(Minghui.org) Cuando miro atrás a mi camino de cultivación de 20 años, me doy cuenta de que no fue fácil obtener el Fa. Parece que tomé un libro sobre los medios psíquicos en el aeropuerto por casualidad. Me pareció fascinante y leí todos los demás libros del autor y luego leí libros de varios autores, entre ellos Edgar Cayce, el "Profeta Durmiente". Más tarde me di cuenta de que todo esto me estaba preparando para cultivar, cuestionar la supuesta ciencia con la que crecí y eliminar el ateísmo y la ideología de la evolución que me inculcaron desde la infancia.
Mi abuela era muy culta y sabía escribir con una hermosa caligrafía; me enseñó a leer antes de ir a la escuela. Teníamos una enorme cesta llena de libros, desde novelas clásicas chinas hasta libros traducidos de varios países, Francia, Inglaterra, Rusia... Leía tantos libros entonces que me conformaba con tener un libro en la mano. Puede que no tuviera experiencia personal sobre la vida, pero sin duda aprendí muchas experiencias vitales indirectamente.
Nos discriminaban porque a mi padre lo tachaban de "activista de derecha", y nadie del barrio quería jugar con mi hermano ni conmigo. Mi abuela no me dejaba salir de todos modos porque estaba anémica y gravemente desnutrida; cada vez que me caía, me fracturaba un hueso.
Encontré el periódico Epoch Times en sus primeros días, y las historias de Falun Dafa me impresionaron. Busqué en Internet, pedí una cinta de ejercicios y empecé a aprenderlos por mi cuenta. Al cabo de unas semanas, tuve la necesidad de buscar practicantes locales y ¡los encontré! Se sorprendieron de que ya supiera hacer los ejercicios.
Sólo después de que empecé a practicar Falun Dafa en 2004, y después de estudiar el Fa durante varios meses, me di cuenta finalmente de lo que es realmente Falun Dafa y la cultivación. Escuchaba las conferencias de Fa del Shifu; aunque en aquel entonces, era a través de cintas de cassette. En una ocasión al final de la serie de conferencias alguien compartió su experiencia de cultivación. Dijo que ya no lamentaba no haber nacido hace dos mil años. A partir de ese momento, empecé a ver mi cultivación desde una perspectiva totalmente diferente. Practicar Falun Dafa no es sólo para estar en forma y saludable. Entendí más cuando estudié el Fa.
Durante los años de cultivación, también me di cuenta de que Shifu estaba cuidando de mí mucho antes de que yo empezara a practicar. También explicaba por qué cuando la situación parecía desesperada, alguien me ayudaba. La gente lo atribuye a la suerte. Ya no pienso así desde que empecé a practicar Falun Dafa.
Asombrosa purificación del cuerpo
Cuando empecé a meditar, noté que mi nariz no paraba de gotear, y coloqué una toalla grande delante de mí. Los que sufren de alergias saben lo miserable que puede ser esto. En mi caso, los síntomas incluían insomnio, dificultad para respirar, mareos y fatiga. Al principio sólo me ocurría en septiembre. Unos años más tarde, también en abril. Ningún medicamento funcionaba. Tenía que hacer acupuntura todos los días para poder dormir. Mi alergia estacional, que me atormentó durante más de 7 años, ¡desapareció cuando empecé a practicar!
Cuando fui a Manhattan con una compañera practicante para la exposición de tortura, vomité durante las dos horas que duró el viaje. Tenía las piernas débiles, pero al bajar del avión sentía el cuerpo ligero. Esa noche también tuve fiebre alta y un fuerte dolor de cabeza. Nos alojamos en un apartamento con seis practicantes de diversas zonas. A la mañana siguiente me recuperé por completo, me levanté, envié pensamientos rectos, hice los ejercicios con las demás y me fui a Manhattan. El mareo y los dolores de cabeza que solía padecer desaparecieron.
También tengo algunas purificaciones corporales importantes justo después de terminar un proyecto importante: Suele empezar con fiebre alta, dolores corporales y toso esputos parecidos a los de los que fumaron durante varias décadas. ¡Qué manera de eliminar el yeli de la enfermedad!
Historias inspiradoras en el camino de la cultivación
Mi cultivación personal y cultivarme en el periodo final de la rectificación de Fa avanzan juntos. Empecé a participar en los proyectos relacionados con Dafa poco después de iniciar. Creo que cuando estaba determinada a cultivar y disciplinarme en los ejercicios diarios y el estudio del Fa, así como dedicarme a varios proyectos de Dafa, sentí la inspiración, guía, protección e iluminación de Shifu en cada paso del camino. Me gustaría compartir algunas historias sobre esto.
