(Minghui.org) ¡Saludos benevolente Maestro! ¡Saludos compañeros practicantes!

Durante la pandemia de covid, viajé de un lado a otro entre Singapur y Malasia para cuidar a mi madre gravemente enferma.

El Maestro Li (fundador de Dafa) citó un ejemplo en la Novena Lección de Zhuan Falun diciéndonos: "¿Cómo se digieren las amarguras entre amarguras?". Mi comprensión limitada de esta frase significa que a un cultivador le sobrevienen toda una serie de tribulaciones como perder su trabajo, que su padre enferme, que su hijo golpee a alguien en la escuela, que su esposa tenga una aventura, etc. Un cultivador necesita ser capaz de soportar estos sufrimientos, que están más allá del umbral normal. Me gustaría contarles mi experiencia que me dio una idea de este segmento del Fa del Maestro.

En 2020, mi madre de noventa y un años estaba gravemente enferma. En mayo inicié los trámites para renovar mi permiso de residencia permanente. Pasaron más de cuatro meses, pero aún no había resultados. En el pasado, este proceso solo tomaba unas semanas. Como la salud de mi madre se deterioraba rápidamente, desde Malasia mi hermana no dejaba de insistirme para que volviera. Aunque sólo nos separaba una calzada, me parecía que estábamos a miles de kilómetros de distancia.

Estaba muy ansiosa y seguí yendo al departamento de inmigración, pero me decían que esperara noticias o esperara el correo electrónico. Pregunté al personal si podía reunirme con la persona encargada y me respondió que tenía que escribir un correo electrónico para pedir una reunión. Pensé que si sólo se nos permitía comunicarnos por correo electrónico, quién sabe cuántas semanas más tardaría el proceso.

Parecía que mi madre fallecería en cualquier momento. Quería conseguir el permiso lo antes posible, pero no podía hacer nada. La ansiedad se acumulaba y yo lloraba. Algunos familiares y amigos me sugirieron que pidiera ayuda a nuestro diputado. Conseguí las pruebas del hospital sobre el grave estado de mi madre y visité al diputado. Pocos días después de reunirnos, el departamento de inmigración me informó que mi solicitud de permiso había sido aprobada.

No podía esperar llegar a casa. Sin embargo, dado que tanto Singapur como Malasia estaban en confinamiento, no sólo había muchos trámites complicados para pasar por las aduanas de ambos países, sino que también había información contradictoria en los sitios web sobre los procedimientos. Continué publicando preguntas en Internet para salir de mis dudas, pero no había respuestas claras. Ni siquiera sabía si podía conducir mi coche o tomar un autobús, pero estaba decidida a llegar a casa. Me conecté a Internet para solicitar la entrada a Malasia y mi solicitud fue aprobada al cabo de unos días.

Por fin entré a Malasia. Sin embargo, debido a las restricciones del covid, todavía tuve que ponerme en cuarentena en un hotel durante catorce días. Al conducir por la calzada, observé que nunca antes habían estado tan vacías las carreteras que solían estar llenas de tráfico. Antes, siempre parecía tan fácil viajar de un lado a otro, pero ahora el viaje estaba lleno de tribulaciones.

Me preocupaba el estado de mi madre y no podía evitar llorar. Mientras estuve en la cuarentena aproveché el tiempo conectándome en línea con otros practicantes para estudiar el Fa y practicar los ejercicios. Leí artículos en Minghui.org y a través de videoconferencias animé a mi madre a esperar mi regreso.

Mi madre seguía consciente, pero cuando llegaba el dolor era difícil de soportar para ella. Cada vez que su condición empeoraba, mi hermana me llamaba y me decía que mi madre no aguantaría mucho tiempo. Mi estado de ánimo fluctuaba con su condición. No sabía si mi madre aguantaría esos catorce días.

Luego me enteré de que a las personas que están en cuarentena en los hoteles se les permite llevar ropa protectora para visitar a pacientes o asistir a funerales. Así que escribí un correo electrónico para solicitarlo. Después de comunicarme por correo electrónico, por fin recibí la aprobación siete días más tarde. Sin embargo, como había un error en la dirección aprobada, tuve que pasar por otras rondas de correos electrónicos para que la revisaran. Cuando por fin revisaron la dirección, el periodo de cuarentena casi había terminado. El representante autorizado también intentó persuadirme para que desistiera. Fue entonces cuando me di por vencida.

De los seis hermanos de nuestra familia, soy la menor, la pequeña de la familia. Mis padres siempre me han querido mucho. Llevé una vida mimada y crecí en un ambiente familiar en el que no tenía que preocuparme. Nuestra madre confiaba en mí porque tengo un carácter despreocupado. Cada vez que volvía de Singapur, me pedía que la acompañara a arreglar asuntos, visitar al médico, ir al banco, comprar cosas de la casa, etc. Si no volvía en mucho tiempo, me llamaba y me instaba a que me diera prisa en volver.

