(Minghui.org) La señora Zhong Weiling estaba incapacitada y sufría pérdida de memoria, confusión, incontinencia y mareos cuando fue puesta en libertad el 15 de abril de 2022, tras cumplir diez meses de prisión por practicar Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el Partido Comunista Chino (PCCh) desde julio de 1999.
Han pasado dos años desde entonces, y la Sra. Zhong tiene ahora 70 años. Su memoria sólo ha mejorado un poco, pero es incapaz de cuidar de sí misma.
Los daños en la salud de la Sra. Zhong son consecuencia de la tortura que sufrió durante su detención. Ella es maestra de primaria jubilada de la ciudad de Lianyungang, provincia de Jiangsu. Fue arrestada el 2 de junio de 2020 tras ser denunciada por hablar con la gente sobre Falun Gong; puesta en libertad y en arresto domiciliario tres días después y nuevamente arrestada el 16 de junio de 2021 tras ser condenada a diez meses.
La Sra. Zhong cumplió la mitad de su condena en el Centro de Detención de la ciudad de Lianyungang (de junio de 2020 a diciembre de 2021) y el resto en la Prisión de Mujeres de la provincia de Jiangsu (de diciembre de 2021 a abril de 2022), en la ciudad de Zhenjiang.
Con heridas en las piernas y pérdida de dientes por haber sido torturada durante sus anteriores detenciones en los primeros años de la persecución, la Sra. Zhong tenía dificultades para conseguir algo de comer debido a los recursos extremadamente limitados y a las malas condiciones del centro de detención. Rápidamente perdió peso y se mareaba por la falta de alimentos.
Después, al ser trasladada a la Prisión de Mujeres de la provincia de Jiangsu, Zhong hizo dos huelgas de hambre para protestar por la persecución. En su intento por hacerla renunciar a Falun Gong, los guardias la obligaron a sentarse en un banco de tigre durante todo el día y no le permitieron moverse. La obligaron a sentarse en un pequeño taburete sin moverse durante el último mes de su condena. Animaban a las reclusas de la celda a patearla. La obligaron a dormir en el suelo. No se le permitía comer verduras ni carne, sólo podía beber el caldo utilizado para hervir la comida. Mientras tanto, los guardias también añadían drogas desconocidas a su comida.
Un guardia afirmó: "No me creo que más de diez personas no puedan ‘enderezar’ a una anciana". También ordenó a las reclusas que "la golpearan hasta matarla".
Como resultado de las palizas continuas, la Sra. Zhong estaba cubierta de moratones y heridas. También sufría mareos persistentes, incontinencia y pérdida de memoria. A veces parecía confusa y era incapaz de cuidar de sí misma. Cuando fue puesta en libertad, el 15 de abril de 2022, estaba demacrada e incapacitada.
El último encarcelamiento de la Sra. Zhong estuvo precedido de muchas otros arrestos por su fe. Para más detalles sobre su última condena y su anterior persecución, véanse los informes relacionados.
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Categoría: Hechos de la persecución