(Minghui.org) El 13 de Mayo de 2024 es el cumpleaños del Sr. Li Hongzhi, fundador de Falun Gong. Jóvenes practicantes de Falun Gong de Toronto, Canadá, se reunieron para desearle un feliz Cumpleaños a Shifu y agradecerle sus enseñanzas, que les han ayudado a mantener la brújula moral en tiempos difíciles.
Cuando los jóvenes están en la flor de la vida, a menudo puede parecer un periodo de lucha en la vida. Los conflictos de intereses entre las personas pueden manifestarse como problemas difíciles de afrontar. Tres jóvenes practicantes de Falun Gong en Toronto compartieron sus historias de superación al renunciar a sus apegos cuando se enfrentaban a pruebas de reputación y beneficios personales.
¡Jóvenes practicantes de Falun Gong en Toronto desean un feliz cumpleaños a Shifu!
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La concesión y no contender traen mayores bendiciones
Li Xibei agradeció a Shifu sus enseñanzas, que le han permitido afrontar las dificultades y fricciones con sus colegas.
Li Xibei tiene 35 años. Hizo un master en Administración de Empresas (MBA) en la Universidad de York y actualmente trabaja como alta directiva en una empresa pública de Canadá.
Empezó a cultivarse en Falun Dafa a la edad de siete años. "Mi madre estaba enferma. Para tratarla, mi abuela aprendió todo tipo de qigong. Luego descubrió Falun Dafa y le pidió a mi madre que también lo practicara. Después de practicarlo, las enfermedades de mi madre se curaron, así que yo también practiqué con ella. Los fines de semana, iba al parque con mi familia y muchas personas practicaban juntas. A veces, los transeúntes veían a tanta gente practicando que la seguían".
Xibei empezó a trabajar en la empresa pública hace cuatro años. Con el tiempo tuvo conflictos con la responsable que se había encargado de formarla. "Al principio, ella tenía una buena impresión de mí. Sin embargo, a medida que ascendí de rango, me convertí en su igual y ella tenía resentimiento hacia mí”, recuerda Xibei.
Ambas eran altas directivas, por lo que el trabajo y los miembros del equipo deberían haberse repartido en partes iguales. Pero en cuanto había una tarea, la colega senior se peleaba con Xibei y se llevaba a todos los miembros del equipo, dejando sólo a siete personas asignadas como subordinadas de Xibei, mientras que casi 20 personas estaban en el grupo de esa colega. Esta compañera siempre la sermoneaba sobre lo que no hacía bien en las reuniones y le decía lo que tenía que hacer en un tono asfixiante. De vez en cuando, Xibei se enteraba de que esa compañera, también decía cosas feas de ella a sus espaldas.
Xibei se sentía abrumada. Si no se defendía, podría afectar directamente al trabajo de todo el equipo que dirigía, pero no quería enfrentarse a esa compañera. Al final, optó por dar marcha atrás y zanjar el conflicto. "En los momentos más difíciles, pensaba en las enseñanzas de Shifu, así que me dejé llevar, no peleé ni me aproveché, y le di todo el trabajo y el personal", dijo Xibei.
Como las tareas las asumía esta compañera, Xibei tenía tiempo para pensar en nuevos proyectos. Unos meses después, consiguió poner en marcha un nuevo proyecto. El jefe asignó miembros del equipo de la colega al de Xibei y le pidió que dirigiera un equipo de 20 personas.
"En ese momento, mi carga de trabajo era grande y los conflictos volvieron a agudizarse. Cuando la atención se centraba en mí, mi colega volvía a pelearse conmigo, pero me sentía como si no fuera una de ellas. Cuando se mostraba poco razonable, yo sólo pensaba que estaba muy cansada. No necesitaba competir con ella por la fama y la fortuna. Me lo tomaba a la ligera", afirma.
Después de que Xibei aprendiera a relacionarse con su compañera con calma, su ambiente de trabajo fue cambiando poco a poco. La compañera se sintió afectada por el estado imperturbable de Xibei y se fue calmando poco a poco. Ahora, las dos pueden comunicarse y trabajar juntas con normalidad.
Por último, Xibei dirigió unas palabras a Shifu: "Gracias Shifu por hacerme saber que todo en la vida está arreglado. Aprendí que las dificultades no son malas cosas y que hay que dejarse llevar". Ante las dificultades, Shifu también me enseñó a dar un paso atrás. Fue duro, pero una vez que fui capaz de hacerlo, el trabajo se hizo más fluido".
La propietaria no me devolvió la fianza y me lo tomé a la ligera
Wang Xiang dio las gracias a Shifu por permitirle cambiar de una persona orientada a los beneficios a una persona que no se ve afectada por el dinero ni los deseos materiales.
Wang Xiang tiene 32 años y es periodista. Ha leído muchos libros sobre qigong, confucianismo, taoísmo y budismo. Cuando era estudiante universitario en Taiwán, el profesor le presentó Falun Gong y le explicó cómo el Partido Comunista Chino (PCCh) había utilizado mentiras para desprestigiar a Falun Gong.
Después de leer Zhuan Falun una vez, Wang Xiang sintió que Falun Gong era recto y enseña a la gente a ser buena, pero no se decidió a practicarlo. Cuando fue a Inglaterra, vio por casualidad el libro Zhuan Falun en una biblioteca local. Lo tomó y volvió a leerlo, pero lo dejó. Más tarde, al leer más libros, descubrió que, en comparación con los demás libros, sólo Falun Gong era la verdad que había estado buscando. Entonces empezó a cultivarse.
