(Minghui.org) [Nota del editor: Tanto en la cultura occidental como en la china, el principio de retribución kármica, es decir, ser considerado responsable en última instancia de las propias acciones, es ampliamente aceptado. La enseñanza fundamental de Falun Gong es Verdad-Benevolencia-Tolerancia. El universo recompensará los actos que estén en armonía con estos principios, mientras que golpear, torturar y matar a las personas incurrirá en retribución kármica. Dicho de otra manera, las buenas obras serán recompensadas con el bien, mientras que las malas recibirán la debida retribución. Artículos como este pretenden ser un recordatorio compasivo de este principio para aquellos que cometerían actos ilícitos.]

Cuando el Partido Comunista Chino (PCCh) ordenó la persecución a Falun Gong en julio de 1999, movilizó a todo el país para participar en la campaña. Además de la policía que arresta a los practicantes, los procuradores y jueces que sentencian a los practicantes a prisión, así como los guardias de los centros de detención y prisiones que torturan a los practicantes, el público en general y los miembros del personal del comité residencial también están incentivados a monitorear y denunciar a los practicantes.

Si bien muchas de estas personas afirmaron que no creían en la retribución del yeli (kármica) por realizar malas acciones, Minghui.org ha documentado más de 10.000 casos de represalia de varios funcionarios gubernamentales, agentes de policía o ciudadanos comunes desde el inicio de la persecución. Algunos de los represores murieron de enfermedades, otros fueron alcanzados por un rayo y murieron, algunos murieron en accidentes automovilísticos, algunos se suicidaron y otros perdieron sus trabajos o fueron sentenciados.

Este artículo incluye casos de miembros del público en general que recibieron retribución del yeli (kármica) por participar en la persecución.

Casos de represalias en la provincia de Sichuan

Hu Faming era el director de un equipo de producción de cultivos en el condado de Miyi, provincia de Sichuan. Su equipo recibía a menudo materiales de Falun Gong alrededor del año 2000. Siempre entregaba los materiales al gobierno del municipio, lo que resultaba en que los materiales fueran destruidos cada vez.

Un año después, se descubrió que Hu tenía cáncer de hígado y pronto murió. Poco después de su muerte, su padre, su hijo y su esposa también fallecieron uno tras otro, dejando atrás a su nieto.

Gu Xingji, un residente de 60 años del pueblo de Guabang, condado de Miyi, denunció a un practicante de Falun Gong por hablar con la gente sobre la persecución en la calle. La policía apareció y arrestó al practicante. Tres meses después, a Gu le diagnosticaron cáncer y murió poco después.

Caso de represalias en la provincia de Liaoning

Dong Yanxue era el director de contabilidad de la aldea de Baijia, distrito de Jinzhou, ciudad de Dalian, provincia de Liaoning. Mientras estaba en una patrulla regular en la aldea el 21 de enero de 2001, encontró algunos carteles de Falun Gong en la pared exterior del edificio de oficinas del comité de la aldea. Al ver a un practicante de Falun Gong distribuyendo folletos, llamó a la policía para denunciarlo. Cuando otros practicantes intentaron persuadirlo para que no participara en la persecución, Dong dijo muchas veces: "¿Por qué no recibí retribución del yeli (kármica)?". Un día del otoño de 2003, Dong de repente se sintió mal. Fue al hospital para un examen físico y se descubrió que tenía cáncer de pulmón en etapa avanzada. Murió 70 días después.

Casos de represalias en la provincia de Guizhou

A tres residentes de una zona residencial de la ciudad de Guiyang, provincia de Guizhou, se les descubrió cáncer en el verano de 2022. Todos ellos trabajaron para el comité residencial y participaron en la persecución.

A Bao Guangxing, de unos 70 años, se le descubrió cáncer de recto y recibió quimioterapia. Mientras era directora del comité residencial, fue al Centro de Lavado de Cerebro de Lannigou para lavar el cerebro a los practicantes de su vecindario detenidos allí y los engañó para que escribieran declaraciones para renunciar a Falun Gong. También obligó a un practicante anciano a entregar sus libros de Falun Gong amenazándolo con asaltar su casa. El practicante estaba profundamente dolido por la terrible experiencia.

Fan Chengzhang, también de unos 70 años y director del comité residencial, desarrolló cáncer de pulmón. Mientras estuvo en el cargo, trabajó con los trabajadores comunitarios para monitorear la vida diaria de los practicantes de Falun Gong que viven en el vecindario.

El tercero fue Chang Jin. Durante la campaña de acoso “Reducción a Cero”, a menudo llamaba a los teléfonos móviles de los practicantes para acosarlos. Dirigió a la policía a irrumpir en las casas de los practicantes y, a veces, utilizó la intimidación y el engaño para intentar que los practicantes firmaran declaraciones de renuncia a Falun Gong.

Además, Chang intentó sembrar discordia entre los practicantes y sus familiares, incluso poniendo a los hijos de los practicantes en su contra presionando a su lugar de trabajo para que los despidieran. Chang murió de cáncer en agosto de 2022. Tenía 61 años.