(Minghui.org) ¡Saludos estimado Maestro! ¡Saludos compañeros practicantes!

Soy china malasia y tengo 69 años. Empecé a practicar Falun Dafa en febrero de 2003. Durante estos años experimenté verdadera felicidad y disfruté de una gran salud.

Cuando era niña, a menudo tenía fiebre. Tomé muchos antipiréticos. Cuando estaba en la escuela primaria evitaba sentarme debajo del ventilador. Cuando comenzó mi ciclo menstrual padecí mucho dolor así que tomé muchos analgésicos. Esta situación duró 40 años. Me sometí a una operación, pero mi condición no mejoró.

Me casé en la década de los ochenta y di a luz a dos hijas. Mi sufrimiento aumentó. Me sentía tan miserable que no podía pararme o sentarme por mucho tiempo. Incluso me costaba agacharme. Para mejorar mi salud comencé a trotar y comencé a practicar qigong. Después de un año, nada mejoró. Un día tuve malestar estomacal después de beber una taza de té con leche. Pensé que era hiperacidez y no lo tomé en serio. Cada vez que comía sentía ganas de vomitar y también sentía dolor en la espalda. Un especialista dijo que tenía cálculos biliares. Tenía miedo de someterme a una operación, así que deseché la referencia del médico para la cirugía con láser en Kuala Lumpur. Decidí no buscar más tratamiento.

Estaba en tal tormento, pero no le dije nada a mi esposo ni a mis hijas. Cada vez que se agudizaba, simplemente me acostaba en la cama durante cinco o seis horas hasta que el dolor disminuía.

Mi esposo y yo teníamos conflictos en nuestra relación. Como resultado, no podía comer ni dormir bien. Finalmente nos divorciamos. Fui a la iglesia local y escuché mientras el pastor leía la Biblia. Aprendí a rezar, etc. Dejé de ir al mes porque no sabía lo que enseñaban y sentía que no había aprendido nada.

Comienzo a practicar Falun Dafa

En 1999, leí un titular en un periódico que decía que Falun Dafa estaba prohibido en China y había una foto de los practicantes. No leí el contenido del artículo, pero me preguntaba qué era Falun Dafa.

Fui a una tienda en 2002 para que me hicieran una llave. Vi 7 caracteres chinos dentro de una vitrina: El mundo necesita Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Poco después, un amigo vino a mi casa y me contó sobre Falun Dafa y lo maravilloso que era. Me pidió que lo comprobara, pero le dije que no. Cuando volvió a mencionarlo le dije que no me interesaba. Una semana después, trajo un CD de los ejercicios de Falun Dafa. Me lo entregó y dijo: “Mira si esto te puede ayudar”. Lo puse en el reproductor y lo encendí. De esta forma aprendí los ejercicios enseñados por el Maestro Li Hongzhi.

Más tarde conseguí el libro Zhuan Falun y lo comencé a leer. Tres días después mi dolor de espalda desapareció. Me sentí maravillosa. El dolor menstrual también se detuvo y el dolor de cálculos biliares desapareció. Me sentí 30 años más joven.

Generando conciencia

Después de que se publicaron los “Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista” en 2004, supe que además de practicar los ejercicios, leer el Fa y enviar pensamientos rectos, contarle a la gente sobre la persecución también era importante. Primero, aclaré la verdad a mis seres queridos, luego a amigos y extraños. Aprendí a usar una computadora e hice amigos en Internet.

En 2004 comencé a participar en los desfiles del Día Nacional y el Día del Desafío Nacional para promover Falun Dafa.

Antes de que el COVID comenzara a propagarse a fines de 2019, las Torres Gemelas Petronas en KLCC eran uno de los destinos turísticos más populares de Malasia. Los fines de semana llegaban al KLCC (Kuala Lumpur City Centre) autobuses repletos de turistas chinos. Los practicantes de Falun Dafa estaban allí para darles la bienvenida. Algunos portaban carteles y otros sostenían pancartas con información sobre Falun Dafa, la persecución y la sustracción de órganos a personas vivas por parte del Partido Comunista Chino (PCCh).

