La policía elabora una orden de registro mientras allana la casa de una practicante de Falun Gong, amenazándola con condenarla por distribuir materiales

(Minghui.org) Cuatro agentes de civil de la ciudad de Nanchang, provincia de Jiangxi, llamaron a la puerta de la Sra. Wu Guiying a las 7 de la mañana del 22 de marzo de 2023. Irrumpieron tras engañarla para que abriera la puerta alegando que le entregaban un paquete. Uno de los agentes comenzó a registrar su domicilio sin mostrar ningún documento, otro grabó en vídeo la redada y los dos restantes inmovilizaron a la Sra. Wu para impedirle caminar.

Tras la redada, un agente se sentó y elaboró una orden de registro en blanco.

La Sra. Wu dijo a la policía que ninguna ley penaliza a Falun Gong en China y que ellos mismos infringían la ley al perseguirla por practicar Falun Gong, que está perseguido por el régimen comunista chino desde 1999. El esposo de la Sra. Wu llamó al número de emergencias, pero el operador se negó a transferir su llamada a la policía para pedir ayuda.

Cuando el agente Zhang Jing llamó a su supervisor para informarle de la situación, la Sra. Wu gritó al teléfono: "¡La policía está violando la ley!".

Zhang registró casi todos los rincones de la casa de la Sra. Wu. Se llevó casi diez libros de Falun Gong, una foto del fundador de Falun Gong, un calendario y un ratón inalámbrico. El registro duró unas dos horas. Antes de marcharse, la policía amenazó a la Sra. Wu para que no saliera a distribuir material de Falun Gong. Dijo que otro practicante que acababa de salir de la cárcel fue detenido de nuevo por distribuir materiales y había sido condenado a cinco años.

Es la segunda vez que la policía hace una redada en casa de la Sra. Wu. La primera vez fue el 17 de septiembre de 2020, cuando la policía confiscó más de 40 libros de Falun Gong. Pusieron un vídeo de vigilancia, alegando que la Sra. Wu aparecía distribuyendo materiales de Falun Gong. Sin embargo, el vídeo era tan borroso que no se podía distinguir lo que estaba haciendo. Fue interrogada en la estación de policía durante un día y puesta en libertad hacia la medianoche.