(Minghui.org) La fortaleza es un concepto que se enseña en la mayoría de las escuelas ahora que la gente se da cuenta de que se puede aprender. Como el estrés y la ansiedad están plagando nuestro mundo, la gente está buscando maneras de reducir los sentimientos negativos experimentados durante la adversidad.

Creo que la práctica de Falun Dafa es una forma excelente de mejorar la visión de la vida y de mantenerse positivo en medio de las dificultades mediante el desarrollo de la tolerancia.

Con motivo del Día de Falun Dafa, me gustaría compartir mi experiencia con esta apacible práctica de la mente y el cuerpo. En los últimos años, he pasado por dificultades y he desarrollado una gran fortaleza y paz interior gracias a Falun Dafa. Sin las enseñanzas de Dafa que me guían, me habría perdido en constantes preocupaciones y desesperación, y tal vez no habría sido capaz de salir adelante.

Las tormentas golpean

Falun Dafa se centra en cambiar la mentalidad de uno para convertirse en una persona verdaderamente mejor y de moral elevada, y en una persona más auténtica, benevolente y tolerante. Entonces podemos alcanzar una verdadera sensación de tranquilidad cuando meditamos, y un verdadero sentido de desapego de todas las preocupaciones que nos rodean. Todo parece ligero y desarrollamos una profunda confianza espiritual en que todo irá bien.

Cuando llevaron a mi hijo al hospital en noviembre de 2021, lo ingresaron en una habitación llena de médicos. Parecía aterrorizado. Una repentina sensación de desesperación cayó sobre mí como un gran peso.

Me sentía débil y agotada por la falta de sueño, y lloré. El personal médico me dijo que su corazón podría dejar de latir tras el coma inducido y la intubación. Pero me vino un pensamiento: Medita, vacía tu mente. Su corazón siguió latiendo.

Mientras meditaba, pude librarme totalmente de los fuertes sentimientos de miedo y culpa que, de otro modo, me habrían asfixiado. Sentí una sensación de pura calma y paz. Sin embargo, cuando no meditaba, mis ojos estaban pegados al monitor de oxígeno del hospital y a mi hijo, que yacía allí inconsciente. Me sentía feliz cuando los indicadores subían y triste cuando bajaban. Me dolía el corazón por el estrés y me sentía sola.

Decidí leer Zhuan Falun, el texto principal de Falun Dafa, con todo mi corazón, palabra por palabra. Conocía bien este libro por leerlo todos los días, pero me di cuenta de que tenía que dejar de preocuparme y de desear que mi hijo saliera adelante. Sabía que el destino de mi hijo estaba en manos de Shifu.

Shifu dice:

“...si no puedes dejar ese corazón, si no puedes dejar esa enfermedad, no podemos hacer nada, somos incapaces de ayudarte” (Primera Lección, Zhuan Falun).

“...mientras tú mismo estés soportando todo eso, posiblemente tu corazón esté muy ligero, no lo guardarás en tu corazón”. (Cuarta Lección, Zhuan Falun)

Sentí que el peso y la ansiedad me abandonaban. La situación desesperada que se encaminaba hacia la respiración asistida para mi hijo dio un vuelco total aquella noche. Durante los días siguientes estuve muy lúcida. Fui a la sala de meditación, donde me sentí animada por un tranquilo trabajador asiático del hospital que también hacía los ejercicios de Falun Dafa.

Mi hijo se despertó unos días después, totalmente inafectado por el suceso, y le fue incluso mejor que antes.

Cuando llegó la siguiente oleada en agosto de 2022, en medio de mi ajetreada vida, supe que todo iría bien, pasara lo que pasara. Independientemente de que fuera de vida o muerte para mi hijo, ya no tenía esa preocupación. No me tomé a pecho lo que decían los médicos y sabía que sorprendería a todo el mundo.

Cuando su situación estaba en el peor punto y pensé que nos dejaba, todos los médicos entraron corriendo y todo bajó en los monitores, incluidos los niveles de oxígeno y del corazón. Me senté, puse las manos en heshi, cerré los ojos y me imaginé entregando a mi hijo a Shifu. Él decide. Lo solté. Poco después todo volvió a la normalidad.

Las enfermeras de la unidad de cuidados intensivos me decían a menudo que estaba muy tranquila, y muchas de ellas se interesaban y sentían curiosidad por Falun Dafa.

La historia de mi hijo

Hace dos años me dijeron que mi bebé padecería un síndrome y tendría graves problemas en el corazón y el cerebro. Sabía lo valiosa que es cada vida y nunca imaginé no tenerlo.