El Maestro me protege

Cuando estaba esperando el autobús cerca de la atracción turística, comenzó a llover levemente. Saqué mi impermeable y me lo puse. Después de un rato, llegó el autobús. Subí pero estaba lleno, así que me paré en el pasillo.

El conductor del autobús aceleró muy rápido. De repente, una persona cruzó la calle frente al autobús. El conductor frenó. No estaba agarrada a la barra, sino que estaba guardando mi impermeable. Fui arrojada y me estrellé contra la pared opuesta al asiento del conductor. La parte de atrás de mi cabeza y mi espalda se estrellaron contra el autobús.

Me quedé impactada. Cuando me toqué la cabeza, la sentí caliente, pero no me dolió. Todavía estaba sosteniendo mi bolso. Alguien rápidamente me ayudó a levantarme y me dijo lo que pasó. Cuando llegué a casa, examiné mi cabeza. No había sangre ni moretones. Solo mis dedos se rasparon un poco. Me di cuenta de que Shifu me estaba cuidando misericordiosamente.

Experiencia asombrosa

Un día después del almuerzo, tomé una siesta en el sofá de la sala. Mis ojos estaban ligeramente cerrados. De repente hubo un sonido como un molino de viento girando rápidamente. El sonido vino de debajo de mi espalda. El ventilador de la sala no estaba encendido. Sentí un poco de miedo y no me atrevía a abrir los ojos. Luego, sentí que mi cuerpo yacía plano y flotaba, y lentamente me deslicé hacia la ventana. Sentí que mi cuerpo regresaba lentamente al sofá y caía a su posición original. El sonido giratorio desapareció. Solo entonces me atreví a abrir los ojos y todo volvió a la normalidad.

Mi experiencia me recordó lo que dijo Shifu:

“Es muy fácil para un practicante elevarse en levitación, lo que no pueden explicar los científicos en la actualidad. Es más, cuando todos los canales del cuerpo de la persona se abren completamente, es capaz de elevarse en el aire”... “En cuanto a la salida del espíritu original, en algunas personas el espíritu original puede salir muy fácilmente de su cuerpo, y en otras no puede salir tan fácilmente. Después que dejó tu cuerpo, el Falun puso tu cuerpo en movimiento al elevarse en levitación. Es por eso que comenzaste a girar tan rápido" (Exponiendo el Fa en Sidney)

Aclarando la verdad

Estaba distribuyendo The Epoch Times cerca de un puesto de comida cuando de repente escuché una voz detrás de mí: “¡Oye! ¡Dame el periódico! Era un vendedor de pescado. No tomó el periódico que le ofrecí. En cambio, dijo: “Todo el día ustedes critican al Partido Comunista Chino…”.

Con calma le dije que el PCCh no es China, qué es el PCCh, cómo empezó y por qué persigue a Falun Dafa. Dije que The Epoch Times informa la verdad. Se calmó. Pidió una copia.

Luego, regresé al puesto de comida y continué repartiendo periódicos. De repente recordé que necesitaba darle información adicional sobre Falun Dafa. Volví con él. Dos semanas después, cuando le di un periódico nuevo, me dijo que pasó una noche leyéndolo detenidamente y que le pareció muy bueno. Pidió algunas copias más para que sus amigos también pudieran leerlo.

Una vez, cuando los practicantes esperaban que los turistas chinos llegaran a una atracción turística, el primer autobús se estacionó al lado de donde yo estaba. Un guía turístico local salió y me vio sosteniendo un cartel con las palabras: “Lleven a Jiang Zemin ante la justicia”. Sonreí y dije: “¡Hola!”.

Su rostro no tenía expresión, luego dijo: “¿De dónde eres? ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Por qué no estás en casa? Me di cuenta por su acento que era un local. Respondí: “Soy malasia. He terminado mis tareas. Estoy aquí para decirle a la gente la verdad”.

