(Minghui.org) Cuando tenía 22 años desarrollé una enfermedad cardíaca. A los 39 años me diagnosticaron un tumor cerebral y no pude continuar trabajando.
Afortunadamente el 1 de mayo de 1999, en el mismo año, asistí al Fahui de Sídney en Australia. Después de ver a Shifu (fundador de Falun Dafa) y escuchar las enseñanzas de Falun Dafa, decidí comenzar a practicar.
He tenido varias tribulaciones parecidas a enfermedades del corazón durante los últimos 20 años. Pero con la protección de Shifu pude vencerlas con pensamientos rectos.
En abril de 2021 me golpeó nuevamente el ye de enfermedad en forma de un tumor cerebral maligno. Bajo la protección de Shifu pude recuperarme rápidamente.
Cómo desapareció mi primer tumor cerebral
Nací en China y me mudé a Japón cuando tenía 17 años. No tenía fe debido al adoctrinamiento del ateísmo por parte del Partido Comunista Chino (PCCh). Sin embargo mi esposa comenzó a practicar Falun Dafa en 1997.
Al ver lo enfermo que estaba ya que había sufrido varios infartos, me animó a que también yo practicara. Debido a mi pobre cualidad de iluminación no la escuché.
Padecí migrañas desde niño y cada episodio duraba más de una semana. La situación empeoró en 1999 cuando cumplí 39 años. Además de dolores de cabeza, tenía tinnitus, mareos y algunos soplos en el cerebro. Me sometí a una resonancia magnética urgente y descubrí que tenía un tumor cerebral cerca de la oreja derecha. El médico dijo que sería difícil operar el tumor debido a su ubicación. Sin embargo mi esposa no parecía estar tan preocupada.
“Tal vez sea una señal para que practiques Dafa”, me dijo.
Pensando en las historias que me había contado sobre personas que se recuperan de enfermedades graves a través de Dafa, pensé que también podía intentarlo.
Mi esposa me pidió que asistiera al Fahui en Sídney el 1 de mayo de 1999 y acepté y aunque me costaba mucho caminar, mi esposa y su prima me acompañaron. El viaje me agotó, pero cuando escuché a Shifu dar la conferencia, comencé a sentirme cada vez más cómodo y mi cansancio se desvaneció. Ese día tomé la decisión de cultivarme.
La misma noche que comencé la cultivación, Shifu comenzó a purificar mi cuerpo. Tuve fiebre y tosí toneladas de flema. Mi orina olía a medicina. Una semana después mi apariencia cambió mucho: mi rostro pálido se tornó sonrosado y comencé a recuperar mi energía.
Un mes después pude volver a trabajar.
Otro tumor cerebral maligno
En abril de 2021 de repente desarrollé entumecimiento en el lado derecho de mi cuerpo y perdí la capacidad de caminar, hablar y leer, y quedé postrado en cama.
Empecé a enviar pensamientos rectos para eliminar las interferencias de las viejas fuerzas y también miré hacia mi interior tratando de encontrar mis deficiencias. Mientras tanto, mis síntomas empeoraron.
Pensé: “Como cultivador de Dafa, estoy aquí para ayudar a Shifu a rectificar el Fa y para salvar seres conscientes. Si algo me pasara en casa, podría afectar severamente a mis padres e hijo quienes tienen una buena impresión de Dafa. Además, hay muchos chinos en el área que saben que practico Dafa”.
Decidí ir a un hospital para recibir tratamiento y evitar malentendidos.
De camino al hospital el 9 de mayo perdí la memoria. El resto lo se por lo que me dijo mi mujer.
La resonancia magnética mostró que tenía un gran tumor en la parte superior izquierda de mi cerebro. La biopsia indicó que se trataba de un tumor maligno en etapa tardía. El pronóstico era malo y estimaron que me quedaban pocos meses.
Después de la cirugía del 13 de mayo, el cirujano le dijo a mi esposa: “No era un tumor maligno sino un absceso cerebral, y sacamos toda la secreción con una aguja. Debería recuperarse dentro de un mes”.
Mientras estuve hospitalizado varios compañeros practicantes enviaron pensamientos rectos para mí todos los días. El día previo a mi cirugía un compañero practicante vio con su ojo celestial que Shifu me tomó en la palma de su mano y me quitó el tumor cerebral.
