(Minghui.org) ¡Saludos Shifu! ¡Saludos compañeros practicantes!

Empecé a practicar Falun Dafa a finales de 2019, meses antes del inicio de la pandemia. Mirando hacia atrás parece que siempre anduve cerca de Falun Dafa, pero no era mi momento de dar el paso. Ahora me doy cuenta, que desde que era una niña todo fue arreglado a la perfección por Shifu.

Comenzando el viaje de cultivación

Ya desde muy joven, recuerdo que quería reunir a todas las personas buenas que conocía y llevarlas a una isla y construir nuestro propio mundo. Después de empezar a practicar y comprender los significados más profundos de Falun Dafa, mientras leía el Fa, estas palabras me conmovieron profundamente: Shifu dijo: “El espacio del universo es originalmente benevolente y bueno y posee Zhen-Shan-Ren, esta clase de característica; el hombre, al nacer, tiene la misma característica del universo” (Primera Lección, Zhuan Falun).

Esto me devolvió a los pensamientos de mi infancia y me invadió una profunda sensación de calma que ahora llevo conmigo, ya que sé que el universo es benevolente.

Desde que era pequeña, quería que todo el mundo hiciera algo al mismo tiempo y ver el poderoso efecto que produciría en el mundo. Cuando aprendí por primera vez a enviar pensamientos rectos, podía sentir realmente ese fuerte campo de todos los practicantes mientras limpiaban los malos elementos del mundo.

Cuando aprendí a hacer el quinto ejercicio, recordé lo que dijo Shifu: “...cuando nosotros refinamos gong, no pienses en cosas buenas, tampoco puedes pensar en cosas malas, lo mejor es no pensar en nada” (Quinta Lección, Zhuan Falun) A menudo me vuelve a conectar con esa niña y me trae un cálido sentimiento de conexión con Shifu desde que era niña.

Cuando llegué a EE. UU. desde Rusia en 2007, uno de los primeros lugares que visité fue Boston Common. Recuerdo que, nada más entrar, decidí de inmediato que quería quedarme en Estados Unidos. No vi a los practicantes allí. Pero ahora, después de tantos años, sé que probablemente fue el fuerte campo que crean los practicantes lo que me atrajo.

Finalmente encontré Falun Dafa en 2017 en Londres cuando recibí un volante sobre la sustracción de órganos cerca de la Embajada de China. Aunque lo olvidé más tarde, lo recordé vívidamente cuando vi la película Candlelight Across the Street. Ese día, cuando recibí el volante, mi marido, mi hijo Adrian, de 7 meses, la hermana de mi marido y yo nos dirigíamos al Museo Británico. Justo antes de cruzar la calle, pasamos por delante de una caseta amarilla y los practicantes nos dieron un volante. Cuando me enteré de la sustracción de órganos, lo compartí brevemente con mi marido y su hermana. Aquel día no aprendimos nada sobre Falun Dafa. Dieciocho meses después, la hermana de mi marido empezó a practicar en Argentina y luego se lo enseñó a mi marido. Finalmente comencé a practicarlo también a finales de 2019, cuando mi cuñada me dijo que la práctica me ayudaría con el problema de salud que tenía debido a una complicación posparto. Ningún médico podía tratarlo ya que nadie encontraba la causa. Recuerdo vívidamente sus palabras: "Falun Dafa puede ayudarte".

Ahora, cuando le hablo a la gente sobre la práctica, sé que, aunque una persona no comience a practicar de inmediato, cada palabra, cada folleto que compartimos, cada flor de loto que damos y cada ejercicio que hacemos afuera, es parte del camino de un futuro cultivador que algún día mirará hacia atrás a cada paso, palabra, flor de loto que lo llevó hacia Dafa. Y no debemos subestimar su poder.

Abandonando el apego a la enfermedad

Aunque fue una enfermedad lo que inicialmente me impulsó a practicar, rápidamente vi un significado mucho más amplio de Falun Dafa que me conmovió profundamente. Pero después de casi un año de leer el Fa y hacer los ejercicios, mi enfermedad no desaparecía, seguía pensando que no estaba haciendo algo bien.

Un día me sorprendió darme cuenta de repente de que la razón por la que mi enfermedad no se había resuelto era que ¡ni siquiera había empezado a cultivarme! Cuando leí la parte sobre la "Cuestión de perseguir", Shifu dijo: “Muchas personas entraron a nuestro sitio de xiulian albergando corazones de perseguir. Algunos persiguen gongneng, otros quieren escuchar algunas teorías y principios, hay quienes quieren curar sus enfermedades, también hay quienes piensan en obtener un Falun” (Segunda Lección, Zhuan Falun).

