(Minghui.org) ¡Saludos Shifu! ¡Saludos compañeros practicantes!

Comencé a memorizar el Fa en 1996. En ese entonces no tenía mucho trabajo y planeaba hacer los exámenes para obtener una maestría, así que estudiaba mucho. Más tarde me di cuenta de que era mejor usar ese tiempo para memorizar las enseñanzas. Así que memoricé el Fa párrafo por párrafo. En 2001, memoricé entero el libro Zhuan Falun. Ahora recito el Fa cuando lo estudio con otros practicantes. Copié a mano Zhuan Falun 30 veces, y Hong Yin, Hong Yin II, Hong Yin III, Hong Yin IV, Hong Yin V, 24 veces.

Memorizar el Fa jugó un papel importante para ayudarme a hacer bien las tres cosas y a superar varias tribulaciones.

Iluminándome mientras atravesaba el yeli de enfermedad

En septiembre de 2019 pasé por yeli de enfermedad. Un día me levanté temprano y tuve una sensación de miedo. Cuando entré al baño, de repente me salió agua marrón por la nariz y la boca. Sabía que no era un síntoma de enfermedad porque no vomité nada. Sin embargo, mi miedo aumentó. Sudaba mucho, me sentía débil y tenía dificultad para respirar. Algo andaba mal con mi estómago. No me sentía cómoda estando de pie o sentada. No podía respirar a menos que me reclinara a medias en la cama. El más mínimo movimiento me dejaba sin aire.

En los días siguientes sentía dificultad para respirar o caminar. Sudaba y tenía miedo de morirme en cualquier momento. Sabía que era una prueba de vida o muerte. Todas las mañanas, cuando me levantaba, me sentía incómoda y tenía miedo. Es difícil describir con palabras esa sensación. Pensé que ese estado desaparecería pronto, pero duró varios años. Poco a poco fue disminuyendo. Cuando el miedo surgía, me entraba pánico. Siempre que me encontraba en ese estado, copiaba a mano el Fa o lo escribía de memoria. No podía leer el Fa cuando me sentía angustiada, pero podía escribirlo de memoria.

La vida es frágil. Por muy grande que sea una persona, puede derrumbarse cuando el yeli la golpea. Por eso no me atrevo a ser arrogante ni a causar yeli. El yeli causa todo tipo de cosas terribles y uno no podrá superarlo sin la protección del Fa.

Comprendí que este largo proceso de disolución de yeli consistía en abandonar mi apego al ego y a la arrogancia. Debo mantenerme humilde y ser respetuosa. El Fa es lo más importante.

Un viejo refrán dice: “La mayor virtud tiene la característica del agua: beneficia dondequiera que fluye, pero no se atribuye el mérito por el bien que ha hecho”. Los cultivadores deben ser humildes. La característica del nuevo cosmos es ser desinteresado y actuar por el bien de los demás, no arrogante.

Aclarando la verdad a pesar de la persecución

Me arrestaron nuevamente este año mientras estaba en otra provincia. Le dije a la policía que me arrestó que Falun Dafa es recto y que todos los practicantes son buenas personas, y que los trataran bien.

Dije: “Falun Dafa tiene increíbles beneficios para la salud y mejora la moralidad de las personas. Beneficia a la gente y al país. No hace daño alguno. Me arrestaron porque digo que Falun Dafa es bueno. Entonces, ¿qué crímenes han cometido los medios de comunicación al usar propaganda para demonizar a Falun Dafa? Les cuento la verdad, pero los medios mienten a la gente. ¿No deberían ustedes acusarlos? El incidente de la autoinmolación en Tiananmen fue una puesta en escena y engañó a muchas personas, y provocó que muchas personas odien a Falun Dafa”.

Escribieron lo que dije en mi expediente.

Un día almorcé con cinco oficiales que estaban a cargo de mi caso. Hablé sobre la corrupción del PCCh y ellos lo reconocieron. Dije: “El PCCh entregó 64 localidades, incluidas Vladivostok, la isla de Sakhalin y la cordillera exterior de Xing'an, más de un millón de kilómetros cuadrados, a Rusia. Fue un tratado históricamente injusto. El mundo lo sabe, pero no habla de ello. Pero el PCCh lo reconoce, e incluso entregó Tannu Uriankhai, aproximadamente del tamaño de la provincia de Henan, a Rusia. Es traición ceder territorio a otros países en tiempos de paz”. Uno de los oficiales dijo que sabía sobre esto.

Llegó un nuevo oficial, un joven seguro de sí mismo que había servido en el ejército. Dijo que se alistaría en el ejército si había una guerra. Sabía lo que quería decir y le dije que los chinos eran muy patrióticos. Le pregunté si sabía que durante la masacre del  4 de junio, Xu Qinxian, comandante del 38º ejército, no obedeció la orden de fusilar a los estudiantes. Dijo que lo sabía.

