Minghui.org) A menudo salgo a hablar a la gente sobre Falun Dafa y cómo el régimen chino lo persigue. A continuación, algunas de las muchas experiencias interesantes que he tenido.
Jefe jubilado del Departamento de Policía
Un día, mientras estaba sentado en una silla fuera de un centro comercial, un hombre de unos 80 años se acercó. Iba bien vestido y llevaba una pulsera y anillos. Empezamos a charlar y me dijo que se llamaba Han y que era jefe de policía jubilado. Solía tener problemas de salud, y luego, a los 40, tuvo un derrame cerebral. Pero de alguna manera, con una poción secreta, se curó y ahora podía andar perfectamente.
Le dije que era muy afortunado porque muchas personas -incluidos altos funcionarios- habían perdido la vida en las numerosas campañas políticas de China. Desde la Gran Hambruna (1959-1961) hasta la Revolución Cultural (1966-1976), hubo muchas tragedias. Han se mostró de acuerdo y dijo que conocía muchas historias internas sobre lo corrupto que era el Partido Comunista Chino (PCCh). De hecho, él había protegido a monjes y monjas durante la Revolución Cultural y por eso una monja le dio la receta de la poción secreta. En cuanto a la persecución a Falun Gong, Han dijo que también había protegido en secreto a un practicante. Le di las gracias y le pregunté si renunciaría a su afiliación al PCCh, ya que era tan terrible. Me dijo que necesitaba tiempo para pensarlo.
Volvimos a vernos unas cuantas veces cerca del centro comercial, pero seguía dudando sobre si renunciar al Partido. Después estuve un tiempo sin verlo y me enteré de que estaba enfermo. Fui a visitarlo a su casa y parecía muy contento. "Sabes", me dijo: "mi estancia en el hospital me costó más de 100.000 yuanes (15.100 dólares). Casi me muero allí".
"Sí", le contesté, "hay muchas incertidumbres en la vida. El PCCh está condenado por los innumerables pecados que ha cometido. Sé que eres una buena persona. Pero a menos que una persona renuncie a su pertenencia a él, podría acabar hundiéndose con el régimen cuando este se hunda. ¿Qué me dices?".
Estuvo de acuerdo y dijo: "Sí". Le di un amuleto que decía "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Lo tomó y dijo que recordaría esas frases. Antes de irme, Han dijo que donaría algo de dinero a Falun Dafa. Le di las gracias y le expliqué que los practicantes de Falun Dafa no aceptamos donaciones y que imprimimos nuestros materiales con nuestros propios ahorros. Se sintió muy conmovido. Después de eso, Han recitaba a menudo esas frases y desde entonces goza de buena salud.
"¿Es usted profesor universitario?"
Conocí a "Lei" cerca de un centro comercial. Había sido vicepresidente de una universidad y luego director de una oficina cultural, pero ya estaba jubilado. Hablamos de cómo el PCCh ha perjudicado a tanta gente, incluyendo la matanza de 80 millones en la Gran Hambruna y todas sus otras campañas políticas. "Especialmente durante la Revolución Cultural. Los 800 millones éramos peones del PCCh: hacíamos todo lo que el PCCh nos decía, incluso atacar a Confucio", le dije. Me escuchó en silencio y asintió.
Consciente de que Lei había sido director de una oficina cultural, me centré en lo que el PCCh ha hecho para destruir la cultura tradicional china. Por ejemplo, China tuvo una vez una profunda conexión con lo divino, pero el PCCh cortó nuestros lazos con lo divino e incluso cambió los caracteres chinos tradicionales por otros simplificados. Lei quedó muy impresionado y preguntó: "¿Es usted profesor universitario?".
"No, no lo soy. De hecho, ni siquiera terminé la escuela primaria", sonreí y respondí. "Pero las enseñanzas de Falun Dafa son tan profundas que he aprendido mucho y he adquirido sabiduría".
Siempre que nos veíamos, hablaba con Lei desde distintos ángulos. Al final, se alegró de renunciar a las organizaciones del PCCh.
Un intelectual: ocho años de cárcel por ocho consejos
Una vez alguien puso una mesa cerca de mi tienda para vender cosas. Un día me acerqué y hablé con uno de los clientes del vendedor. Me dijo que se llamaba Shen. Era un intelectual de unos 60 años, y compartíamos muchos puntos en común, sobre todo en lo referente a la degeneración moral en China.
