(Minghui.org) Cuando el consejo editorial de Minghui publicó el artículo “Lo que todos los discípulos de Dafa deben saber”, el 30 de junio de 2018, la mayoría de los practicantes en mi área desinstalaron WeChat. Sin embargo, algunos de ellos usaron Telegram por conveniencia. Yo era uno de ellos.
El 3 de noviembre de ese año, Minghui publicó otro editorial, «Es esencial prestar atención a la seguridad y a la protección», que pedía a los practicantes que no usaran Telegram, ni otras aplicaciones de medios sociales que plantearan riesgos de seguridad. Entonces desinstalé Telegram, pero algunos practicantes locales siguieron utilizándola.
Sin embargo, volví a instalar Telegram en 2020 por la comodidad de contactar con compañeros practicantes durante la pandemia. No fue hasta hace poco que me di cuenta de que algo iba mal cuando un compañero practicante que había estado fuera del pueblo durante muchos años volvió, descubrió el problema y habló con nosotros.
¿Por qué lo hice? Cuando miré hacia dentro me di cuenta de que tenía muchos apegos. Cuando empecé a utilizar la aplicación, buscaba la comodidad de comunicarme con otros practicantes. Pero, poco a poco, me fui apegando a mi móvil. Lo llevaba a todas partes y a todas horas. Siempre que tenía tiempo, navegaba por Internet, e incluso ponía el móvil a mi lado cuando estudiaba el Fa por miedo a perderme un mensaje. Estaba totalmente controlado por él.
De hecho, en lo que respecta a la seguridad del móvil, Shifu nos dio una orientación muy clara y Minghui también nos lo recordó varias veces. Sin embargo, yo no podía soltar mi apego; en lugar de eso, busqué todo tipo de excusas e incluso malinterpreté el recordatorio de Minghui: lo que Minghui mencionó es la coordinación de esos estudios colectivos de Fa a gran escala y en línea y el envío de pensamientos rectos, mientras que yo sólo participaba en comunicaciones a pequeña escala, así que sentí que no debería haber ningún problema. Traté de engañarme pensando que esta aplicación era segura y que las viejas fuerzas no podrían vigilarme mientras tuviera fuertes pensamientos rectos. Me dije que muchos practicantes la utilizaban y no eran perseguidos.
Por supuesto, en circunstancias normales, no hay nada malo en la comodidad y en hacer las cosas rápidamente con el fin de validar el Fa. Pero sí es un problema si simplemente intento hacer las cosas fácilmente sin tener en cuenta el riesgo para la seguridad.
Lo que estaba haciendo es como saltarse un semáforo en rojo. A menudo nos saltamos semáforos en rojo al cruzar la calle. No solemos tener problemas, pero es muy peligroso. Además, aunque no sea peligroso, sigue siendo una infracción de las normas de tráfico y una infracción a la ley. Utilizar aplicaciones de redes sociales con la esperanza de que no pase nada es igual que saltarse semáforos en rojo en la cultivación.
Como nos recuerda Minghui, prestar atención a la seguridad del teléfono móvil es ser responsable con uno mismo y con los demás practicantes. Para aquellos que no prestan atención a la seguridad, una vez que sean perseguidos por las viejas fuerzas que aprovechan esta brecha, ¿cuál es su excusa? ¿Están dispuestos a pagar por las vidas que arriesgan?
Quiero recordar a los compañeros practicantes que la cultivación es algo serio, y que cualquier apego puede ser un obstáculo en nuestro camino de cultivación. Debemos dejar de poner excusas para «saltarnos el semáforo» y ser verdaderamente responsables con nosotros mismos y con los demás.
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Categoría: Opinión y análisis