No hay palabras para describir la agitación de mi corazón en el momento en que vi a mi madre. La animé diciéndole que fue estupendo que haya podido esperar hasta mi regreso. Pensé que, ya que había vuelto, debía pasar el resto del tiempo que le quedaba cuidándola y quedándome con ella el mayor tiempo posible. Sin embargo, las cosas no salieron como yo esperaba.

Una tormenta en el horizonte

Mi madre se quedó en casa de mi segundo hermano. Él se casó con una joven vietnamita. Nunca esperé que ella no me permitiera quedarme en su casa para asistir a mi madre por la noche. Sólo me permitía permanecer en su casa durante el día, pero por la noche tenía que buscar otro sitio donde dormir. Al principio, mis hermanas no se atrevían a contármelo porque temían que no lo aceptara. Cuando mis hermanas se enteraron, preguntaron a mi hermano si el sabía de la decisión que había tomado su esposa. Él sólo respondió que no tenía elección.

Cuando por fin me lo contaron, me quedé incrédula. Me preguntaba por qué mis hermanas me decían: "Arregla dónde vas a dormir esta noche, si en casa de de alguna de nosotras o en casa de tu sobrino". Cuando comprendí por qué decían esto, me sentí muy triste y decepcionada con mi hermano. Ni siquiera era capaz de enfrentarse a su mujer para que su hermana se quedara en su casa a cuidar de nuestra madre, incluso cuando ella se encontraba en ese estado tan grave. Empecé a quejarme de él.

Recordé un conflicto que tuve con su esposa hacía unos tres años. Mi madre es tranquila. Cuando se casaron, todo iba bien. Sin embargo, con el tiempo, empezó a intimidar a mi madre. También fui testigo de cómo destrozaba y golpeaba cosas. Incluso pateó a alguien delante de mí. No dejaba de recordarme que debía tolerar su comportamiento y no tener malos pensamientos sobre ella. Tampoco quería que mi madre nos viera discutiendo.

Durante las vacaciones del Año Nuevo Chino, un sobrino de unos treinta años de edad del primer matrimonio de mi segundo hermano nos invitó a comer a su casa a mi madre y a mí. Aceptamos la invitación. Sin embargo, no esperábamos que esta noticia se difundiera entre los familiares en las redes sociales y que mi cuñada vietnamita se enterara.

Se puso muy triste y mi madre le pidió disculpas. Estaba en la habitación de mi madre cuando de repente oí un alboroto afuera. Salí a ver qué pasaba y vi a mi cuñada pateando cosas aquí y allá como una loca. Al ver que maltrataban verbalmente a mi anciana madre, me llené de rabia.

Le pregunté: "¿Por qué siempre maltratas a mi madre?". Al ver que se avecinaba una tormenta, mi hermano me agarró rápidamente mientras mi madre y la persona de servicio agarraban a mi cuñada para evitar que empezáramos una pelea.

Después, lloré. Le dije al Maestro que lo sentía. No respeté el principio de tolerancia. El Maestro siempre nos recuerda que debemos vivir "Verdad-Benevolencia-Tolerancia", pero no pude controlarme durante el conflicto.

El maestro dijo:

“Porque cuando se producen los conflictos, estos aparecen repentinamente, pero no existen por casualidad; eso es para que eleves tu xinxing. Siempre que te consideres alguien que refina gong, serás capaz de tratarlos apropiadamente” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Evidentemente, era una oportunidad para mejorar mi xinxing, pero no lo manejé bien. Llena de remordimientos, fui dejando atrás mis quejas y mi odio hacia mi cuñada y dejé de sentir resentimiento por su comportamiento en el pasado.

Me di cuenta de que, debido a que no manejé la situación con tolerancia y compasión, mi cuñada no me permitió quedarme en su casa. Sólo podía quedarme en casa de mi sobrino. Unos días después, mi hermana mayor volvió a hablar con mi cuñada y le dijo que eso no era posible. Sólo entonces accedió a que me quedara con mi madre para cuidarla.

Dejando a un lado el resentimiento

Se resolvió un problema, pero surgió otro. Yo debía cuidar de mi madre día y noche. Hacer esto durante unos días o incluso una semana está bien. Sin embargo, a medida que pasaban los días, me sentía más cansada. Me preocupaba quedarme profundamente dormida y no escucharla llamarme cuando su dolor se intensificaba y no podía respirar. No me atrevía a dormir profundamente.