Por ejemplo, el exlíder del PCCh, Deng Xiaoping, dijo una vez que no importaba si un gato era blanco o negro mientras cazara ratones. Aunque esta frase en sí misma pueda parecer inofensiva, el mensaje subyacente es alarmante: El PCCh no tiene principios y hará lo que sea necesario para mantenerse en el poder. Por ejemplo, no le importa si los fondos que recauda son dinero honrado, dinero blanqueado o incluso dinero de los muertos. Del mismo modo, para tener el control de la población, el PCCh lanza una campaña política tras otra. Al régimen no le importa que 80 millones de personas hayan perdido la vida. Mientras pueda mantener el control de la población -mediante la brutalidad, la intimidación y la mentira-, ninguna de estas tragedias o pérdidas es motivo de preocupación para el régimen.
Mientras hablábamos de la Revolución Cultural, Shen se mostraba emocionado y furioso.
"El partido no tiene corazón. Arrastró a todo el país a un pantano", dijo. "En los últimos años de la Revolución Cultural, escribí una carta al Comité Central del PCCh con ocho consejos. Por eso, me encarcelaron durante ocho años". No fue hasta después de que terminaran los estragos cuando se tuvieron en cuenta sus consejos y se restableció su inocencia. Pero no todos tuvieron tanta suerte. Mucha gente fue perseguida hasta la muerte.
Señalé que, además de atacar los valores tradicionales, el PCCh persigue religiones como Falun Dafa. Shen estuvo de acuerdo. Más tarde, le di un ejemplar de los Nueve Comentarios del Partido Comunista, y le gustó mucho. "Este libro es bueno porque explica detalladamente lo que es el Partido. Da en el clavo y es muy completo", comentó. "Ojalá lo leyeran todos los miembros del PCCh". Cuando le dije que tenía más, me pidió 20 ejemplares para poder regalárselos a sus amigos miembros del PCCh.
Un recolector de basura
Shi es de la provincia de Anhui. Iba en bicicleta cerca de mi tienda en busca de basura para recoger y vender cuando me di cuenta de que sus frenos no funcionaban. Le aconsejé que los arreglara antes de meterse en problemas. "Si chocas con alguien, puede que tengas que pagar mucho dinero. Si pierdes el control y chocas contra un coche, sería aún peor. Reparar los frenos te ahorraría mucho dinero a largo plazo". Al darse cuenta de que estaba siendo amable, Shi se sintió conmovido y nos hicimos amigos.
Más tarde, le expliqué qué es Falun Dafa y por qué está mal la persecución. Renunció a las organizaciones del PCCh y le dijo a toda su familia que hiciera lo mismo. Estaba muy agradecido y dijo que tendría en mente "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".
Una vez me arrestaron por practicar Falun Dafa y me metieron en la cárcel. Shi encontró a mi familia y pidió ir con ellos cuando me visitaran. En los últimos 10 años, cada vez que vuelve de visitar su ciudad natal en la provincia de Anhui, Shi me trae algunas especialidades locales. No quería disgustarlo por no aceptarlas, pero le daba regalos a cambio. Me alegré por Shi porque confiaba en Falun Dafa y en sus practicantes.
15 ancianos y un ordenador
Yong tiene mi edad y vive en el campo. Desde que era joven, sabía que el PCCh era malo. Vio cómo me arrestaban y detenían tantas veces a lo largo de los años por mis creencias. Venía a verme a menudo y quería oír más historias sobre Falun Dafa. Algunos de sus amigos le dijeron que no lo hiciera, preocupados de que pudiera verse implicado en la persecución. Pero Yong los ignoró. "El Partido es despiadado, está más podrido de lo que podemos imaginar", decía a menudo.
Además de aprender los hechos por sí mismo, Yong me pedía a menudo amuletos con frases de Falun Dafa para regalar a sus amigos y familiares. También pasó el software que le di para que su nieto burlara el cortafuegos de Internet y accediera a información del extranjero. Su nieto compartió la información con sus compañeros de trabajo, y muchos de ellos también pudieron acceder a información sin censura.
Yong instaló un adaptador de televisión para ver NTD Television, que emite noticias sin censura desde el extranjero. Más tarde, hizo lo mismo con otros 14 ancianos residentes en la región. Sin embargo, cuando el PCCh tomó medidas enérgicas contra Internet, el adaptador dejó de funcionar.
Frustrados por ello, los 15 ancianos reunieron su dinero y compraron un ordenador. Aprendieron a sortear el bloqueo de Internet paso a paso. Ahora leen todos los días información del extranjero sin censura. "La CCTV solo emite mentiras", dijo uno de ellos. "Podemos confiar en la información que leemos aquí".
Estas son algunas de mis experiencias. Espero sinceramente que más gente en China aprenda la verdad como estas personas y no se deje engañar por la propaganda de odio del PCCh.
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Categoría: Aclarando la verdad