(Minghui.org) El sitio web Minghui.org se enteró recientemente de que una anciana residente de la ciudad de Nanchang, provincia de Jiangxi, fue encarcelada durante dos años entre 2019 y 2021, por su fe en Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el Partido Comunista Chino desde julio de 1999.
La Sra. Ye Julan acababa de regresar a su casa alrededor de las 11 a. m. del 4 de septiembre de 2019, cuando ocho oficiales de la División de Seguridad Nacional del distrito de Dongxiang en la ciudad de Fuzhou (que colinda con la ciudad de Nanchang) irrumpieron y la esposaron. La obligaron a sentarse en el sofá y no le permitieron hablar ni moverse. La policía allanó su casa durante dos horas y le confiscaron todos sus libros de Falun Gong, un retrato del fundador de Falun Gong, su ordenador, su teléfono móvil y más de 500 yuanes (aprox. 70 dólares) en efectivo.
La policía interrogó a la Sra. Ye durante más de diez horas antes de llevarla al hospital para un examen físico alrededor de las 11 p. m. de ese día. Se descubrió que tenía la presión arterial peligrosamente alta. A pesar de la recomendación del hospital de que la internaran para recibir atención médica, la policía la llevó al Centro de Detención de la ciudad de Fuzhou inmediatamente después del examen.
Posteriormente, la Sra. Ye fue sentenciada a dos años y transferida a la Prisión de Mujeres de la provincia de Jiangxi. Inicialmente estuvo detenida en el Equipo Dos de la División Dos. Los guardias allí instigaron a las reclusas a maltratarla. Un día, una reclusa le ordenó que admitiera que era una criminal. La Sra. Ye se negó, y la reclusa la golpeó en la cara varias veces y le ordenó que recitara las reglas de la prisión.
Las reclusas también obligaron a la Sra. Ye a permanecer de pie durante más de diez horas todos los días. Su presión arterial se disparó hasta más de 200 mmHg (el rango normal es 120 o menos). También le proporcionaron sólo una cantidad limitada de alimentos y no le permitieron lavarse la cara o ducharse.
La Sra. Ye se mantuvo firme en su fe y fue reasignada al estricto equipo de administración, que fue designado para torturar a los practicantes de Falun Gong leales. Los guardias y reclusas le ordenaron que imprimiera sus huellas dactilares en papelitos que contenían palabras que difamaban a Falun Gong y a su fundador. Ella se negó a obedecer. La agarraron del pelo y la golpearon y patearon, y luego le agarraron la mano a la fuerza para tomarle las huellas dactilares en los papelitos.
Una vez, un guardia golpeó a la Sra. Ye en la cabeza varias veces. Tampoco le permitieron usar el baño cuando lo necesitaba. Una vez le dolió mucho el estómago, pero el guardia de turno le ordenó que admitiera que era una criminal, o tendría que esperar a los descansos programados para ir al baño. Ella se negó a admitir la culpa inexistente y casi se desmaya por no poder usar el baño.
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Categoría: Hechos de la persecución