(Minghui.org) Minghui.org ha recibido, recientemente, un manual emitido por la Oficina 610 de Shanghái en el que se describe cómo "transformar" a los practicantes de Falun Dafa (para forzarlos a renunciar a sus creencias). El manual, publicado en algún momento entre 2000 y 2010, se distribuyó a empresas e instituciones para instruirlas sobre cómo aplicar las políticas de la persecución contra Falun Dafa.

El manual se enfoca en la manera de lavar el cerebro a los practicantes atendiendo a sus situaciones particulares, en las diferentes etapas del proceso de "transformación". El nivel de detalle de las instrucciones y la minuciosidad de lo descrito resultan alarmantes.

1. Crueldad 'bajo secreto'

El libro tiene impreso en la portada la palabra "confidencial". En la primera página, la sección "Instrucciones de uso" comienza: "Este manual se considera material confidencial y lo gestiona el comité del Partido Comunista Chino (PCCh) a nivel de calle/pueblo o superior. Se seguirá una estricta disciplina de confidencialidad para evitar filtraciones".

Claramente, la represión a Falun Dafa es ilegal, y se supone que sus crueles métodos deben permanecer en secreto. Después de que comenzara la persecución a Falun Dafa en julio de 1999, el PCCh lanzó campañas mediáticas de propaganda de odio para difamar a Falun Dafa. La campaña de propaganda logró poner a la opinión pública china en contra de Falun Dafa, pero los propios funcionarios sabían muy bien que la persecución era injustificada e inconcebible.

La Oficina 610, creada por el exlíder del PCCh Jiang Zemin, es en sí misma una fuerza policial por encima de la ley. Si la supresión a Falun Dafa fuera realmente legítima, como afirman los medios de comunicación del PCCh, esta campaña podría hacerse pública. El alto grado de confidencialidad y las estrictas medidas disciplinarias que se impondrían por romper esa confidencialidad indican que el PCCh tiene miedo de que sus oscuros secretos salgan a la luz.

Los detalles del manual también muestran la crueldad de esta persecución. Como todo se lleva a cabo en secreto, las personas ajenas a la organización, tanto funcionarios de otros organismos gubernamentales como ciudadanos comunes, no saben a qué cosas horribles están siendo sometidos los practicantes tras ser arrestados. Debido a la estricta censura, esta represión ha sido extremadamente cruel, y todavía no se ha hecho justicia.

2. Todos los practicantes de Falun Dafa están en la mira

La sección "Instrucciones de uso" del manual establece en su segundo punto: "Todos tendrán una copia [del manual]". Esto sugiere que el material está enfocado contra todos los practicantes de Falun Dafa, no solo contra algunos.

Antes de que el PCCh comenzara a reprimir oficialmente a Falun Dafa en julio de 1999, las autoridades chinas estimaban que había entre 70 y 100 millones de practicantes en China. Aunque este manual era una publicación regional en Shanghái, hace parte de la implementación sistemática de la política de persecución desde la Oficina Central 610. Es razonable creer que en otras regiones se han adoptado medidas similares y que, en conjunto, esta persecución se dirige a todos los practicantes de Falun Dafa en China.

3. Instrucciones detalladas

Las instrucciones detalladas descritas en el manual sobre cómo "transformar" (lavar el cerebro) a los practicantes de Falun Dafa son alarmantes.

Comienza con la documentación de la información personal de los miembros del equipo de "transformación", seguida de información detallada sobre los practicantes que van a ser "transformados", incluyendo "rasgos de carácter personal", así como "familiares y su actitud hacia Falun Dafa". También se enumeran las sesiones previas de lavado de cerebro a las que se les obliga a asistir u otros "castigos" a los que han sido sometidos.

Le siguen otras categorías, como "Plan de transformación", "Registro de progresos", "Control y prevención", "Actualización trimestral", "Revisión anual", "Planificación de seguimiento tras la puesta en libertad", "Registro de seguimiento posterior a la liberación", "Registro de situaciones reincidentes", etcétera. Cada categoría se desglosa a su vez en un enunciado de la situación, una descripción, las medidas adoptadas y un plan para el siguiente paso.

El manual también contiene instrucciones detalladas sobre cómo continuar la persecución después de que los practicantes hayan salido de prisión o del centro de lavado de cerebro.

Del manual: "Después de ser liberados, todos los días deben diligenciar el 'Plan de seguimiento tras la liberación'. Si aún no se han transformado, su situación se documentará en el 'Registro de progreso'. Los que se hayan transformado se documentarán en el 'Registro de seguimiento tras la liberación'. Independientemente de su situación, la 'Actualización trimestral' y la 'Revisión anual' son obligatorias".

"Cuando los practicantes se hayan transformado y cumplan los criterios, se informará sobre sus casos nivel por nivel. Después de su aprobación, sus actividades diarias se documentarán en el 'Registro de seguimiento tras la liberación'. Si es necesario, se utilizará el 'Registro de situaciones recurrentes' y se reiniciará el 'Registro de seguimiento tras la liberación' para la transformación activa".

Según estas descripciones, mientras una persona sea identificada como practicante de Falun Dafa, estará sujeta a un control continuo por parte de las autoridades. Esto va más allá de su liberación después de la detención. Incluso los que han sido confirmados como "transformados" por la Oficina 610 siguen bajo constante vigilancia. Esto sugiere que la persecución consiste en un control mental exhaustivo y constante.

Además, del manual se concluye que la intención de la represión no es solo difamar a Falun Dafa e incitar al público en general a odiarlo, sino que también pretende que el público en general participe en este crimen sistemático.

Como se mencionó anteriormente, cuando comenzó la persecución en julio de 1999, había una gran cantidad de practicantes de Falun Dafa de todas las profesiones y condiciones sociales. Al vincular a estos organismos e instituciones gubernamentales con la persecución, el PCCh ha estado obligando a estos empleadores y a sus funcionarios a atacar a Falun Dafa. Por ejemplo, cuando un practicante viaja a Beijing a apelar o es arrestado por sus creencias, los otros empleados donde trabaja el practicante pueden perder sus bonificaciones. Esta gigantesca red involucra a toda la sociedad en este crimen sistemático y siniestro.

4. Métodos insidiosos

La página 2 del manual establece los criterios para una transformación "exitosa": La persona debe dejar de hacer los ejercicios de Falun Dafa, entregar sus libros y denunciar a Falun Dafa en público. Es decir, él o ella debe atacar a Falun Dafa en foros, seminarios o informes de los medios de comunicación. El objetivo es separar completamente a la persona de los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Cuando una persona hace esto, aunque sea en contra de su conciencia, es casi imposible recuperarse. Esta persecución contra la fe es imperdonable y no augura nada bueno para el futuro de esta sociedad.

Jiang Zemin inició la persecución a Falun Dafa en 1999. Como dice en los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista: "Jiang carece tanto de capacidad como de integridad moral. Sin una máquina de violencia tan afinada como el PCCh, que se basa en la matanza y la mentira, nunca habría sido capaz de lanzar este genocidio, un genocidio que se extiende por toda China e incluso penetra sus fronteras".

"Del mismo modo, el PCCh no habría podido ir fácilmente contra la corriente de las tendencias históricas y el entorno creado por las reformas económicas del Partido y sus intentos de relacionarse con el mundo, que estaban en pleno apogeo en aquel momento. Solo un dictador obstinado y egoísta como Jiang, empeñado en hacer lo que quisiera, podría haber ordenado semejante reversión".

En resumen, este manual ofrece una visión de la perversidad de la persecución. Es importante que el mundo reconozca esta supresión masiva y todo el daño que causa a la humanidad.