Él dijo: “Muchas cosas están sucediendo en Malasia. Sin embargo, estás hablando de asuntos de otros países”. Dije: “¡Estoy aquí porque me importa Malasia y también me importa el mundo entero! Sé que el PCCh está encubriendo la verdad y persiguiendo a un grupo de buenas personas en China que practican Verdad-Benevolencia-Tolerancia”. Escuchó en silencio y luego caminó de regreso al autobús.

Problemas familiares

Sentí que no me fue bien en mi cultivación. Hace aproximadamente 6 años, mi hija menor dio a luz a su primer bebé y necesitaba ayuda. Trabajaba como maestra y no podría cuidar completamente de su bebé. Ella pensó en mí. Con el consentimiento de su esposo, me pidió que viviera con ellos en el oeste de Malasia.

No estudié el Fa profundamente y estaba apegada a las emociones. Después de vivir con ellos durante mucho tiempo, desarrollé quejas y resentimiento. Cuando surgieron los conflictos, no me examiné a mí misma para ver qué apego estaba exponiendo el problema.

A veces, cuando la niña se emocionaba con su madre, yo trataba de intervenir. Más tarde me arrepentí y me culpé por no haber podido dejar de lado mi apego al sentimentalismo. Sin embargo, cometí repetidamente el mismo error.

Después de pensarlo me di cuenta de mi error. La niña sabía que su madre se iba a ir a dar una clase, le pidió a su madre que jugara con ella. Mi hija dijo que era hora y se fue a toda prisa. La niña comenzó a llorar sin parar. Me molesté y le dije a la niña: “Si quieres llorar, ve afuera y llora”. Empeoró. Más tarde, cuando me quedé sin opciones, recordé que guardaba las canciones de los Dafa dizi en mi teléfono móvil. Entonces, los puse para ella. Se calmó después de escucharlos.

Después de mirar dentro, me pregunté: "¿Me comporté como una cultivadora?". A la mañana siguiente, después de desayunar, me disculpé y le dije que no debería haberla lastimado al decir algo así.

Una vez estaba dando de comer a un niño, después de unos cuantos bocados, el niño no quería comer más. Llevé el cuenco a la cocina. De repente sentí que algo era arrojado detrás de mí. Noté que era la olla llena con la comida del niño. El padre del niño, mi yerno, se enfadó y me lo tiró. Me sentí intimidada, pero mi corazón estaba muy tranquilo. Entendí que esta era una prueba que tenía que pasar. Un cultivador siempre debe mirar hacia adentro y ver si hay algo que no haya hecho bien.

El Maestro dijo: "En este universo existe aún otro principio: ya soportaste mucho sufrimiento, por lo tanto, el yeli de tu propio cuerpo también será transformado. Debido a que te has sacrificado, cuanto hayas soportado, tan grande es la transformación, y todo se convierte en de. ¿No es justamente este de lo que quiere una persona que refina gong?" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Con las sugerencias compasivas de Shifu y a través de la guía del Fa, todos los conflictos en la familia se resolvieron uno por uno. Nuestras relaciones ahora son armoniosas.

Conclusión

Mirando hacia atrás a los años de mi viaje de cultivación, he experimentado muchas pruebas y tribulaciones. Shifu siempre me cuidó, me dio pistas y muchas oportunidades. Especialmente cuando estaba pasando por el yeli de enfermedad, el Maestro compasivo siempre me cuidó. ¡Bajo la protección del Maestro, los vencí! Ahora la rectificación del Fa está en transición a la rectificación del Fa del mundo humano. ¡En el poco tiempo que me queda, haré bien las tres cosas y cumpliré con las expectativas del Maestro!

¡Gracias Maestro por salvarnos!

(Presentado en el Fahui de Malasia de 2022)

Las opiniones expresadas en este artículo representan las propias opiniones o entendimientos del autor.