Me di cuenta de que en el fondo de mi mente había estado midiendo el "éxito" de mi cultivación por un estándar tan bajo como el de simplemente deshacerme de mi enfermedad y al hacerlo, en realidad ni siquiera estaba cultivándome. En lugar de eso, intentaba eliminar la enfermedad y mantenerme en forma. Entonces comprendí que tenía que elegir entre seguir creyendo en la existencia de mi enfermedad o creer de verdad en la cultivación de mi xinxing.

Sólo cuando me concentré en seguir los principios de Zhen-Shan-Ren (Verdad-Benevolencia-Tolerancia), en mejorar realmente, y dejé de pensar en mi "enfermedad", me recuperé por completo. Milagrosamente nuestra hija vino al mundo y a nuestra familia. Justo un año antes todos los médicos y especialistas a los que consulté lo consideraban imposible.

Dejando ir el apego al miedo

Cuando empecé a practicar Falun Dafa, estaba de baja médica en mi trabajo como profesora en una universidad. Era viernes por la noche. Casi todo el mundo se había ido a casa a pasar el fin de semana. Me preguntaba por qué yo no podía apreciar más a mi familia que a mi trabajo. Cuando trabajaba en un proyecto importante y me llamaba mi madre, nunca le daba preferencia.

En el fondo siempre envidié a los que sinceramente valoraban más a su familia que a su trabajo, pero sin importar lo que hiciera no podía cambiar mi enfoque de la vida. Estaba convencida de que no había forma de cambiar y que estábamos atados a nuestra personalidad. Lo que realmente no sabía es lo rápido que puede cambiar la perspectiva de uno cuando practica genuinamente Falun Dafa.

Dejé oficialmente mi trabajo de profesora a tiempo completo un año después de comenzar a practicar y al día siguiente mi enfermedad se resolvió. Desde entonces me he quedado en casa cuidando de nuestros dos hijos y trabajando desde casa. Aunque estoy acostumbrada a trabajar mucho y dormir poco debido a la apretada agenda de trabajo y estudio que tuve mientras terminaba mi formación, lo más difícil para mí ahora es equilibrar las tareas de cuidar de mi familia, trabajar, estudiar el Fa, hacer los ejercicios y aclarar la verdad. Aunque todavía no he encontrado el equilibrio perfecto, varios descubrimientos me ayudaron a hacer grandes avances en mi cultivación mientras buscaba este equilibrio.

El primero fue descubrir el apego al miedo. Antes de que naciera nuestra hija, solía levantarme temprano por la mañana para hacer el quinto ejercicio. Me sentía más ligera y amable durante todo el día y era capaz de mantener mejor mi xinxing. Mi marido y yo (y ocasionalmente nuestro hijo) leíamos las enseñanzas de Falun Dafa con el grupo en Internet. Intentamos mantener la misma rutina después de que naciera nuestra hija, pero por mucho que lo intenté, no pude volver al antiguo horario. En realidad, esa búsqueda de lo que yo creía que era diligencia, estaba produciendo el efecto contrario. Me enfadaba con mi hijo si hacía ruido y despertaba al bebé cuando yo intentaba hacer el quinto ejercicio por la mañana; o cuando me despertaba por la noche pidiendo algo o simplemente lloraba sin motivo. Así que por la mañana estaba tan agotada que no era capaz de levantarme temprano para meditar. Entonces volvía a enfadarme con él.

Con el tiempo me di cuenta de que, en realidad, hacía los ejercicios por miedo a no pasar las pruebas de xinxing durante el día. Me di cuenta de que esto era una trampa para mí que no me permitía cultivarme genuinamente: Cuando algo no salía como yo quería, o cuando la situación se ponía difícil, en lugar de mantener mi xinxing o mirar hacia dentro, culpaba inmediatamente a cualquier cosa o persona que me impedía hacer los ejercicios por la mañana.

Por la noche ocurría lo mismo: si no conseguía leer toda la lección, siempre lo veía como un motivo para no poder comportarme como una practicante. Pero cuanto más intentaba organizar mi horario para seguir con los ejercicios y la lectura, peor se ponía la situación. Mi hija lloraba sin parar justo al principio del estudio y mi hijo se despertaba cada vez más por la noche y se comportaba cada vez más como un bebé. Entonces me di cuenta de que utilizaba la lectura de las enseñanzas y los ejercicios como una forma de alejar la interferencia de las viejas fuerzas, pero en realidad no intentaba cultivarme.

Después de estudiar el Fa, me sentí avergonzada de estar usando el poder de Dafa simplemente para evitar tribulaciones y vivir cómodamente.

Después de darme cuenta de esto, dejé de buscar formas de organizar mejor mi día para no tener tribulaciones. En lugar de eso, me limité a leer y practicar siempre que había ocasión. Siempre que podía, leía o practicaba los ejercicios con mi marido y mis hijos. Ese suele ser el momento en que estoy más tranquila y concentrada, ya que sé que no estoy huyendo de ninguna responsabilidad ni lo hago por miedo. Así, aunque no sea una lección completa o una hora entera de ejercicios, mi estado de calma me permite comprender el Fa con mayor profundidad en estos breves momentos de estudio y ejercicio a lo largo del día.

