(Minghui.org) Una residente de la ciudad de Shenyang, provincia de Liaoning, fue puesta en libertad el 14 de marzo de 2024 tras permanecer encarcelada cuatro años por practicar Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el Partido Comunista Chino desde 1999.

La Sra. Wang Qiuping fue detenida el 27 de febrero de 2020 por distribuir material informativo sobre Falun Gong. Fue juzgada por el Tribunal del distrito de Heping el 9 de diciembre de 2020 y condenada a cuatro años el 28 de diciembre de ese año. Apeló ante el Tribunal Intermedio de la ciudad de Shenyang, que el 21 de abril de 2021 confirmó la sentencia.

Durante casi tres años después de la detención de Wang en febrero de 2020, las autoridades no permitieron que su familia la visitara. Tras su traslado a la Prisión de Mujeres de la provincia de Liaoning el 9 de enero de 2022, la prisión también le prohibió llamar a su familia. Cuando por fin permitieron que su familia la viera, a principios de enero de 2023, el cabello de Wang había encanecido, estaba demacrada y no podía enderezar la espalda al caminar. Los guardias vigilaron de cerca la visita, que sólo duró diez minutos.

La Sra. Wang contó a su familia tras ser puesta en libertad que, poco después de ingresar en la prisión, los guardias abrieron la ventana para dejar que el viento helado soplara sobre ella, mientras la obligaban a permanecer descalza sobre el suelo de cemento sin permitirle ponerse su chaqueta de invierno. Cualquier leve movimiento provocaba que la golpearan y abusaran verbalmente de ella. La tortura de estar de pie duraba de 6:30 a 18:30 todos los días. No paraba de temblar y se le hinchaban mucho las piernas. La tortura la obligó a escribir una declaración en la que renunciaba a Falun Gong.

El 11 de marzo de 2024, tres días antes de la fecha prevista para su puesta en libertad, la policía llamó a su familia para confirmar su dirección. La prisión también llamó a la familia y les pidió que llegaran antes de las 8.30 horas del 14 de marzo.

La familia de la Sra. Wang llegó a la prisión a las 8 de la mañana de ese día y esperó fuera de la prisión. A las 9 de la mañana llegó también el agente de policía Qi, que supervisa la residencia de la Sra. Wang. Un guardia salió de la prisión y entregó a Qi un paquete de documentos. Qi escribió algo en él.

La Sra. Wang salió de la prisión hacia las 10 de la mañana. Qi le ordenó que le acompañara a su estación de policía para que pudiera tomar sus huellas dactilares y palmares. También le dijo que la visitaría cinco veces al año. Su familia lo criticó por el acoso continuado. No está claro si la Sra. Wang cumplió la exigencia de Qi.

Informe relacionado:

Mujer de 65 años sentenciada a cuatro años por defender su fe (inglés)