​Practicante nueva: Cómo empecé a practicar y a pasar las pruebas en mi cultivación

(Minghui.org) Hace poco tiempo empecé a practicar Falun Dafa, aunque lo conocí desde que tenía 10 años.

Un día, a principios de la década de 2000, mientras regresaba a casa del colegio, me encontré con una señora que me dio un folleto y un amuleto de Falun Dafa y me dijo que debía llevar el amuleto conmigo y decir frecuentemente: "Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno", porque me mantendría a salvo.

En aquella época, el Partido Comunista Chino (PCCh) se esforzaba por reprimir a Falun Dafa, por lo que lo difamaba a través de los medios de comunicación estatales. Lo único que mi familia y yo veíamos era la propaganda del PCCh, como la farsa de la "autoinmolación" escenificada y las "supuestas 1.400 muertes". Nos engañaron con mentiras.

Yo era niña y era incapaz de distinguir entre el bien y el mal. En ese entorno, me fue imposible empezar a practicar, a pesar de conocer Falun Dafa tan joven.

Rompiendo los vínculos con el PCCh

Vine a Estados Unidos a visitar a mi esposo en julio de 2022. Me impresionó la libertad de expresión y la inexistencia de "cortafuegos" para la información en Internet en este país. Tuve la oportunidad de aprender gradualmente toda la verdad sobre la cruel persecución del PCCh contra Falun Dafa, que el PCCh ha estado encubriendo durante tanto tiempo.

En la universidad participé en actividades de voluntariado y me esforcé por ser alguien que pudiera aportar energía positiva a la sociedad. Sin embargo, seguía realizando donaciones mensuales al PCCh. Pensaba que sus consignas como "Servir al pueblo" y "Hacer la parte que nos corresponde a todos" eran cosas buenas. Me engañaron y así me afilié al Partido Comunista.

Después de llegar a los EE. UU., especialmente después de leer los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista Chino, ¡quedé impactada por la sangrienta historia del PCCh y por cómo ha tratado a su pueblo! Es horrible y vergonzoso. Me di cuenta que amar a China no es lo mismo que amar al Partido y que el PCCh está podrido de adentro hacia afuera.

Decidí romper cualquier vínculo con ese malvado partido político, así que encontré el Centro de Servicio global de renuncias al PCCh y registré oficialmente mi decisión de renunciar a las organizaciones del PCCh, que incluían la Liga de la Juventud y los Jóvenes Pioneros.

Me preocupé por mis familiares y amigos que permanecen engañados y no se atreven a decir nada, ni siquiera a puerta cerrada. Sabía que eran parte del pequeño porcentaje de personas en China que comprenden la verdad.

No podía seguir escondiendo la cabeza en la arena y fingir que no sabía nada, así que empecé a contarles a mis familiares y amigos la verdadera naturaleza del PCCh, y les aclaré la verdad sobre Falun Dafa. Me alegré cuando entendieron la verdad. De esta manera mi relación predestinada con Falun Dafa se profundizó.

Empezando a practicar Falun Dafa

Soy ama de casa. Nuestro hijo era muy inquieto y se enfadaba fácilmente, y no era raro verlo llorar durante más de una hora sin parar. Lloraba todas las noches y mi esposo y yo no podíamos dormir. Nos habíamos vuelto tan irritables que cualquier pequeña cosa nos hacía estallar el uno contra el otro. Nos dimos cuenta que nuestras constantes discusiones tendrían un efecto negativo en la formación de la personalidad de nuestro hijo.

Mi padre, que vivió con nosotros durante algún tiempo, dijo un día: "Deberían practicar Falun Dafa. Les permite mejorar su xinxing. Falun Dafa puede mostrarles cómo ser buenas personas. No deberían pelear todo el tiempo; es malo para el niño ver esto. No deben seguir así". Con la ayuda y el ánimo de mi padre, mi esposo y yo empezamos a investigar sobre Falun Dafa.

Leímos alguna información relacionada y los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista Chino, pero no me interesé. Constantemente me interrumpían todo tipo de cosas. Mi xinxing no mejoró mucho en estas circunstancias.

Encontré información de contacto en el sitio web Minghui.org y contacté al coordinador de un lugar de práctica cerca de donde vivíamos. Empecé a practicar Falun Dafa oficialmente gracias a su ayuda.

Al principio fue muy difícil. Por ejemplo, se me entumecían las piernas y me dolían después de sentarme en la postura del loto durante mucho tiempo. Tuve la tentación de desistir. Los compañeros del grupo de estudio me animaron: "Hay muchas fuerzas invisibles en el camino de cultivación que quieren que te rindas. Debes perseverar. Será más fácil si practicas en grupo".

Efectivamente, me sentí más motivada para practicar con el grupo, ya que me rendiría fácilmente si estaba sola. Mi esposo y yo nos recordábamos el uno al otro estudiar el Fa y enviar pensamientos rectos, e íbamos a la práctica grupal y al estudio grupal del Fa los fines de semana.

Al principio, mis reacciones físicas fueron fuertes y me mareaba y tenía náuseas después de hacer la postura de estaca parada, el segundo ejercicio, durante un rato, pero todos estos síntomas fueron desapareciendo y mi salud mejoró mucho.

