(Minghui.org) He experimentado el poder de los pensamientos rectos muchas veces desde que empecé a practicar Falun Dafa en 1997.
Fui condenada a 12 años de prisión en abril de 2002 y estuve encarcelada en la Prisión de Mujeres de Shijiazhuang en 2014. En un día de visita familiar, los guardias obligaron a más de 200 personas a ver un vídeo de propaganda que difamaba a Falun Dafa, también llamado Falun Gong. Primero envié pensamientos rectos. Luego pensé que debía salvaguardar el Fa y salvar a estas personas de ser envenenadas. Me levanté y grité: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-"Benevolencia-Tolerancia es bueno! ¡Falun Dafa es recto! ¡Limpien el nombre de nuestro Shifu! Limpien el nombre de Falun Dafa".
Un guardia apagó el televisor y me golpeó. Luego, me agarró del pelo, me abofeteó y me daba patadas mientras me insultaba. Después, me encerraron en una pequeña y oscura celda. A las demás se les permitió reunirse con los familiares que estaban de visita. Sabía que mi hijo me estaba esperando. Envié pensamientos rectos para negar la persecución. En ese momento, sentí que Shifu me fortalecía y los factores malignos se disipaban. Me reuní con mi hijo, mientras otras internas nos observaban y aplaudían. Durante el resto de mi condena, en la prisión no pusieron ningún vídeo de propaganda que difamara a Falun Dafa.
Una noche de 2016, tres practicantes y yo fuimos a un pueblo a distribuir materiales de aclaración de la verdad. Empezamos por el este, el centro y el oeste del pueblo, simultáneamente, alrededor de las 8 p. m. Yo empecé desde el este. Me asusté un poco cuando los perros me ladraron, pero cuando saqué el primer folleto, brilló con una luz dorada en la oscuridad. Mi corazón se llenó de alegría, y disipó el miedo. Puse un folleto debajo de cada puerta por la que pasé.
Escuché a alguien gritar "¡Falun Gong!" y vi una linterna buscándome, después de completar varias calles, me apoyé en una reja y le pedí a Shifu que me proteja. Cuando un hombre se detuvo a mi derecha y movió la linterna de un lado a otro, no pudo verme. Se alejó al cabo de unos minutos.
Continué y terminé mi zona antes de unirme a un practicante para cubrir la parte central del pueblo. Después, todos nos reunimos fuera del pueblo y volvimos a casa sanos y salvos.
Un practicante y yo tomamos una bicicleta eléctrica para colocar banderas en la ciudad la noche del 13 de Mayo de 2018 -Día Mundial de Falun Dafa. Terminamos de colgar las banderas después de las 10 p. m. En el camino de regreso, nos siguió una patrulla. Nos metimos en un callejón estrecho en el que el coche no podía entrar. Ganando unos segundos, mientras el coche daba la vuelta, entramos en una subdivisión de edificios de apartamentos de gran altura.
Entramos en un edificio y subimos las escaleras. Unos policías nos siguieron al interior del edificio. Corrimos hasta el piso 19. Sin embargo, yo estaba agotada y no podía subir más. También nos dimos cuenta de que la policía nos seguiría hasta el último piso, aunque pudiéramos seguir subiendo las escaleras. Entonces, nos escondimos en una habitación llena de cables y alambres. Cerramos la puerta y enviamos pensamientos rectos. Escuchamos pasos cerca y lejos, pero nadie pudo encontrarnos. A la mañana siguiente volvimos a casa sanos y salvos.
He experimentado el poder de los pensamientos rectos durante el camino de mi cultivación. Sin embargo, a veces no miraba hacia dentro y me fijaba en los defectos de los demás. También me resulta difícil abandonar el apego al resentimiento y perdí muchas oportunidades que Shifu dispuso para mi elevación.
Ahora conozco la seriedad de la cultivación y la solemnidad y belleza de Dafa. También sé que el tiempo apremia. Cuando encuentro dificultades, miro inmediatamente hacia dentro y elimino mis apegos. He llegado a conocer verdaderamente mi responsabilidad y mi misión.
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Categoría: Enviando pensamientos rectos