(Minghui.org) A mi mujer le diagnosticaron una rara enfermedad cardiaca en 1997. Los expertos médicos que la atendieron dijeron que nunca habían visto síntomas tan complicados. Probó tanto la medicina china como la occidental durante un año, pero no notó ninguna mejoría. Tenía fuertes dolores todos los días. Por aquel entonces, nuestra hija sólo tenía 6 años y estábamos angustiados por nuestro futuro.
Mi mujer conoció a alguien que le recomendó Falun Dafa. Fue al lugar de los ejercicios y aprendió los ejercicios. Después se sintió mucho mejor. Después de hacer los ejercicios durante unos días más, recuperó la energía y su enfermedad cardíaca desapareció. No hay palabras para expresar la gratitud de nuestra familia a Shifu. Mi mujer volvió al trabajo después de un año de baja médica. Ella me sugirió que yo también practicara Dafa, pero yo no tenía ningún interés.
El Partido Comunista Chino comenzó a perseguir a Falun Dafa el 20 de julio de 1999 y a difundir mentiras para difamarla. Para aclarar la verdad sobre Falun Dafa, mi esposa contó a la gente su experiencia personal, puso carteles en las calles y distribuyó materiales. Fue detenida y llevada a un centro de detención. Los agentes intentaron obligarla a renunciar a su fe. Ella dijo: "Mi vida me la dio Shifu. No permitirme practicar equivale a quitarme la vida". Hizo huelga de hambre durante una semana y luego la liberaron.
Mi mujer y yo trabajábamos en la misma empresa. Cuando su jefe no pudo convencerla de que renunciara a Falun Dafa, se dirigieron a mí y me amenazaron con degradarme de jefe a trabajador normal. Como había sido testigo de los cambios de mi mujer por practicar Falun Dafa, me negué a colaborar con las autoridades para que la transformaran.
Le dije a mi supervisor: "La vida de mi esposa fue otorgada por Shifu. Ella tiene derecho a seguir creyendo en Shifu y en Dafa. Seguir los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia para ser una buena persona, no perjudica a la sociedad ni a la familia". Al final, mi mujer fue despedida y yo fui degradado. Más tarde, también me despidieron a mí y en la escuela nuestro hijo sufrió discriminación.
Para mantener a la familia, mi mujer se fue a trabajar a otra ciudad. Dondequiera que estuviera, vivía según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia para ser una buena persona. Sin embargo, la policía siguió buscándola y acosándola incluso después de muchos años. La detuvieron y la llevaron a un centro de lavado de cerebro. Allí contó a la gente su experiencia con la práctica de Dafa y dijo: "Espero que todo el mundo no pierda esta oportunidad tan difícil de conseguir. El propósito de la vida es volver al propio origen. Estoy haciendo lo más recto y mi determinación de practicar Dafa nunca cambiará".
El 22 de abril de 2019, muchos policías vestidos de civil irrumpieron en mi casa y arrestaron a mi esposa. Nuestra casa fue saqueada y sus libros de Dafa, materiales y el retrato Shifu fueron confiscados. También me pusieron bajo arresto domiciliario. Más tarde, mi mujer fue condenada a 7 años de prisión y sigue encarcelada. En la cárcel no me dejaban visitarla. Me preocupaba por ella todos los días y no podía comer ni dormir bien.
Un día de agosto de 2022 de repente tuve un terrible dolor de cabeza y me sentí mareado. Me costaba hablar e incluso organizar mi discurso. Mi hija me envió al hospital. Me diagnosticaron hipertensión, diabetes e infarto cerebral. Estuve hospitalizado más de diez días y no noté ninguna mejoría. La tensión arterial no disminuía, ni tampoco mi nivel de azúcar en sangre. El dolor de cabeza persistía y me sentía mal del estómago. Apenas podía comer y no tenía energía. No podía dormir y estaba nervioso y asustado. Sentía que todo mi cuerpo se derrumbaba y que mis días estaban contados. Fue tortuoso soportar todas las molestias, pero me hizo aún más miserable que me hicieran una resonancia magnética. Durante la prueba sentí como si la cabeza me hubiera explotado.
La suegra de mi hija también es practicante de Dafa. Cuando el tratamiento médico no me hizo efecto, me sugirió que probara a practicar Falun Dafa. Decidí intentarlo. Empecé a recitar las frases auspiciosas: "¡Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia y Tolerancia es bueno, ¡Shifu es bueno!". Insistí todos los días y mi pronunciación se normalizó gradualmente y pude hablar con coherencia. Al estudiar el Fa y al hacer los ejercicios, mi dolor de cabeza desapareció y mi presión sanguínea se normalizó. Mi nivel de azúcar en sangre ya no es alto y mi capacidad para dormir ha mejorado mucho. Por fin he experimentado lo que es estar libre de enfermedades.
Estoy muy agradecido a Shifu por salvarme y darme una nueva vida.
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