(Minghui.org) El Sr. Jin Xiaofeng, de la ciudad de Shenyang, provincia de Liaoning, se enfrenta a un juicio por practicar Falun Dafa. Falun Dafa convirtió a este hombre, antes egoísta y frío, en una persona cálida, considerada y amable.
Mr. Jin Xiaofeng
El 13 de julio de 2024 el Sr. Jin, de 65 años, estaba hablando con otra practicante de Falun Dafa, la Sra. Zhao Guiping, en la calle, cuando de repente cinco agentes de paisano se abalanzaron sobre ambos y afirmaron que llevaban tres meses siguiéndole. Sin presentar ninguna identificación ni orden de registro, registraron el coche del Sr. Jin y confiscaron más de 500 folletos de Falun Dafa. Ese mismo día, la policía también registró el domicilio de Jin y le confiscaron un ordenador y una impresora.
Mientras se dirigían a allanar la casa del Sr. Jin, un agente le dijo: «La gente como usted probablemente moriría bajo custodia y toda su descendencia estaría implicada".
Ese mismo día fue llevado a la Comisaría de Quanyuan. Durante el interrogatorio, la policía prometió liberarlo en tres días si respondía a todas sus preguntas. Él se negó y exigió representación legal.
Posteriormente fue llevado al Centro de Detención del distrito de Shenhe y luego trasladado al Centro de Detención del distrito de Dadong. La Procuraduría del distrito de Dadong aprobó su detención el 19 de agosto. Entre octubre y noviembre, el procurador Hu Dan devolvió su caso a la policía para obtener pruebas adicionales. Mientras tanto, la policía llamó varias veces a su familia para acosarla.
El procurador Hu acusó a Jin el 10 de diciembre. Ahora está siendo juzgado por el Tribunal del distrito de Dadong, y su caso lo lleva el juez Zhang Jutao.
Mejora su carácter después de practicar Falun Dafa
El señor Jin solía ser egoísta y no se preocupaba por nadie más que por sí mismo. A menudo se peleaba con su familia y sólo se centraba en sus propias necesidades. Su familia estaba al borde del desastre.
Después de practicar Falun Dafa, abandonó sus malos hábitos y empezó a cuidar de sus suegros enfermos. Ya no decía que no cuando otros miembros de su familia o amigos le pedían ayuda. También se interesó menos por su beneficio personal y dejó de enfadarse cuando recibía productos defectuosos de las compras que hacía por internet.
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