El Maestro me ajustó el cuerpo y me instaló un Falun poco después de empezar a practicar. Antes tenía fuertes dolores menstruales que no me curaban ni la medicina china ni la occidental. Pero ahora ya no tengo ningún dolor. Es asombroso.

Envío pensamientos rectos y leo Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, todos los días. Si estoy ocupada, hago los ejercicios uno, tres y cuatro. Cuando tengo más tiempo, hago los cinco ejercicios. Además, me aseguro de no faltar al estudio del Fa en grupo los fines de semana.

Desde que practicamos Dafa, mi esposo y yo hemos mejorado nuestro temperamento y somos más amables con nuestro hijo. Él escucha las enseñanzas del Maestro con nosotros. Su temperamento ha mejorado bajo la influencia de Dafa, y ya no se irrita. Antes gritaba de miedo cuando había aspersores en el parque y burbujas en el aire, pero ahora no tiene miedo y persigue las burbujas, intentando atraparlas.

Estos pequeños cambios han cambiado mi vida por completo. Gracias, Maestro, por ayudar a mi familia a estar en armonía. Falun Dafa me transformó.

Pasando las pruebas

Muy pronto surgió una prueba de xinxing. Mi esposo y yo queríamos entregar el apartamento que habíamos alquilado en China. Dijimos que pagaríamos un mes de alquiler como penalización, pero la propietaria dijo que no lo aceptaría hasta que encontrara otro inquilino. Dijo que tendríamos que pagar los honorarios de la agencia porque habíamos roto el contrato primero. Aceptamos.

Debido a la crisis del mercado inmobiliario y a los estrictos criterios de la propietaria, no pudieron encontrar otro inquilino y el piso permaneció desocupado durante mucho tiempo.

A medida que pasaban los días, me angustiaba un poco la pérdida de dinero. Pero pensé: "Soy una practicante de Dafa. Debería tomar el dinero ligeramente. No debería preocuparme tanto por los gastos". Así que acepté las injustas exigencias de la propietaria. También le estuve ayudando a buscar un nuevo inquilino.

Llevaba varios años viviendo en el apartamento y había adquirido muchos muebles y electrodomésticos de todo tipo, incluidos un refrigerador y una lavadora. Pensé que un apartamento amoblado se vendería más rápido, que sería "llave en mano", pero cuando un inquilino potencial lo vio, dijo que quería un apartamento vacío.

La propietaria me llamó y me exigió que retirara los muebles, diciendo: "Si no te deshaces de ellos, haré que se los lleven los recolectores de basura, y tendrás que pagar para deshacerte de ellos".

Eran las dos de la madrugada, hora de mi país, cuando me llamó. Estaba dormida y me irritó su tono agresivo. Pero pensé en el Fa del Maestro y decidí hacer exactamente lo que decía la propietaria. Llamé rápidamente a un amigo que retiró los muebles y los vendió por mí.

Me sentí feliz de haber sido tolerante y de haber ayudado a la propietaria a alquilar rápidamente el apartamento.

Pero al día siguiente, el inquilino cambió de opinión y decidió no alquilar el lugar. La propietaria me llamó y me dijo que sería mejor volver a poner los muebles para que quedara “llave en mano”. Llamé rápidamente a los compradores, les pedí disculpas e hice que devolvieran los muebles y los electrodomésticos. Me sentí terrible rompiendo promesas como esta. Sentí que les debía mucho a los compradores.

La propietaria encontró otro tentativo inquilino que necesitaba todos los muebles. Volvió a llamarnos a las dos de la mañana y nos exigió que le diéramos todos los muebles gratis.

Me pareció que había ido demasiado lejos, que se estaba aprovechando de nosotros al quedarse con muebles por valor de más de 10.000 yuanes (1.435 dólares) porque nosotros no estábamos en China y no podíamos hacer nada. Me enfadé tanto que quise maldecirla por teléfono.

Pero no podía hacerlo porque perdería mi virtud si la maldecía. No dejaría que me arruinara. Me recordé que era una practicante y que debía tratar a los demás con compasión.

No le di un sí o un no inmediatamente. En lugar de eso, medité y aclaré mi mente para no dejarme abrumar por las emociones y dañar mi cultivación. Recité una y otra vez "Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno" para calmarme. Me di cuenta que era una prueba, un obstáculo y una oportunidad para elevar mi xinxing.

Mi esposo y yo escribimos una nota y le entregamos todos los muebles al propietario. El piso se alquiló. Todos estaban contentos.

La cultivación significa cultivar el xinxing. Aunque perdí mucho dinero, poco a poco me fui desprendiendo de mi apego a la ganancia personal. Gané, y mi xinxing mejoró. Esta vez superé la prueba.

Continué practicando Falun Dafa, pero al mirar hacia atrás me di cuenta que mi nivel era todavía demasiado bajo, que estaba complacida en el reino de la gente común, y que todavía estaba lejos del reino del Fa que enseñó el Maestro. Me dije que iré mejorando continuamente estudiando el Fa y soltando mis apegos.

No me he cultivado por mucho tiempo, pero he sentido que Dafa me está purificando. Seguiré rectificando mi habla y mis acciones, mejorando mi xinxing y esforzándome por cumplir los requisitos del Maestro.

Gracias, Maestro, por tu misericordiosa salvación.