la tarde de ese día, un agente judicial llamó a Yun para decirle que su madre había sido condenada a un año y medio. Yun preguntó cuándo habían condenado a su madre y el alguacil dijo: "Hoy (22 de abril de 2024)". Pidió ver a su madre y el agente judicial le dijo: "No, no vengas. No se te permitirá ver a tu madre". Yun recordó al alguacil que su madre era anciana y tenía problemas de salud. Él le respondió que tenían hospitales para atender cualquier problema médico que pudiera surgir.

En ese momento, Yun oyó de fondo la voz de su madre: "Aún no me han dado nada de comer". Yun se enfureció: "Ya ha pasado la hora de comer y es una mujer mayor y frágil...". El alguacil colgó antes de que Yun pudiera terminar su frase.

Yun llamó al abogado para contarle la sentencia de su madre. El abogado dijo que aún no había recibido copia del veredicto.

No es la primera vez que la Sra. Kou es perseguida desde que comenzó a practicar Falun Gong en 1998. En 2001 fue condenada a un campo de trabajo forzado; se desconoce la duración de la condena. En septiembre de 2006 fue condenada a dos años y medio de trabajo forzado. Durante su segunda detención en un campo de trabajo, fue sometida a diversas formas de maltrato, como privación del sueño, descargas eléctricas, alimentación forzada y trabajo forzado. Antes de su última persecución, fue acosada repetidamente por la policía.