El tamaño perfecto
Los practicantes locales querían hacer un libro de Dafa que pudiéramos usar en los desfiles. Construyeron uno y me pidieron que imprimiera el título en chino y en inglés. Lo intenté con mi impresora y luego probé con una más grande en el trabajo; incluso el tamaño más grande que imprimí seguía sin ser suficientemente grande. Era muy difícil aumentar el tamaño de las letras. Fui a una tienda de material de oficina y volví a intentarlo. Cuando por fin pegué los caracteres, ¡coincidían perfectamente! Shifu me ayudó sin duda. No había forma de adivinar el tamaño correcto, ya que no tenía detante el gran libro para el desfile.
"¡Sabía quién nos empujaba a casa!"
Cuando promovíamos Shen Yun en los primeros días, otro practicante y yo fuimos a un estado cercano para ayudar a los practicantes locales a distribuir información. Había aviso de una fuerte tormenta de nieve. Salimos de casa temprano esa mañana; el viaje duró tres horas, y después de distribuir todo el material, eran alrededor de las 4 p. m. El tiempo parecía bueno, así que comenzamos a retornar a casa. El tráfico era lento, decidí salir de la autopista y echar gasolina al depósito. Aún nos quedaban dos horas y media de viaje.
Nada más abrir la puerta, casi me caigo; el suelo se había convertido en una capa de hielo. La temperatura había bajado drásticamente. Después de llenar el depósito, el otro practicante se hizo cargo de la conducción. Era camionero y tenía mucha experiencia. Sólo entonces me di cuenta de por qué el tráfico era tan lento; todo el mundo conducía con mucha precaución. Seguíamos viendo coches en la cuneta cada uno o dos kilómetros; incluso los coches de policía conducían muy despacio e intentaban rescatar a la gente. Aquella noche tardamos cuatro horas en llegar a casa.
No salimos el resto del fin de semana. El lunes siguiente, cuando volvía del trabajo, vi que el depósito de gasolina aún estaba lleno. Las lágrimas corrieron por mi rostro, y llamé al practicante para decirle: "¡Ya sé quién nos empujó a casa!".
"¡Añádanos a su lista!"
Al hablar sobre Shen Yun, Shifu dijo:
"Si Shifu les pide que trabajen apuntando a la sociedad principal, simplemente háganlo con pensamientos rectos, y definitivamente tendrán éxito" (Sean más diligentes, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. X).
Cuando nuestra ciudad se preparó para Shen Yun, además de salir y publicar información por la ciudad, los demás practicantes y yo pensamos en cómo llegar a la sociedad principal. Nuestros esfuerzos iniciales fueron torpes: recopilé los principales bufetes de abogados, metí la información en un archivo Excel, imprimí etiquetas y las puse en folletos para repartir. Ampliamos la lista para incluir universidades y hospitales. Aunque la carga de trabajo era pesada, sentía que merecía la pena. Sentía que cada etiqueta era un ladrillo que allanaba el camino hacia su salvación.
Cuando ayudé a otro Estado con su primera promoción, encontré los 25 principales bufetes de abogados durante el fin de semana. Cuando entregamos a varios bufetes, me di cuenta de que algunos no estaban en nuestra lista, así que los cubrí. El personal de otra firma vino y nos dijo: "¡Pónganos en su lista el año que viene, por favor!". Estas palabras nos animaron mucho - ¡gracias, Shifu!
"¡Me gustaría ayudar!"
Cuando el Super Bowl llegó a nuestra ciudad hace muchos años, los gerentes de varios hoteles planearon celebrar una reunión en el centro. Yo también recibí la invitación porque acababa de ponerme en contacto con la oficina de turismo de la ciudad para intentar promocionar Shen Yun. ¡Qué oportuno y qué coincidencia!
Todos los asistentes se levantaron para presentarse y hacer sugerencias. Yo me levanté y presenté a Shen Yun. Dije que era un honor ser una de los voluntarios locales para allanar el camino a su llegada, que los residentes locales merecían ver un espectáculo de tal calibre... Al terminar la reunión, los encargados de varios hoteles vinieron a recoger los folletos para ofrecerlos en sus hoteles.