Un mes después recuperé la memoria y debido a la pandemia estuve solo en el hospital. Un día una enfermera permitió que mi esposa me visitara porque me vio deprimido.
Mi esposa me dijo: “Shifu te quitó el tumor cerebral y estarás bien. Cree en Shifu y en Dafa, estarás bien”.
Solo entonces me di cuenta de que había vuelto a tener un tumor cerebral. Shifu me ahorró la agonía al eliminar temporalmente mi memoria y mi dolor. Me conmovió profundamente. Shifu renovó mi vida y soportó el dolor por mí.
Durante todo el proceso me recordé que soy un practicante de Dafa, memorizando las enseñanzas de Shifu:
“Si puedes abandonar la vida y la muerte de una sola vez, ya eres un dios. Si no puedes abandonar la vida y la muerte, eres un humano...” (Exponiendo el Fa en Nueva York, Falun Fofa Exponiendo el Fa en los Estados Unidos).
“Soy dizi de Li Hongzhi, no deseo otros arreglos ni los reconozco” (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna, 2003).
Seguí recitando las enseñanzas del Fa de Shifu y un día sentí que la punta de mi dedo y el dedo del pie se movían. Empecé la rehabilitación al día siguiente.
La velocidad de mi recuperación sorprendió a mi fisioterapeuta. Dije que pude recuperarme tan rápido porque practico Falun Dafa. Les mostré el sitio web de Minghui a los fisioterapeutas y enfermeras que trabajaron conmigo.
Trabajo en un sitio web japonés de Dafa. Antes de mi hospitalización traducía verbalmente los artículos y mi hija (compañera practicante) los escribía a máquina. Durante mi rehabilitación usé una computadora para escribir. Para ponerme al día pedí que me dieran de alta en el hospital. El médico se opuso al principio, pero finalmente accedió.
El 31 de agosto me dieron de alta y detuve todos mis tratamientos médicos. Cuando hice los ejercicios esa noche, mi hija vio a través de su ojo celestial que Shifu estaba ajustando mi cuerpo y que habían Falun dando vueltas por toda la habitación. Pude mover mis brazos muy bien.
Mirando hacia mi interior y buscando apegos
Pensaba que era diligente pero me di cuenta de que pasaba gran parte de mi tiempo haciendo cosas y no cultivándome. Claro, estaba haciendo las tres cosas como practicante de Dafa, pero mi mente no se calmaba mientras hacía los ejercicios o estudiaba el Fa. En lugar de eliminar mis apegos, incluso aumentaron.
Me di cuenta de que todavía tengo un apego al miedo y no abandoné el miedo a la vida y a la muerte. También tenía resentimiento hacia mi esposa; a menudo buscaba sus defectos en lugar de los míos. Detrás de eso, también me di cuenta de que tenía celos hacia mi esposa.
Ella señaló que yo tenía la mentalidad de presumir. Me di cuenta de que me gustaba mucho hablar durante el estudio del Fa en grupo. Mirando hacia atrás, ella tenía razón. También me di cuenta de que tenía un fuerte sentimentalismo hacia mi hija y hacia mi hijo.
Elevando el xinxing
Mientras estuve hospitalizado también tuve la oportunidad de elevar mi xinxing. En Japón las enfermeras suelen ser muy amables y cariñosas. Pero una enfermera de mediana edad no fue muy amable conmigo. Me sentí impaciente y molesto.
Pero elegí no reaccionar ante ella. Pensé que era hora de pagar las deudas pendientes que tenía con ella, fueran las que fueran.
Antes de que me dieran de alta, esta enfermera me dijo: “Eres genial, siempre tan gentil y amable todos los días. Si fuera yo, provocaría una tormenta y me molestaría con todos los que me rodean”.
Palabras finales
Ante esta gran tribulación no me sentí triste ni titubeé en mi fe hacia Dafa y hacia Shifu. Sé que todo lo que encuentro en la vida siempre es algo bueno.
Estoy profundamente agradecido con Shifu por salvarme la vida y darme otra oportunidad para ayudarlo en la rectificación del Fa. Me cultivaré diligentemente, haré las tres cosas bien, cumpliré mis votos históricos y seguiré a Shifu a casa.
¡Gracias Shifu por su compasiva salvación!
¡Gracias compañeros practicantes por enviarme pensamientos rectos!
Lo anterior es mi entendimiento a mi nivel, por favor señalen cualquier cosa inapropiada.
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Categoría: Caminos de cultivación