Dije: “Es un hombre con conciencia. No ordenó a sus soldados matar a los estudiantes. Preferiría que lo mataran a ser un criminal”. Le pregunté si mataría a los estudiantes si se lo ordenaran. No dijo nada.

Durante otro interrogatorio me pidieron información sobre los demás practicantes. Les dije: “No les voy a decir nada. He pasado por terribles penurias. ¿Creen que haría que otros practicantes pasaran por lo que yo pasé? Somos buenas personas y no hemos violado ninguna ley”. Dejaron de preguntar.

Me dijeron que practicantes del exterior los llamaron por teléfono. Me preguntaron si la piedra con caracteres chinos era real y de qué se trataba la historia de las 10 enfermeras colgadas hasta la muerte. Les expliqué: “Si buscan en internet, pueden encontrar imágenes de la piedra que tiene los caracteres chinos: 'El PCCh perece'. Se formó de forma natural hace unos 100 millones de años. La desaparición del PCCh es la voluntad del Cielo. La historia de las diez enfermeras se refiere a 10 enfermeras de los campos de concentración nazis que fueron enviadas a la horca después de la guerra debido a que siguieron órdenes de torturar y matar a prisioneros judíos”. Sus preguntas indicaron que las llamadas telefónicas de los practicantes en el exterior desempeñaron un papel importante para evitar que hicieran el mal.

Durante el último interrogatorio les dije que no persiguieran a los practicantes porque no se trataba solo de los practicantes, sino también de ellos mismos. Son responsables de los crímenes que cometen durante su vida.

Los agentes de la procuraduría me interrogaron después de que estuve detenida durante 30 días. Les dije: “No quería responder a sus preguntas, pero para mostrarles mi respeto, las responderé. No firmaré ningún documento porque no he violado ninguna ley”. Después del interrogatorio, me pidieron que firmara el documento. Me negué. Dijeron: “Puedes escribir ‘Falun Dafa es un Fa recto’ y firmar”. Me negué a firmar. Llamaron a su líder para pedirle consejo y luego se fueron. Supe por su interrogatorio que me conocían a mí y a mi caso muy bien y que deberían haber hablado con los agentes del departamento de policía que estaban a cargo de mi caso antes de que vinieran.

Le dije a los agentes de policía: “No voy a cooperar con ustedes porque no he violado ninguna ley. En todo el mundo hay gente que practica Falun Dafa, pero en China el PCCh persigue a Falun Dafa. En Hong Kong y Macao también hay gente que practica Falun Dafa. En Taiwán hay mucha gente que practica Falun Dafa. ¿Creen que los problemas son del mundo o del PCCh?”.

Mis experiencias en un centro de detención

Recité tres conferencias al día en el centro de detención. Mientras las reclusas veían la televisión, hice el ejercicio de meditación durante una hora y también envié pensamientos rectos.

Al principio no me atrevía a practicar los ejercicios abiertamente, pero el guardia les dijo a las reclusas que no aprendieran de mí cuando los hacía. Me preguntó a qué hora los hacía. Me di cuenta de que me estaba dando una pista para que practicara los ejercicios, así que los practiqué abiertamente.

Una reclusa me pidió que leyera las reglas de la prisión. Antes de que dijera nada, el supervisor de la celda me preguntó: “¿Las leerá? ¿Falun Dafa leerá el material del PCCh?”.

Un día, las reclusas me rodearon y me escucharon, lo cual era contrario a las normas. Un guardia les dijo por el altavoz que se sentaran, pero lo dijo con cortesía. Sabía que un practicante de Falun Dafa estaba hablando y no maldijo.

Fue tal como dijo Shifu: “La luz fo ilumina todo, volviendo todo recto, perfecto y brillante” (Tercera Lección, Zhuan Falun)

Recité el poema “Ser un humano” de Hong Yin a los reclusos. Cuando una reclusa lo elogió, le dije que lo había escrito Shifu.

Una reclusa me pidió que escribiera el poema “Sin intención” (de Hong Yin) en el dorso de su mano y dijo que lo memorizaría. Algunas reclusas me pidieron que les mostrara los gestos para enviar pensamientos rectos y dijeron que eran hermosos.

Expliqué los principios de Falun Dafa y dijeron que Falun Dafa era único y realmente bueno.

Recogí basura dentro de un paquete vacío de fideos instantáneos y luego lo vacié en el cubo de basura del baño. Un día, el supervisor de la celda le preguntó a una reclusa qué estaba haciendo. La reclusa me elogió por mantener la celda limpia. El supervisor se conmovió y me dio 5 paquetes de fideos instantáneos.

Cada acción o pensamiento de un practicante es como una nota musical. Debemos tocar las notas bien, con compasión. Cada nota emite energía positiva y salva a más seres conscientes.

Me di cuenta de que la gente anhela las cosas tradicionales, la moral y tiene un lado divino. Estaban perdidos y engañados por la cultura del PCCh y no sabían qué hacer.