Un señor se me acercó y me dijo que él era el responsable de los anuncios en los hoteles. "Me gustaría ayudarle", me dijo. Sólo tenía que enviarle los vídeos de promoción y él los incorporaría a su programa. Se emitiría cada hora durante 4-6 semanas en todas las habitaciones de hotel de la ciudad y alrededores, ¡gratis! Nos ha ayudado durante los últimos diez años.
Apreciando las oportunidades de cultivación aprovechando cada momento
Últimamente siento que el estándar para la cultivación aumenta y es más elevado. Ya no basta con hacer las tres cosas. Se trata de hacerlo ahora lo mejor, cómo uno cultiva su xinxing, cómo uno entiende el Fa en base al mismo Fa -todo esto determina cómo uno realmente lo hace en la cultivación-. No debo sentirme ‘complacida’ sobre cuántas cosas he hecho o cuán bien se han realizado. Soy una partícula de Dafa. Cuando me asimilo al Fa y tengo el deseo de salvar a la gente, Shifu me reforzará, apoyará e iluminará en el camino. Mi fe y respeto por Shifu y Dafa son el prerrequisito de todo lo que pueda lograr. Sólo tengo el deseo de cultivar y Shifu lo arregla todo.
Aunque los cultivadores no tienen modelos de conducta, sé a quién admiro y con quién debo medirme: me impresionan los artistas de Shen Yun; su disciplina, dedicación y devoción son difíciles de igualar. Cuando estoy cansada, desanimada o me encuentro con dificultades, pienso en ellos. Sé que entrenan todos los días, ¿por qué yo no puedo hacer lo mismo?
Últimamente, presto especial atención cuando hago los ejercicios por la mañana. Al escuchar las instrucciones de Shifu sigo con atención sus palabras y sincronizo mis movimientos al pie de la letra. Así, he descubierto que mi mente tiene menos posibilidades de divagar. Siempre que tengo tiempo, hago Estaca Parada Falun una hora. Requiere más determinación, voluntad y una mente quieta para lograrlo. Y qué diferencia supuso siempre que pude hacerla. También me aseguro de no apoyarme en nada mientras medito, así no me relajo demasiado ni me duermo. Me recuerdo que debo sentarme recta.
Otra practicante y yo acordamos recordarnos mutuamente cada vez que cometiéramos un error al estudiar el Fa. Debemos prestar atención a cada pensamiento y no dejarnos llevar por la negatividad; siempre que aflora, la señalamos inmediatamente y no la dejamos pasar. Ahora tengo la costumbre de dedicar cinco minutos al final del día a evaluar mis palabras, actos y pensamientos. Si encuentro algo incorrecto, intento cambiarlo.
Estamos cultivando en el mundo humano, por lo que es crucial encontrar el equilibrio entre la vida, el trabajo y la cultivación. Debo prestar atención a las necesidades de mi familia, colegas del trabajo y compañeros practicantes. Cuidar de mi familia es mi deber, y presto atención para preparar comidas deliciosas, limpiar la casa y organizar las tareas sin pasar nada por alto. Requiere cierta disciplina hacerlo. Pero se convierte en algo fácil de cumplir cuando lo incorporo como parte de mi cultivación.
Cultivar es siempre cultivarse a uno mismo; el estándar lo debo medir yo y cumplirlo, ya que mirar hacia dentro es la herramienta mágica. Siempre que me encuentro con dificultades, problemas u obstáculos en la vida, el trabajo o los proyectos de Dafa, primero me miro a mí misma. ¿Puedo hacer algo para cambiar la situación? ¿Debería dedicar algo de tiempo a trabajar en ello? A lo largo de los años, y tras muchos contratiempos, aprendí a separar lo que siento de lo que debo hacer. Lo primero no sólo me hacía perder energía, sino que también afectaba al resultado. La segunda me ayuda a centrarme más y a hacer lo que hay que hacer.
Soy practicante de Falun Dafa. A diferencia de las prácticas de cultivación a lo largo de la historia, no tenemos templos, abades ni monjes novicios. No anhelo cargos, encomiendas o proclamas. Evalúo las cosas basándome en lo que entiendo según las enseñanzas del Fa y veo lo que hay que hacer y en lo que puedo contribuir. Continuaré cultivando sólidamente en el camino restante del período de rectificación del Fa.
¡Gracias, Shifu, por tu compasiva salvación!
(Envío seleccionado para celebrar el Día Mundial de Falun Dafa en Minghui)
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