Con el paso de los días, ya no podía conciliar el sueño. Temía que esto afectara mi capacidad para cuidar de mi madre, así que hablé con mis hermanas para ver si podía tomarme un día libre a la semana. Sin embargo, todas tenían todo tipo de excusas y ninguna podía hacerse cargo por un día. El resentimiento volvió a invadir mi corazón. Pero después de reflexionar, decidí que debía soltarlo y continué cuidando a mi madre yo sola. Todas las hermanas son mayores que yo y soy cultivadora, por lo que mi cuerpo está en mejor forma que el de ellas. Si yo no asumía esta tarea, ¿Quién podría hacerlo?

Con frecuencia recitaba a mi madre las nueve palabras especiales: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". La columna de Tianyin en Zhengjian.org tiene una canción llamada “Las nueve palabras auspiciosas”. A menudo se la ponía. La parte más difícil de quedarme cuidando a mi madre las veinticuatro horas era que no podía estudiar el Fa tranquilamente.

Le pregunté a mi madre si podía irme a dormir a la sala de estar todas las noches después de que ella se durmiera. Quería aprovechar esta oportunidad para ponerme al día en el estudio del Fa. Sin embargo, mi madre esperaba que yo pudiera estar a su lado todo el tiempo, ya que mi presencia le daba una sensación de seguridad. Un día después, mi madre comprendió y accedió a que me fuera a la habitación de al lado a descansar. Cuando tuve la oportunidad de estudiar Fa, mi estado mejoró. Si no, me resultaría muy difícil superar esta tribulación.

Ahora, siempre que intercambio experiencias de cultivación con nuevos practicantes, les digo que estudien más el Fa. Sólo estudiando bien el Fa podremos eliminar toda clase de interferencias. Ahora tengo un entendimiento profundo de esto.

Después de más de un mes, mi madre falleció. Me robaron mi auto el día antes de su muerte. En la guantera tenía la tarjeta de acceso y las llaves de mi apartamento en Malasia. Pensé que esto era malo, ya que el ladrón podía acceder a mi apartamento y robar cosas. Inmediatamente presente una denuncia a la policía. Sin embargo, no esperaba que mi madre falleciera al día siguiente. No tuve tiempo de volver y cambiar la cerradura de mi apartamento. Afortunadamente, tenía el número de teléfono de mi vecino y le pedí que me ayudara y pusiera un candado en mi puerta.

En los funerales hay todo tipo de rituales. Sabía que si no seguía las costumbres, la gente podría tener algunos malentendidos. Mi familia es numerosa y, para que no tuvieran ninguna interferencia en comprender la verdad sobre Falun Dafa y pudieran salvarse, hice todo lo posible por cooperar con ellos. Cuando recitaban las escrituras, yo recitaba en voz baja: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Mi hermano mayor no asistió al funeral porque vive en otro estado de Malasia. En la tradición china, el hijo mayor tiene un papel importante, pero no estuvo allí. El y yo teníamos una buena relación y también era muy filial con nuestros padres. Cuando nuestro padre falleció ya hace más de una década, dejó un negocio, y parte de él se repartió a partes iguales entre los hijos. Como mi hermano mayor es relativamente más rico, una vez dijo que no quería su parte. Sin embargo, más tarde cambió de opinión. Su esposa no estaba satisfecha con la forma en que se estaban repartiendo las propiedades.

Esto provocó algunas peleas entre mi hermano mayor y mis hermanas. Debido a esto después de la muerte de mi padre, él ya no visitaba a nuestra madre. Cuando ella estuvo gravemente enferma, volvió una vez, a toda prisa y se llevó las escrituras a la tienda. Durante los años en que ella estuvo gravemente enferma, incluso el día en que falleció, la esposa de este hermano nunca hizo una sola llamada telefónica para mostrar preocupación por ella.

Perdonando a mi hermano

Nuestra madre tenía muchas esperanzas de que los hermanos viviéramos juntos en armonía. También esperaba que todos pudiéramos reunirnos como lo hacíamos en el pasado. Sin embargo, ahora que nuestros padres ya no estaban, yo también sentía que había perdido a mis dos hermanos. Discutiendo por ganancias personales, todos en mi familia nos convertimos en extraños. Por eso, comencé a sentir rencor hacia mis hermanos.

Después del funeral, mi hermano se sentó en el asiento delantero del autobús, sosteniendo la urna que contenía las cenizas de nuestra madre. Su aspecto solemne y envejecido me hizo sentir de repente que podía dejarlo todo, todo mi resentimiento. Cada familia tiene sus problemas y cada uno tiene sus dificultades. Mi segundo hermano ya tiene sesenta años y tiene problemas de corazón. Su actual esposa tiene menos de cuarenta años y es extranjera, por lo que su mandarín no es fluido y no sabe comunicarse bien con los demás; sus dos hijos son aún muy pequeños. Una noche, mi segundo hermano necesitó que lo llevaran de urgencia al hospital, pero su esposa no conduce bien, así que nosotras lo llevamos en coche.