Antes de la cultivación, Wang Xiang era una persona orientada al beneficio. Pero después de la cultivación, gradualmente tomó el dinero a la ligera. Cuando se graduó por primera vez, el salario de Wang Xiang no era alto y su estilo de vida era modesto. Por motivos personales, tuvo que abandonar antes de tiempo la casa que había alquilado. La propietaria accedió a devolverle la fianza en cuanto encontrara un nuevo inquilino. "Encontró nuevo inquilino y se apuntaron", cuenta Wang Xiang. "Pero la casera puso una excusa para no devolverme la fianza, y luego no contestó a mis llamadas ni me mandó mensajes. Al principio me sentí resentido porque el depósito de la casa era mucho dinero para mí".
Sin embargo, Wang Xiang recordó que Shifu le había enseñado que, como cultivador, debía tomar la fama y la fortuna a la ligera. "Si no hubiera cultivado y hubiera sufrido una pérdida en términos económicos, sin duda me habría sentido atormentado y habría seguido pensando en ello hasta que mi estado mental se derrumbara", dijo. "Sin embargo, Shifu me enseñó a no mirar hacia fuera, a los defectos de los demás, cuando me encuentro con problemas, sino a mirar hacia dentro, a mis propios defectos. Pensé que quizá la propietaria necesita ese dinero y la presioné demasiado para que se sintiera incómoda, así que le pedí disculpas".
Wang Xiang dijo que, aunque no pudo recuperar la fianza, decidió mantener la actitud optimista de un cultivador, por lo que pudo afrontar la pérdida de dinero con calma.
Wang Xiang felicitó al Shifu por su cumpleaños. "La cultivación me ha enseñado a mirar el dinero y los intereses personales con un corazón calmado. Frente a la cultivación, aunque me dieran cientos de millones de dólares y la riqueza del mundo entero esto no sacudiría mi determinación de cultivarme y hacer el bien", concluyó.
El trabajo duro y el sufrimiento conducen al éxito
Jiang Ling agradece a Shifu por enseñarle a no mirar las pérdidas y las ganancias desde la perspectiva de la fama y la fortuna, sino a utilizar criterios morales para medir el bien y el mal.
Jiang Ling es una joven de 30 años que trabaja como analista en la Corporación Financiera Internacional (CFI), prestando servicios de evaluación de cualificaciones a empresas que obtienen capital en los mercados de capitales.
Cuando era niña, su madre estaba enferma y discutía a menudo con su padre. En un ambiente tan deprimente, el rendimiento académico de Jiang Ling estaba por debajo de la media. Cuando Jiang Ling tenía 12 años, su madre empezó a practicar Falun Dafa por recomendación de un colega. "Mi madre se comportaba de acuerdo con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y su personalidad se suavizó, convirtiéndose no sólo en una buena esposa y madre, sino también recuperando la salud", recuerda Jiang Ling.
Tras ver los cambios en su madre, Jiang Ling y su padre también empezaron a cultivarse. A medida que el ambiente familiar se volvía armonioso y cálido, el rendimiento académico de Jiang Ling fue mejorando. No sólo fue admitida en una prestigiosa universidad china, sino que también se graduó en una de las mejores. Tras terminar sus estudios, se incorporó a una importante empresa internacional.
Su intensidad de trabajo es alta en la Corporación Financiera Internacional, y los requisitos de detalle y calidad son estrictos. Puede ser un trabajo de mucha presión. Aunque a veces se sentía cansada, Jiang Ling siempre era la última en salir de la oficina. Su jefe le asignó algunas tareas extra, lo que la hizo sentirse abrumada. Una compañera le aconsejó que no se esforzara tanto y que se limitara a realizar sus tareas de manera superficial.
Aturdida, Jiang Ling leyó por casualidad la parte de Zhuan Falun que habla de mejorar la mente. "Creo que, como empleada, aún tengo que trabajar duro y cumplir con mi deber", dijo. Para dar a sus clientes un resultado exacto de la evaluación financiera, Jiang Ling trabajaba sin descanso y siempre comprobaba la información hasta medianoche. Jiang Ling fue ascendida rápidamente.
En el trabajo, los errores son inevitables. Si no fuera cultivadora, Jiang Ling habría encontrado excusas para salvaguardar su cara y su imagen. Pero como cultivadora, optó por tomar la iniciativa de admitir sus errores. Una vez, al enviar un informe generado por el sistema, Jiang Ling olvidó borrar un trozo de texto. Cuando el director del departamento la responsabilizó, Jiang Ling podría haber dicho fácilmente que se trataba de un problema del sistema, pero tomó la iniciativa de admitir que había sido un error suyo.
"A veces mis colegas cometen errores, pero me responsabilizan a mí. En vez de quejarme, arreglo yo misma sus errores. El director de la empresa me aconsejó una vez: 'Tienes que aprender a eludir la responsabilidad', y sonreí. Creo que debemos hacer las cosas de acuerdo con Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y no debemos 'eludir la culpa' cuando ocurren cosas", dijo Jiang Ling.
Y añadió: "Falun Dafa me enseñó a no mirar las ganancias y las pérdidas desde la perspectiva de la fama y la fortuna, sino a utilizar estándares morales para medir el bien y el mal".
Jiang Ling quiso expresar sus mejores deseos y gratitud a Shifu: "¡Feliz Cumpleaños Shifu! Gracias, Shifu, por darme a conocer Verdad-Benevolencia-Tolerancia, gracias a la cual he aprendido a distinguir entre lo que es verdaderamente bueno y lo que es malo".
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