Poco a poco fui influyendo en las reclusas. Una de ellas dijo que la forma en que el PCCh torturaba física y mentalmente a la gente era demoníaca. Una reclusa no soportó la tortura y dijo que aceptaba sobornos para que sus familiares no se vieran implicados. Dijo que, por su propia experiencia, sabía que el PCCh era un demonio. Un recluso que vivió en Beijing dijo que la gente de Beijing sabía que el incidente de la autoinmolación en Tiananmen fue una farsa porque los agentes de policía nunca patrullaban llevando extintores, como se mostró en las imágenes de televisión.

En mi día número 30 en la celda, pensé que no podría salir esta vez, sin embargo, en el fondo de mi mente todavía tenía esperanza. Una reclusa me preguntó si me liberarían pronto. Dije que me quedaría. Me transfirieron a esta celda tres días antes y ayudé a varias reclusas a renunciar al PCCh. No les había aclarado la verdad a doce reclusas y querían hablar conmigo.

El guardia llegó antes de que nos fuéramos a dormir. Gritó mi nombre y me dijo que hiciera las maletas. Las reclusas se sorprendieron. Yo también me sorprendí, pero mantuve la calma. Me dije que no quería ir. Una reclusa dijo que quería escucharme hablar al día siguiente. El guardia me preguntó si practicaba los ejercicios. Le dije que sí. Dijo que no me dejaría ir si no practicaba los ejercicios.

Sentí arrepentimiento. Estuve en tres celdas y cada vez me trasladaban de repente a otra celda, pero algunas reclusas aún no habían renunciado al PCCh. Esta vez, más de doce reclusas no lo habían hecho. Pensé que todavía tenía tiempo. Lamenté no haber aprovechado al máximo ese tiempo para ayudarlas.

El oficial que se hizo cargo de mi caso esta vez fue amable conmigo. Un día me dijo: “Te vi practicando los ejercicios y no te molesté”. Se enteró de la verdad y fue amable conmigo. Me sentí feliz por él. ¡Eligió un hermoso futuro para sí mismo!

Recité el Fa, envié pensamientos rectos y aclaré la verdad a las reclusas. Además, los practicantes en el exterior hicieron llamadas telefónicas al centro de detención. Lo imposible se hizo posible.

Memorizar el Fa cambió mi estado de cultivación

Al reflexionar sobre mi camino de cultivación, me doy cuenta de que no lo he hecho tan bien como otros practicantes en lo que respecta a mi iluminación, mis pensamientos rectos y mi introspección. Sin embargo, memorizar el Fa desempeñó un papel asombroso en mi cultivación.

Me detuvieron durante más de 40 días y luego me transfirieron a un equipo de máxima restricción en 2006. Recité Zhuan Falun unas doce veces. Me preocupaba que intentaran transformarme a la fuerza. Para mi sorpresa, el líder del equipo de máxima restricción dijo que no me transferirían ni me pedirían que escribiera las “tres declaraciones” para renunciar a mi creencia. Dijo que su única petición era que los practicantes no le causaran problemas. Pero a las practicantes que fueron enviadas allí más tarde, las amenazaron y las obligaron a escribir declaraciones de renuncia a Falun Dafa.

Estuve en el centro de detención durante 18 meses. Recité el Fa casi todas las mañanas después de levantarme hasta que me acostaba por la noche. Incluso recitaba el Fa mientras estaba en la cama. Recité el Fa mientras hacía el trabajo forzado. Recité el Fa mientras otros miraban la televisión. Recité Zhuan Falun 208 veces en esos 18 meses. Sentí que estaba rodeada de energía y experimenté grandes cambios físicos.

Vi un Falun grande cuando me liberaron del centro de detención. Normalmente solo veía dos. El guardia no me golpeó ni me insultó. El líder de la brigada quiso aplicarme una descarga eléctrica con una porra eléctrica, pero no tenía potencia. Se fue enojado. Todos sabían que estaba memorizando el Fa, pero a nadie le importó y nadie me denunció ante el guardia. El guardia dijo que allí hice lo que fuera que se necesitase hacer.

Durante los años que estuve desplazada, estuve sola. Todos los días recitaba el Fa, lo copiaba a mano, enviaba pensamientos rectos y aclaraba la verdad a la gente. Durante un tiempo, recitaba seis lecciones de Zhuan Falun al día y lo recitaba veinte veces en un mes. No me sentía sola. Durante el Año Nuevo chino y los días festivos, estaba sola y no tenía deseos de hacer nada más. Pasé un hermoso período de tiempo recitando el Fa.

Me exigí ser respetuosa, agradecida y pura mientras recitaba el Fa. Cada palabra, cada párrafo y cada página, incluso la puntuación que recitaba, debía ser correcta.

Mi vida se elevó mientras recitaba el Fa. No tenía ningún deseo por nada en este mundo. Dafa lo es todo para mí. Es un honor para mí ayudar a Shifu a rectificar el Fa. ¡Estoy muy agradecida a Shifu!

¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, compañeros practicantes!