(Minghui.org) En la noche del 24 de abril de 1999, mientras estábamos estudiando el Fa, un practicante vino y nos dijo que algunos practicantes habían sido arrestados ilegalmente por la Policía en Tianjin, y se negaban a liberarlos. Decidimos ir al gobierno central por la mañana para apelar. Todos en el grupo dijeron que se unirían al esfuerzo.

Yo vendía desayunos para ganarme la vida. Pensé: no abriré mi negocio mañana, pero iré a apelar en su lugar. Sufrí todo tipo de enfermedades en el pasado, pero todas desaparecieron después de que comencé a practicar Falun Dafa. Debo hablar cuando los compañeros practicantes enfrentan un trato injusto.

No pude dormir esa noche y pensé: tal vez simplemente me levante y haga algunos panes de semillas de sésamo, por si acaso aquellos que fueron a apelar tienen hambre. Me levanté y horneé los panes de semillas de sésamo. Ya casi amanecía cuando terminé. Puse el pan en una bolsa grande, me vestí y me fui.

Cuando llegué al lugar de encuentro, varios practicantes de mi pueblo también habían llegado. Un practicante que trabajaba como comprador nos dijo que su fábrica iba a entregar mercancías a Beijing y que podríamos ir en la furgoneta. Esta fue una buena noticia, y siete u ocho de nosotros subimos a la furgoneta. En el camino, seguimos recitando poemas en Hong Yin. ¡Fue una experiencia maravillosa e inolvidable! El conductor dijo: "¡Realmente son buenos memorizando tantos poemas, y todo lo que dicen los poemas tiene sentido!". El conductor tenia buen corazón y nos dejó cerca de la Oficina de Apelaciones Nacional en el centro de Beijing.

Llegamos a la calle Fuyou justo después de las 6 a. m. del 25 de abril. Ya había muchos practicantes allí, de varios lugares como Tianjin, o las provincias cercanas de Hebei, Liaoning y Heilongjiang. El ambiente era muy tranquilo y pacífico. Nos alineamos junto a ellos y esperamos en silencio, manteniendo libre el área donde cruzan los peatones.

En medio de la carretera, había una fila de policías, a pocos metros de distancia entre sí. También parecían relajados. Muchos practicantes salieron de casa apresuradamente y no llevaron comida ni bebida. Fueron a comprar bocadillos en tiendas cercanas alrededor del mediodía. Como éramos tantos, los fideos instantáneos, bocadillos, frutas y pañuelos en las tiendas y quioscos cercanos se agotaron rápidamente. Repartí los panes planos de semillas de sésamo que preparé a los practicantes que nos rodeaban. Todos estaban felices y charlamos en voz baja mientras comíamos.

Una practicante de Tianjin dijo: "Sufrí de cáncer de estómago, pero me recuperé practicando Falun Dafa. Me dieron diagnóstico de muerte en tres hospitales, pero ahora estoy completamente sana".

Alrededor de las 4 p. m., algunas palomas en un gran árbol de algarrobo cercano de repente volaron, haciendo un gran ruido. Todos miramos hacia arriba, y algunas personas vieron un gigantesco Falun dorado girando en la parte superior del gran árbol de algarrobo, que se elevaba cada vez más alto. Había muchos pequeños Falun debajo de él, que eran coloridos y muy hermosos. La policía también miró hacia arriba. Una practicante de mi pueblo dijo: "Mira, hay pequeños Falun por todas partes en los practicantes". Pero yo no pude ver ninguno en ese momento.

Todos se quedaron callados de nuevo. Vi que algunos practicantes ponían sus manos juntas frente a su pecho, así que hice lo mismo. De repente, vi que el cielo y el suelo se volvían dorados y la escena duró más de 20 minutos. En ese momento, no estaba seguro si estaba en las nubes o era la neblina del cielo. Olvidé quién era y qué estaba haciendo. ¡Esa maravillosa escena estaba más allá de cualquier lenguaje humano! Mirando hacia atrás, todavía me siento muy emocionado. ¡La experiencia fue verdaderamente inolvidable!

Después de una conversación entre representantes de Falun Dafa y el entonces primer ministro Zhu Rongji, las autoridades acordaron liberar a los practicantes en Tianjin y permitirnos practicar nuestra fe pacíficamente (aunque el régimen no cumplió su palabra y aún ordenó la persecución tres meses después). Los practicantes comenzaron a irse tranquilamente después de las 9 p. m., dejando el lugar limpio y ordenado. Incluso recogieron las colillas de cigarrillos arrojadas por la policía y las pusieron en los contenedores de basura.

Era casi medianoche cuando llegué a casa. ¡Ese día me dejó el recuerdo más hermoso! ¡Fue una gran experiencia que recordaremos para siempre!