Otra comprensión del Fa que me ayudó a mejorar fue darme cuenta de que las tribulaciones no indican el nivel de mi yeli (karma), sino que mi capacidad de atravesar las tribulaciones con una mente y un corazón tranquilos y compasivos son los indicadores de mi progreso en la cultivación.

Intento leer el Fa por teléfono casi todas las mañanas con mi marido, mi hijo y mi cuñada durante unos 30 minutos antes de que mi marido se vaya a trabajar. Muchas veces mi hija se pone a llorar porque algo le molesta o todos nos sentimos cansados porque hubo algún tipo de tribulación por la noche con niños que no se encontraban bien o mi hijo despertó a nuestra hija.

Antes, cuando esto sucedía y no podíamos seguir estudiando o teníamos que esperar mientras yo la calmaba, me sentía avergonzada pensando que mi marido y su hermana pensarían sin duda que el llanto de mi hija es un reflejo de mi mal estado de cultivación y que tengo mucho yeli (karma). Pero una mañana estaba muy disgustada no sólo porque una vez más no pudimos leer sólo media hora, sino también porque no dejé que mi marido y mi cuñada siguieran leyendo sin mí. Así que empecé a buscar en mi interior y de repente me di cuenta de que las tribulaciones no indican mi estado de cultivación, pero la forma en que las manejo sí representa lo bien que me estoy cultivando.

A través del estudio del Fa, comprendí que no debo enfocarme en qué tipo de tribulación se me presenta, sino más bien en cómo la afronto.

Y profundizando un poco más, descubrí que detrás de mi comportamiento estaba mi miedo a quedar mal. Me di cuenta de que hacía la mayoría de las cosas por miedo: miedo a equivocarme, a que me criticaran, a cultivarme más despacio que los demás o a no alcanzar la Perfección. No lo hacía por benevolencia, sino por miedo, lo cual no estaba bien, Cuando, por primera vez, miré al mundo sin miedo, sentí que mi cuerpo estaba hecho de aire, todo se iluminó y me volví muy feliz y ligera y todos mis sentimientos negativos desaparecieron inmediatamente.

Ser madre es una responsabilidad sagrada

Comprender mis responsabilidades es otro logro importante que me llevó a profundizar mi comprensión del Fa y avanzar en mi cultivación. Lo primero que me llamó la atención cuando empecé a memorizar el Fa fue el hecho de que Shifu comienza la Primera Lección hablando de la responsabilidad. Shifu dijo: “Yo, en todo el proceso de transmitir el Fa y el gong, me baso en ser responsable para con la sociedad y para con los estudiantes” (Primera Lección, Zhuan Falun).

Creo que muchas de las tribulaciones que no pude superar como practicante se debieron a mi falta de responsabilidad. La forma en que funciona la sociedad actual parece como si siempre tuviéramos una opción y si algo sale mal, es porque no tomamos la decisión correcta. Por eso, cada vez que me resulta demasiado difícil ocuparme de los niños, el trabajo, la casa, las comidas y mi estudio del Fa y los ejercicios, me enfado. Pienso que probablemente he tomado la decisión equivocada, que debería buscar más ayuda o dividir el trabajo de manera más eficiente con mi marido, etc. Pero cuanto más pensaba en la palabra responsabilidad, más recordaba que siempre que algo se ponía difícil, intentaba eludir la responsabilidad y echarle la culpa a algo externo.

Mediante el estudio del Fa, me di cuenta de que debo responsabilizarme de lo que ocurre no tratando de evitarlo, sino más bien cultivando mi xinxing en cualquier tribulación. Por eso, ahora, cuando llegan los problemas, intento dejar de mirar lo que hice mal en términos de organización. En su lugar, me centro en ampliar mi benevolencia y tolerancia. Esa es mi responsabilidad como practicante.

Hablando de la verdad, un momento crucial para mejorar mi xinxing en casa fue cuando, después de varias noches sin dormir y mucho trabajo, mi hija lloró de frustración por algo que no podía hacer ella sola, pero no quería que la ayudara. Tras varios intentos inútiles de calmarla, me di por vencida. Pensé que lo único que tenía que hacer era tolerarla con calma. Pero al ver a una niña tan pequeña llorando sola, me di cuenta de que, como madre, yo era la única que podía calmarla simplemente abrazándola con un poco más de compasión, simplemente quedándome a su lado unos instantes más.

