​La Prisión de Mujeres de la provincia de Liaoning prescribe drogas desconocidas a practicantes de Falun Gong

(Minghui.org) La 12.ª División de la Prisión de Mujeres de la provincia de Liaoning es conocida como el área correccional y de entrenamiento intensivo, y está especialmente designada para perseguir a los practicantes de Falun Gong. Las reclusas, instigadas por los guardias, no sólo torturan a las practicantes sino que también añaden drogas desconocidas a su comida.

A las practicantes no se les permite traer nada a la prisión cuando son admitidas. Primero son enviados a la 2.ª División para sesiones de lavado de cerebro. Si se niegan a renunciar a su fe, tres meses después son enviados a la 12.ª División.

Una vez que las practicantes son enviadas a la 12.ª División, sus familiares no pueden obtener ninguna información sobre ellos. Tampoco se les permite recibir visitas de sus familiares. Se asignan dos reclusas para monitorear a un practicante. Las practicantes son llevadas a una habitación para ser torturadas. Los métodos de tortura incluyen privación del sueño, no darle nada de comer o no permitirle usar el baño, obligarlo a permanecer de pie durante largas horas, golpizas, humillación, obligarlo a mirar videos difamando a Falun Gong, obligarlo a escribir declaraciones de garantía e informes de pensamientos, y obligadas a decir cosas difamatorias sobre Falun Gong. El objetivo de estos métodos es obligarlos a renunciar a su fe.

A la Sra. Xu Xiuyun de la ciudad de Fushun le drogaron en la comida durante mucho tiempo; La Sra. Jiang Wei de la ciudad de Chaoyang a menudo fue obligada a permanecer de pie durante horas y las reclusas la golpearon, abusaron y drogaron, lo que la debilitó mucho. Algunas practicantes fueron encerradas en régimen de aislamiento. Algunos practicantes fallecieron unos meses o unos años después de ser liberados, debido a las drogas desconocidas.

Los guardias o reclusas inmediatamente alimentan a los practicantes con drogas desconocidas si pierden el conocimiento debido a la tortura. Las drogas también se añaden a sus comidas. Los practicantes que tiran la comida (con las drogas dentro) son castigadas si son descubiertas por los guardias o las reclusas. Se informó que los guardias de la 11.ª División estaban realizando “experimentos con drogas” con las practicantes.

Algunas practicantes que fueron alimentadas con los medicamentos sufrieron pérdida de memoria, se sintieron confundidas o desarrollaron síntomas similares a la diabetes y la enfermedad coronaria.

Otros métodos de tortura física incluyen:

De pie

Las practicantes que ingresan a la prisión primero son obligadas a permanecer de pie durante 24 horas sin moverse, o serían golpeadas por las reclusas. Como resultado, los cuerpos de algunas practicantes se hincharon y algunas quedaron aturdidos al estar de pie. Las reclusas rotan en turnos para monitorear a las practicantes.

No se permite lavarse ni usar el baño

A las practicantes no se les permite lavarse ni usar el baño durante 24 horas. A algunas practicantes les dolía mucho la parte inferior del abdomen por tener que retener la orina y algunas desarrollaron micción frecuente. Para reducir el uso de los baños, algunas iniciaron una huelga de hambre pero fueron alimentadas a la fuerza. Algunas iniciaron una huelga de hambre durante cuatro días y defecaron en sus pantalones. Como no se les permitía usar el baño, algunas orinaban o defecaban a menudo en los pantalones, pero no se les permitía lavarlos.

Las practicantes que se niegan a transformarse se ven obligadas a tomar medicamentos que dañan el sistema nervioso central.

Tortura mental

A las practicantes a menudo se les lava el cerebro con teorías y videos que difaman a Falun Gong. También se les obliga a redactar declaraciones de garantía y leerlas mientras se les graba. Los practicantes también deben escribir informes de pensamientos en profundidad.

Otros métodos

La prisión trata a cada practicante de manera diferente según cuánto se han transformado. Algunos practicantes que no se oponen a la persecución son transferidos a otra división para trabajar, mientras que aquellos que no “pasan” la transformación son sometidos a torturas de larga duración.