(Minghui.org) Cientos de refugiados en busca de asilo viven en el campo de Ter Apel, situado en el noreste de los Países Bajos. Un practicante de Falun Gong (también llamado Falun Dafa) fue voluntario en el campamento del 19 al 22 de marzo de 2024. Presentaron Falun Dafa y enseñaron los ejercicios a los refugiados. Estas personas habían huido de sus hogares desde zonas devastadas por la guerra en todo el mundo. Muchos se mostraron muy interesados y decidieron aprender esta antigua práctica de China.

Refugiados aprendiendo los ejercicios de Falun Dafa en el campo de Ter Apel.

La Sra. Leila, de Irán, había sido operada de un tumor cerebral. A causa del tumor, se mareaba a menudo y a veces se caía. Una vez se rompió la pierna, y la barra de acero que le pusieron los médicos la dejó incapaz de mantenerse en pie correctamente. Se sentó en una silla y aprendió los ejercicios de Falun Dafa primero, segundo, tercero y cuarto. Prestaba mucha atención y sus movimientos eran absolutamente perfectos.

Leila dijo que, la noche que aprendió los ejercicios, sintió calor en las manos y en el bajo vientre, y se sintió muy bien, pues el dolor generalizado con el que había aprendido a vivir había desaparecido. Solía tardar al menos una hora en dormirse, pero aquella noche se durmió rápidamente y durmió a pierna suelta.

La experiencia de Leila hizo que su esposo Mohsen se sintiera muy agradecido. Él también aprendió los ejercicios y agradeció repetidamente a la practicante que les presentara una práctica tan maravillosa.

La Sra. Soheila también es de Irán. Dijo que haciendo los ejercicios de Falun Dafa se sintió muy cómoda desde el primer día. Aunque el segundo día hacía mucho frío y lloviznaba, siguió a los practicantes de Falun Dafa para practicar al aire libre. Dijo que estaba decidida a seguir haciendo los ejercicios.

Khadeja es una refugiada de Afganistán. Al hacer los ejercicios, su tos, que había durado varios días, casi había desaparecido. Estaba gratamente sorprendida.

En la clase también había otra señora de Afganistán que fue trasladada a otro campo el segundo día que se enseñaban los ejercicios. Estaba muy agradecida por la oportunidad de aprender Falun Dafa. El practicante le envió un enlace a la página web de Minghui con los vídeos de enseñanza de ejercicios de Shifu y la animó a seguir haciendo los ejercicios.

Durante la presentación y la enseñanza, cuando se enteraron de que una práctica tan hermosa estaba siendo brutalmente perseguida en China, muchas personas se sintieron tristes y dijeron: "¡El comunismo es malo!".

A la gente le gustó el material informativo de aclaración de la verdad sobre Falun Dafa que les dieron los practicantes. Habiendo experimentado turbulencia y agitación y ahora tan lejos de casa, podían sentir la salud, la paz y la calma que los practicantes de Falun Dafa habían traído al campo de refugiados.