(Minghui.org) Dos mujeres de la ciudad de Longkou, provincia de Shandong, fueron condenadas a dos años de prisión el 12 de marzo de 2024 por practicar Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.
Chen Guifang y Jiao Linhui se encontraban entre los 23 residentes de Longkou (21 practicantes de Falun Gong y dos de sus familiares) detenidos en torno a las 5 de la madrugada del 9 de mayo de 2023. Más de 100 agentes de ocho comisarías de la ciudad de Longkou fueron enviados ese día para llevar a cabo la detención en grupo. Engañaron a los practicantes objeto de la detención para que les abrieran la puerta haciéndose pasar por empleados del comité de calle y vecinos del piso de abajo cuyos techos tenían goteras. Según fuentes internas, la Oficina de Seguridad Interior de la ciudad de Longkou orquestó la redada policial.
La Sra. Jiao, natural de Tianjin, fue detenida por agentes de la Comisaría de Dongjiang. La policía entró forzando la puerta. La Sra. Chen fue detenida en casa de su hermana, la Sra. Chen Yan, que se estaba recuperando de una operación en la pierna y dependía de ella para sus cuidados. Ambas practicantes fueron retenidas en el Centro de Detención de la ciudad de Yantai. Yantai supervisa Longkou.
La policía presentó el caso conjunto a la Procuraduría de la ciudad de Longkou el 26 de julio de 2023. Pronto fueron acusados y su caso se remitió al Tribunal de la ciudad de Longkou el 21 de agosto.
Primera audiencia judicial
Cuando las Sras. Jiao y Chen comparecieron ante el tribunal el 1 de noviembre de 2023, el juez permaneció en la misma habitación con sus familiares, mientras que colocó a ambas mujeres en la habitación contigua. El procurador Wang Fei acusó a la Sra. Jiao de ser una "delincuente reincidente", ya que en el pasado fue condenada dos veces a trabajo forzado por su fe en Falun Gong. La Sra. Jiao afirmó que nunca debería haber sido perseguida por ejercer su derecho a la libertad de creencia, protegido por la Constitución. Por tanto, el trabajo forzado no era legítimo.
La Sra. Chen testificó contra la policía por mentirle. Prometieron enviarla a casa tras someterla a un examen físico el día de su detención, pero la llevaron al Centro de Detención de la ciudad de Yantai justo después de la visita al hospital. Dijo que se había recuperado tras empezar a practicar Falun Gong hace más de veinte años, pero que había desarrollado hipertensión y migrañas tras sufrir malos tratos en el centro de detención durante más de cinco meses. Los guardias la obligaron a tomar diariamente unos medicamentos desconocidos.
La Sra. Chen y su abogado también protestaron contra el formato de la audiencia. Preguntaron al presidente del tribunal por qué la había puesto a ella y a la Sra. Jiao en una sala distinta a la de los demás cuando ya habían sido llevadas al tribunal y no padecían ninguna enfermedad contagiosa.
La Sra. Chen señaló además que se le dijo que presidiría el juicio un juez diferente y que no se le informó del cambio de juez a cargo con antelación, como exige la ley. El juez no abordó estas cuestiones y dio por concluida la audiencia en media hora.
Segunda audiencia judicial
Ambas mujeres acudieron a la segunda audiencia judicial el 26 de diciembre de 2023. Los abogados de las practicantes argumentaron que la Oficina de Seguridad Interior de la ciudad de Yantai, que emitió una carta para "autentificar" los materiales de Falun Gong confiscados a ambas mujeres como "propaganda de culto", no tenía autoridad para hacerlo. Como agencia encargada de hacer cumplir la ley, existe un obvio conflicto de intereses para que emitan algo relacionado con las pruebas. Por ley, sólo una agencia forense independiente puede examinar y verificar las pruebas de la acusación. Por lo tanto, la carta de la Oficina de Seguridad Nacional y las pruebas que "autentificaron" deben ser invalidadas.
Durante la fase de contrainterrogatorio de pruebas, el procurador Wang Fei mostró un vídeo en el que se veía a una persona con un casco amarillo conduciendo una motocicleta eléctrica, con otra persona en la motocicleta. Aunque el vídeo no mostraba claramente los rostros de las dos personas, Wang afirmó que era la Sra. Chen quien llevaba a la Sra. Jiao y que se dirigían a distribuir material de Falun Gong.