No sólo era la única que podía hacerlo, sino que, en realidad, era la única que debía hacerlo y no lo estaba haciendo. La idea me aterrorizaba. El universo me dio la responsabilidad de cuidar de este pequeño ser humano y ayudarle a aprender el Fa, todo con Zhen-Shan-Ren (Verdad-Benevolencia-Tolerancia). En lugar de eso, me sentía impotente y me preguntaba por qué tenía que cargar con todo esto. Esta imagen me viene a la mente a menudo desde entonces y siempre que me enfrento a situaciones en las que simplemente estoy físicamente cansada por largas noches sin dormir. Intento no pensar si es justo o no o si no soy una buena madre según los estándares actuales, sino más bien, ¿estoy cumpliendo con mi responsabilidad al cuidar de mis hijos?

Este sentido de responsabilidad constante cuando dos niños pequeños con una relación predestinada con Dafa que dependen de mí 24 horas al día, 7 días a la semana, me ha hecho darme cuenta de que el corazón altruista que se desarrolla durante nuestra cultivación no es para que simplemente lo logremos y luego un día disfrutemos de la libertad sin ninguna responsabilidad. En realidad, es para desarrollar una compasión infinita, tenerla siempre y tratar al mundo con compasión por el resto de la eternidad, igual que Shifu cuida constantemente de nosotros. Y esa es nuestra responsabilidad constante -tanto ahora como después de alcanzar la Perfección- mantener nuestros pensamientos, nuestro corazón y nuestro xinxing en armonía con Dafa y cuidar del mundo que nos rodea.

En cuanto acepté el hecho de ocuparme de las tareas domésticas, el trabajo y el cuidado de mis hijos como mi responsabilidad sagrada de madre de jóvenes practicantes y acepté mi vida familiar como mi entorno de cultivación, sentí inmediatamente una gran calma y me di cuenta de que los tres cultivadores que tengo a mi lado son los que deben recibir la mayor cantidad de Shan (Benevolencia) y Ren (Tolerancia) que yo pueda dar. Empecé a ver que nuestra familia es un pequeño universo y un pequeño ejemplo de sociedad y que todo lo que dice Shifu sobre las relaciones sociales debe aplicarse a nuestra familia.

Al leer el Fa, pensé inmediatamente que educo a mi hijo estableciendo normas e intentando asegurarme de que las cumple. Sin embargo, a veces me parece que somos enemigos cuando no obedece. Ahora, cada vez que me acuerdo de tratarle como a otro practicante que también necesita salvarse conmigo siguiendo los principios de Zhen-Shan-Ren y cuando me acuerdo de mirar hacia dentro, todo cambia.

Hace poco se me ocurrió que cada vez que hacía una flor de loto de origami para llevar con nosotros cuando salíamos de paseo, mi hijo preguntaba si esta era para él y yo siempre sentía que, con tan poco tiempo que tenía, no podía guardar una flor en casa cuando podríamos salvar a alguien con quien nos encontráramos. Pero esta vez me pregunté cómo podría salvar a alguien sin mostrar primero a mis hijos el ilimitado Shan (Benevolencia) de Dafa. La flor de loto que hice aquel día era especialmente para él y de los colores que me pedía. Cuando la terminé y le dije que era para él, se le dibujó la mayor de las sonrisas. No paraba de decir: "Tengo mi propia flor de loto. Tengo mi propia flor de loto". Entonces sentí que sólo ahora puedo salir a salvar a los demás.

Quiero dar las gracias a Shifu por permitirme cultivarme con mi familia. Observar a los niños, que más a menudo que nosotros actúan de acuerdo con Zhen-Shan-Ren, en realidad me ayuda a acercarme a las características del universo y a aprender a distinguir lo que es verdaderamente bueno de lo que es malo. Observándolos y aceptando verdaderamente la responsabilidad de ayudarlos en su camino de cultivación, a veces puedo comprender mejor la manera en que Shifu quiere que tengamos éxito en la cultivación. Es similar a la forma en que los padres queremos dar a nuestros hijos un número infinito de oportunidades para mejorar hasta que tengan éxito. La responsabilidad que ahora siento hacia ellos me ayuda a ver mi propio proceso de cultivación con responsabilidad filial, ya que Shifu vela por nosotros como el Padre Supremo.

Conclusión

Toda mi vida me he preguntado si uno puede cambiar. Cuanto más practico Falun Dafa, más me acerco a esa niña que creía en la bondad, en no pensar y en hacer un cambio haciendo algo bueno con los demás. Cuanto más practico Falun Dafa, más clara se vuelve mi mente. Cuanto más practico Falun Dafa, más luminoso se vuelve mi mundo y, en consecuencia, nuestro mundo. Estoy eternamente agradecida a Shifu por dejarme ver los milagros de ser una practicante de Falun Dafa.

¡Gracias! ¡Shifu! ¡Gracias, compañeros practicantes!

(Presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Cultivación de Falun Dafa de Nueva Inglaterra 2023)