Mi tercer hijo nació con problemas respiratorios y un cromosoma nro. 21 de más. Le recité de memoria los primeros párrafos de Zhuan Falun durante su primera hora de vida, mientras el médico le hacía una ecografía del corazón.

Creo firmemente que mi recitación de las enseñanzas y mi actitud tranquila y positiva le ayudaron en ese momento. Su corazón resultó estar bien y su respiración mejoró espectacularmente. En los días siguientes, se sorprendieron al ver que podía comer con normalidad y que estaba tan fuerte y alerta como un bebé normal. Yo vivía al otro lado del mundo, en Australia, y mi marido y mis otros dos hijos estaban a hora y media de distancia. Tenía que ocuparme de todo yo sola y Falun Dafa era mi fuente de valor. Me aportaba paz cuando me sentía angustiada. Me ayudó a mantener la calma y la racionalidad cuando mis emociones intentaban dominarme.

Después de superar esto, la vida volvió a la normalidad. Mi hijo, que estaba muy bien, pasaba la mayor parte del día en el portabebés mientras yo me dedicaba a criar a mis otros dos hijos. No sabíamos que se avecinaba otra tormenta. En noviembre de 2021, fue trasladado de urgencia al hospital con problemas respiratorios. Le intubaron y permaneció inconsciente cinco días. Se recuperó totalmente en los cinco días siguientes. Empezó a balbucear después del suceso y era un bebé feliz, que se desarrollaba según lo esperado.

En mayo de 2022 nos trasladamos a mi país natal, Canadá, y estuvimos muy ocupados con la mudanza y nuestros tres hijos. En agosto de 2022, volvimos a llevar a mi hijo al hospital porque vomitaba constantemente y estaba muy pálido. Le diagnosticaron leucemia mieloide aguda. El primer tratamiento de quimioterapia le provocó dificultad respiratoria, por lo que volvió a entrar en coma inducido y estuvo intubado durante dos semanas.

Desde el momento del diagnóstico hasta el final del tratamiento, seis meses después, me sentí más fuerte cada día que pasaba. La tolerancia que obtuve leyendo las enseñanzas cada día me permitió sentirme agradecida en medio de las dificultades, no anhelar una vida mejor y más cómoda, y sentirme verdaderamente agradecida por la oportunidad de volver a mi verdadero yo, el ser verdadero, un yo sin quejas y con una mente tranquila y feliz.

Al mismo tiempo, ha beneficiado a mi hijo, que se recupera de cada incidente ileso y más fuerte. Evoluciona bien y sigue sorprendiendo a los especialistas, que no esperaban que lo consiguiera.

No era raro que un médico nuevo entrara después de leer el expediente de mi hijo y dijera: "Vaya, su hijo es tan sorprendente, no puedo creer que haya pasado por tantas cosas pero le vaya tan bien". Me recuerda al colgante de la flor de loto que regalo a la gente, que simboliza crecer con belleza y pureza en medio de aguas turbias.

Conclusión

Cuando me caigo, sé mirar en mi interior y tengo el valor de volver a levantarme y mejorar. He aprendido a dejar de lado las emociones, el miedo y la inseguridad. Ya no me engañan los beneficios materiales, y comprendo que lo más importa es el corazón de cada uno. Falun Dafa nos da una fortaleza que no tiene parangón en este mundo.

Me gustaría aprovechar esta preciosa oportunidad del Día de Falun Dafa para expresar mi más profunda gratitud a Falun Dafa y a Shifu el fundador de la práctica, ya que ha sido una luz brillante en mi vida que me ha permitido superarme y crecer positivamente entre todas las dificultades.

Me gustaría terminar mi intercambio citando las palabras de Shifu en su último artículo Por qué existen los seres humanos:

“En otras palabras, que el hombre exista en este mundo no es para alcanzar algún logro social. La lucha, el trabajo duro y las adquisiciones sin escrúpulos en la vida solo pueden malograr al hombre. Bajar a este mundo para ser humano es para eliminar ye de pecados y el propósito es cultivarse bien uno mismo. La gente viene a este mundo para ser salvada, y venir para ser humano es para esperar que el Creador la salve al mundo celestial y, en la espera, vida tras vida, está acumulando virtudes, que es también el propósito de la reencarnación humana, y el mundo caótico es para forjar las multitudes de seres” (Por qué existen los seres humanos).

(Artículo seleccionado para celebrar el 24.º Día Mundial de Falun Dafa en el sitio web de Minghui)