La Sra. Chen dijo que ella no llevaba ese casco amarillo. Aunque fuera ella quien aparecía en el vídeo, Wang no tenía pruebas de que se dirigiera a distribuir material de Falun Gong.
El abogado de la Sra. Chen exigió su absolución. Añadió que su clienta tiene libertad de religión y expresión para practicar su fe y darla a conocer a la gente. No hizo nada malo y no debería ser condenada. El procurador hizo caso omiso de su declaración.
El juez Zhao Yu condenó a ambas mujeres a dos años de prisión el 12 de marzo de 2024.
Las dos anteriores condenas de la Sra. Jiao en campos de trabajo forzado
No es la primera vez que la Sra. Jiao es perseguida por su fe. En el pasado cumplió dos condenas en campos de trabajo por un total de tres años y fue sometida a tortura y lavado de cerebro.
Un año de trabajo forzado en 2004
Un día de verano de 2003, cuando la Sra. Jiao aún vivía en Tianjin, agentes de la Comisaría de Policía de Shengli se presentaron en su puerta y exigieron comprobar si tenía material de Falun Gong en su casa. También le ordenaron que fuera a la comisaría a escribir una declaración para renunciar a Falun Gong. La Sra. Jiao se negó a abrir la puerta y a cumplir sus exigencias. Por temor a más persecuciones, se marchó de casa en mitad de la noche. Al día siguiente, la policía irrumpió en su casa para registrarla. Se vio obligada a vivir fuera de casa durante más de seis meses para evitar a la policía.
El 14 de abril de 2004, poco después de que la Sra. Jiao regresara a casa para reunirse con su marido y su hijo de cuarto grado, fue detenida por agentes de la Comisaría de Policía de Shengli y condenada a un año de trabajo forzado en el Campo de Banqiao, en Tianjin.
En el campo de trabajo, la Sra. Jiao fue obligada a permanecer de pie y ver programas de televisión que difamaban a Falun Gong durante todo el día. Los guardias también la retuvieron en una habitación de aislamiento, donde las paredes tenían escritos eslóganes que difamaban a Falun Gong y el suelo estaba cubierto de fotos del fundador de Falun Gong. Un guardia le ordenó que pisara las fotos. Cuando la Sra. Jiao se negó, el guardia Xia Chunli la abofeteó. Otro guardia, Liu Junying, rompió una foto e hizo que las reclusas pusieran los trozos en el zapato de la Sra. Jiao.
Como la Sra. Jiao se negó a realizar el trabajo no remunerado, los guardias la obligaron a permanecer de pie durante cuatro días seguidos, con sólo dos horas de sueño cada noche. Esta tortura se repitió varias veces. Los guardias también torturaron a las compañeras de celda de la Sra. Jiao para incitar su odio hacia ella y aumentar su presión mental con el fin de obligarla a renunciar a Falun Gong.
Dos años de trabajo forzado en 2009
La Sra. Jiao fue detenida de nuevo el 8 de febrero de 2009 por distribuir material de Falun Gong en Tianjin. Tenía heridas en la cara y el cuello tras ser golpeada por la policía. Primero la retuvieron en el Centro de Detención del distrito de Jinnan y después la trasladaron al Campo de Trabajo Forzado para Mujeres de Banqiao para cumplir una condena de dos años.
Por negarse a realizar el trabajo no remunerado, la obligaron de nuevo a permanecer de pie durante cuatro días seguidos sin apenas dormir entre ellos. También fue retenida en régimen de aislamiento, sometida a lavados de cerebro y a periodos más largos de privación de sueño. Los guardias también instigaron a drogadictas a golpearla.
En una nueva campaña ordenada por la Oficina 610 de Tianjin en agosto de 2009 para intensificar la tortura a los practicantes que no renunciaban a Falun Gong, los guardias prepararon una habitación específica, pusieron la foto del fundador de Falun Gong en un saco de arena y ordenaron al practicante que golpeara el saco. Algunos guardias también ordenaron a los practicantes que pisaran las fotos del fundador de Falun Gong.
La condena de Jiao se prorrogó cinco días porque se mantuvo firme en su fe.
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