Ordené la habitación de mi madre. Antes de irme, le dije a mi segundo hermano: "Dejemos a un lado todas nuestras rencillas. Seguimos siendo hermanos. Si necesitas ayuda, pídemela". En cuanto dije estas palabras, me sentí aliviada. Si no practicara Falun Dafa, no habría podido dejar de lado mi resentimiento.

Siete días después de la muerte de mi madre, pensé que por fin había resuelto todo. Justo entonces, el vecino de mi apartamento en Malasia me llamó y me dijo que el ladrón fue a mi casa e intentó abrir la cerradura, pero no lo consiguió. Rápidamente llamé a la policía y me apresuré a ir a la comisaría. La policía me dijo que había hombres apostados en los alrededores, pero que aún no habían atrapado al ladrón.

Durante ese período de tiempo, sufrí tribulación tras tribulación. Mi marido, también practicante, no estaba a mi lado, así que tuve que afrontar todo yo sola. Por suerte tengo a Dafa y a menudo siento que el Maestro está a mi lado. Pase lo que pase, no tengo miedo. Siempre tengo la sensación de que podré superar cualquier dificultad. El Maestro siempre me está cuidando y protegiendo.

Dos semanas después de que me robaran el coche, el día que planeaba volver a Singapur, la policía me llamó para decirme que habían encontrado mi coche. Debido a la pandemia, no es fácil desplazarse por la aduana. Me quedé para recuperar mi coche antes de volver a Singapur.

Una semana después, recibí mi coche. En Malasia, es muy raro que se encuentre un coche robado, así que esto es una prueba de los poderes milagrosos de Dafa. Conté a mi familia sobre este milagro y esperaba que comprendieran que esto había sucedido debido al asombroso poder de Dafa.

De hecho, cuando me robaron el coche, estaba muy tranquila. Creo profundamente en lo que dijo el Maestro: "...y por más que otros deseen tomar tus pertenencias, no pueden..." (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Ya sea ganancia o pérdida, no debería mover mi corazón. Sin embargo, tenía la sensación de que el coche volvería. Ya que había estado trabajando conmigo durante tantos años de cultivación, transportando practicantes, materiales para aclarar la verdad y periódicos. También me ha ayudado a transportar los instrumentos de la Banda Marchante Tian Guo ...era un instrumento para mi aclaración de la verdad. Al final, conduje con éxito el coche de regreso a Singapur.

He madurado mucho gracias a estas experiencias. En aquel momento, estas tribulaciones parecían abrumadoras. Aunque no son como las que se mencionan en el libro, la sensación es la misma. Las tribulaciones vinieron una tras otra. Si no hubiera tenido al Maestro y a Dafa, habría sido realmente muy difícil para mí lidiar con tantos conflictos, uno tras otro, y sobrevivir a la prueba.

Al recordar y escribir mis experiencias para esta Conferencia del Fa, sentí que todavía estaba lejos de los requisitos del Fa. A través de estas experiencias y conflictos, una gran parte de las quejas y el odio que tenía en el pasado fueron eliminados. He cultivado mucho. Sin embargo, ahora siento que todavía necesito mirar más hacia dentro y cultivarme.

Todavía tengo muchos apegos de los que aún debo deshacerme por completo. Me quejo a menudo de las cosas, me pruebo a mí misma, muestro mis puntos fuertes a los demás, soy propensa a buscar la comodidad, tengo apego a la lujuria y a los deseos, me pongo celosa de los demás, no cultivo el habla, etc. Todavía necesito cultivar mucho en estos aspectos. Debo recordar en mi corazón las enseñanzas del Maestro: "tomar las penalidades sufridas como gozo" (Templando la mente y el corazón de uno, Hong Yin) en mi corazón y cambiar por completo mis nociones de sentimentalismo.

Durante la pandemia, junto con otros practicantes en línea estudié el Fa, practiqué los ejercicios, memoricé el Fa e hice llamadas telefónicas de aclaración de la verdad a través de la plataforma de llamadas telefónicas. Cada día fue muy gratificante. Cuando terminó el confinamiento, tuvimos aún más oportunidades de salvar a la gente. Mientras pueda hacerlo, participaré en todo tipo de actividades de aclaración de la verdad. Atesoro todo lo que el Maestro me dio y también aprecio cada oportunidad de validar el Fa. Haré todo lo posible para hacer bien las tres cosas, continuar mejorando mi xinxing y seguir al Maestro para completar este último tramo del camino para validar el Fa.

Compañeros practicantes, ¡seamos diligentes en nuestra cultivación! ¡El Maestro nos espera!

¡Gracias Maestro! ¡Gracias compañeros practicantes!

(Presentado en el Fahui de Singapur 2022)