(Minghui.org) Cuando el Partido Comunista Chino (PCCh) comenzó a reprimir a Falun Gong en julio de 1999, el régimen inventó muchas mentiras contra la práctica. Los practicantes de Falun Gong han estado trabajando incansablemente para exponer la ilegalidad de la persecución y compartir cómo Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, una disciplina espiritual basada en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, beneficia a sus practicantes y seguidores. Muchas personas han tomado conciencia de la verdad. A continuación se presentan historias contadas por dos practicantes diferentes.

Me liberaron una hora después

Durante el Año Nuevo Chino de 2023, me denunciaron a la policía mientras hablaba con la gente sobre Falun Gong. En la estación de policía, el oficial me dijo que quería ignorar la denuncia, pero la mujer que me denunció siguió llamando y sintieron que tenían que tomar medidas.

Mientras la mujer y yo estábamos en la estación de policía, la mujer dijo que estaba asustada y no paraba de llorar. El agente me dijo en privado que podría tener problemas mentales: "Si me hablas de Falun Gong, te escucharé. No habríamos tomado ninguna medida si no fuera porque la mujer nos llamó repetidamente".

Me soltaron una hora después.

Por favor, ayúdenme a quitar los carteles

Había muchos alumnos reunidos en la vitrina de la escuela después del recreo un día de 2003. Fui a ver lo que estaban mirando después de que los alumnos regresaran a sus aulas. Había varios carteles nuevos difamando al fundador de Falun Gong. Me puse ansioso y me preocupó que más alumnos se dejaran engañar por la propaganda del PCCh. Fui a averiguar quién los había colgado y a buscar la forma de retirarlos.

Dos días después, en una reunión escolar, el director dijo que el secretario del Partido en la escuela estaba de baja por enfermedad. Me di cuenta de que había sido él quien había pegado los carteles.

Fui a ver al secretario del partido después de la clase. Estaba tan enfermo que no podía levantarse. Me confirmó que había sido él quien había pegado los carteles. Le dije que el contenido sobre Falun Dafa era todo mentira y que no era bueno para los profesores ni para los alumnos. Le hablé de Falun Dafa y le expliqué que es una práctica de la Escuela Buda. El Partido Comunista Chino lanzó una campaña de persecución sin precedentes en julio de 1999 para erradicar Falun Dafa difundiendo mentiras a través de los medios de comunicación controlados por el Estado. Sin embargo, fuera de China, millones de personas en cientos de países practican Falun Dafa y se benefician de ello. Le dije que no debía ayudar al PCCh a difundir mentiras y le pregunté si podía retirar los carteles.

Me dijo: "Quiero hacerlo, pero no puedo ni levantarme de la cama. ¿Podrías ayudarme quitando los carteles por mí?". Acepté encantado.

Unos días más tarde, volvió al trabajo. Estaba totalmente recuperado.