(Minghui.org) Como practicantes de Falun Dafa, nuestra misión es que la gente conozca la verdad sobre Dafa para que pueda salvarse. Para cumplir ese objetivo, la cooperación entre practicantes es esencial. A veces surgen inevitablemente conflictos cuando trabajamos juntos. Las fricciones exponen nuestros apegos y nos dan la oportunidad de eliminarlos.

Dejar de centrarse en cosas insignificantes

Un día, después de estudiar el Fa en grupo, mientras subíamos al automóvil, la Sra. Yang levantó un trocito de cristal y me preguntó si era de mis gafas. Le contesté que no, así que me dijo que se lo preguntaría a los demás más tarde. Después de dejar a todos en sus casas, encontré el trozo de cristal en el suelo. Mi primer pensamiento fue: "¿Por qué ha dejado eso en mi coche? Tiene la costumbre de dejar basura". Luego pensé: "Lo limpiaré. No puedo dejar que el odio se apodere de mí, el odio es un pensamiento humano. Me limitaré a enmendar tranquilamente lo que ella no hizo y a centrarme en sus virtudes".

Sobre el interés propio

La señora Yang me ayudó a comprar un ordenador portátil y me dijo que costó 4.800 yuanes (aprox. 724,8 dólares). Unos días después, el señor Wang, el practicante que me ayuda con los programas informáticos, vio mi portátil y me dijo que acababa de comprar uno mejor en Internet por 3.200 yuanes (aprox. 483,2 dólares). Me sorprendió saber que podía haber conseguido uno mejor mucho más barato.

Al principio me enfadé un poco, pero me controlé. Sabía que tenía que analizar esta situación basándome en el Fa. Tal vez le debía dinero al vendedor en el pasado, y la señora Yang me dio la oportunidad de saldar la deuda. Al final, sólo lo miré desde un ángulo positivo y no pensé que un practicante me había engañado. El Maestro vela por nosotros para que nuestro dinero no se malgaste.

Cooperar incondicionalmente

La Sra. Yang me comentó mientras trabajábamos juntas en algo: "Deberíamos hacer las cosas así en el futuro, ya que salió bien". Sin embargo, la siguiente vez, pareció indiferente cuando me dispuse a trabajar de la misma manera. Lo hizo de forma completamente diferente.

Me enfadé y me pregunté por qué se comportaba así ¿Por qué no cumplía su palabra? Su comportamiento me molestó durante varios días. Al principio me disgustó y luego empecé a preguntarme si podría confiar en ella.

Más tarde me di cuenta de que se había aprovechado de mí, lo que significaba que me había dado virtud, así que ¿no gané algo valioso? Y eso significaba que me había elevado en la cultivación. ¿No debería agradecérselo? Todavía me sentía inquieta. Cuando medité esa noche, me costó calmarme porque mi mente seguía volviendo a ese tema. Intenté no centrarme en sus defectos. Ella realmente quería que otros practicantes mejoraran en el Fa, lo cual era muy valioso. Tenía que dejar de centrarme en sus errores y en su comportamiento superficial. En cuanto tuve este pensamiento, la barrera entre nosotros desapareció.

Pero cuando vi a la señora Yang al día siguiente, seguía dudando si confiar en ella, ya que su comportamiento no estaba alineado con el Fa. Reflexioné basándome en el Fa: "No me importa si lo que dice es sincero o no, lo importante es cooperar con ella pase lo que pase. Debería aprovechar esta oportunidad para cultivarme y armonizar lo que quiere el Maestro". Aunque me sentía mejor, aún no lo había dejado del todo. Sabía que debía mirar con ligereza las debilidades de otros practicantes. La expresión "con ligereza" era de corazón y por fin pude ver la situación con ligereza. Todo lo que me molestaba se disipó.

Estudiando el Fa, también me di cuenta de que el pensamiento de menospreciar a otros practicantes no es mío, que viene de las viejas fuerzas. En cuanto pude verlo con claridad, mi corazón se tranquilizó. Ya no me fijaba en el comportamiento de la Sra. Yang, y nuestras interacciones eran tranquilas.

Desde entonces, me he vuelto más madura cuando trabajo con la señora Yang. Si necesita mejorar, la ayudo enviándole en silencio pensamientos rectos para que podamos lograr lo que necesitamos hacer juntas y salvar a más seres conscientes.

Cuando ayudo en silencio a otros practicantes a mejorar, también me ayudo a mí misma. Creo que así armonizo con el Fa. Dafa armoniza todo. La interacción entre los practicantes también debe estar en armonía. Somos un cuerpo integral y perfecto que trabaja unido para salvar a los seres conscientes.