(Minghui.org) Un día de 2006 los practicantes de nuestra área estaban distribuyendo materiales de aclaración de la verdad en un pueblo de un condado vecino. Nos dividimos en grupos de dos practicantes. Mi esposo estaba con otro practicante, pero se separaron. Mientras buscaba al otro practicante se topó con dos guardias de seguridad que patrullaban. Mi esposo se dio la vuelta y comenzó a correr. Los guardias de seguridad le persiguieron. Siete u ocho ciudadanos le pararon y le golpearon.

En el momento crítico un hombre joven que iba en su motocicleta, se abrió paso entre la multitud y le dijo: “Ven conmigo”. El hombre joven sacó a mi esposo de entre la multitud y le dijo a los guardias de seguridad que tenía negocios con él. Le subió a la motocicleta y le llevó hasta las afueras del pueblo y le dejo marchar.

Mi esposo dijo que no conocía quién era el hombre joven. Sentimos que Shifu lo envió para salvar al practicante en peligro.

Accidente

En 2001 mi esposo y yo fuimos en motocicleta a recoger unas copias de las últimas conferencias de Shifu a una ciudad situada a unos 15 kilómetros. Cuando volvíamos, ya era más de las diez de la noche. Cómo íbamos rápido y la luz de la motocicleta era débil, golpeamos con una piedra que había en la carretera. Salimos despedidos hacia delante y caímos al suelo a varios metros de distancia. Nos levantamos y nos revisamos mutuamente, pero ninguno sufrió heridas. Levantamos la motocicleta y esta arrancó al primer intento. Podíamos haber sufrido mucho daño e incluso haber muerto durante el accidente. Estábamos tan emocionados que nos conmovimos hasta las lágrimas y le dimos las gracias a Shifu por su protección.

Conducimos otros diez kilómetros. Después de llegar a casa, revisamos de nuevo la motocicleta. Se había desprendido un trozo de la llanta delantera, el neumático delantero estaba pinchado y el faro roto. Pero conseguimos llegar a casa sanos y salvos. ¡Fue un milagro!

Eliminando el miedo mientras rescatamos a un practicante

Un día de 2006 un practicante que vive en la ciudad me llamó y me dijo que un practicante de nuestro pueblo había sido detenido en la comisaria de la ciudad el día anterior. Decidimos coordinar el rescate. Al día siguiente, el practicante de la ciudad y yo fuimos a la casa del practicante detenido.

Su madre tenía 80 años y apenas podía cuidar de sí misma. Su esposa había tenido un accidente de coche y estaba en coma. Su hermana mayor había venido para ayudar a cuidar a su madre. Me entristeció mucho ver su situación familiar. Estaba decidida a conseguir la liberación del practicante.

Sin embargo, esa noche no pude dormir. El miedo me pesaba en el pecho y me dificultaba la respiración. Pensé en abandonar el rescate.

Shifu dijo:

“Si él es capaz de abandonar la vida y la muerte, él será un dios, si no es capaz de abandonar la vida y la muerte, será un humano” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia).

Le pedí a Shifu que reforzara mis pensamientos rectos. A medida que mis pensamientos rectos se reforzaron, el miedo y mis pensamientos negativos desaparecieron. Este ciclo se repitió varias veces.

Los familiares del practicante también tenían miedo. Su hermana mayor no quería ayudarnos ya que le preocupaba que, como el hijo y la nuera del practicante tenían trabajo, la empresa pudiera acosarlos como represalia. También le preocupaba que las autoridades pudieran detener a los miembros de la familia por ir a la comisaria de policía a pedir su liberación. La policía local también la amenazó y le dijo que su hermano sería condenado a cinco años de prisión.

Fui a la casa del practicante y le recordé a su hermana mayor que su hermano no había incumplido ninguna ley y que no era un criminal. Le dije que cada ciudadano tenía derecho a leer los sitios web exteriores y que practicar Falun Dafa no va en contra de la ley. La familia accedió a participar en nuestros esfuerzos para liberarlo.

El día de la acción, el hijo del practicante detenido había alquilado una ambulancia para llevar a su madre (que estaba en coma) y a su abuela, a la comisaria de la policía en la ciudad. Los policías que entraban a trabajar por la mañana se reunieron alrededor de la ambulancia. Un hombre con aspecto de funcionario nos amenazó y dijo que nos detendrían a todos.

Hablé con el funcionario: “Mire a esta gente, son mayores, débiles, enfermos y una está en coma. No queríamos venir aquí, pero no hemos tenido más remedio que acudir a ti para resolver el problema. Si no liberas al hijo de la abuela, del cual esa es su mujer, (señalando a su mujer en coma), la dejaremos aquí contigo y con su hijo para que pueda cuidar de ella en el centro de detención. Su esposo no ha cometido ningún crimen. Simplemente cuidaba de su mujer y de su madre en casa”.

El comisario de policía salió y dijo que consideraría la situación especial pero que debíamos llevarnos a casa a la comatosa y a la anciana. El practicante fue liberado unos días más tarde.

El dolor de muelas desaparece después de mirar adentro

Hace unos días, mi suegra se peleó con su hijo pequeño (el hermano menor de mi esposo), su nuera y su hija pequeña. Estaba muy disgustada y decía que sus hijos la querían muerta. Ella se negó a escuchar a mi esposo y a mí cuando intentamos explicarle la situación. Mi resentimiento hacia ella afloró de nuevo. Mis conflictos anteriores con ella se repitieron en mi mente como una película. Esa noche me dolieron las muelas y no pude dormir.

El dolor de muelas me alertó de que había hecho algo mal, por lo que miré adentro. Vi resentimiento hacia mi suegra. Debido al resentimiento, competitividad y celos la mayoría de las suegras y sus nueras en nuestro pueblo tienen malas relaciones. Pensé que era una cultivadora y que estos apegos debían ser eliminados. Debía usar un estándar alto para manejar las relaciones familiares. Envié pensamientos rectos y le pedí a Shifu que me ayudara a desintegrar completamente la competitividad, el resentimiento y los celos en mi dimensión.

A la mañana siguiente, el dolor de muelas desapareció cuando me levanté a hacer los ejercicios. ¡Falun Dafa es increíble!

¡Gracias Shifu!, ¡Gracias compañeros practicantes!