(Minghui.org) Cuando Zhu, subjefe de la Oficina de Seguridad Interior, pidió reunirse conmigo a finales del año pasado, pensé que era una buena oportunidad para aclararle los hechos sobre Falun Dafa.

Zhu sustituyó al anterior jefe, Qing, después de que este se jubilara el año pasado. Qing leyó algunos materiales de aclaración de la verdad y también renunció al Partido Comunista Chino (PCCh). Vino acompañado de Zhu.

Zhu me saludó y me dijo que yo, una persona de 80 años, debía intentar protegerme de ser detenido y condenado a prisión por defender mi fe en Falun Dafa. El encarcelamiento sería duro para mí y también afectaría a la promoción laboral y a la educación de mis hijos y nietos.

Mi hija, que no practica Falun Dafa, le interrumpió: "Mi padre mantiene firmemente su fe y debe tener sus razones. Todos respetamos su decisión".

Qing se hizo eco de mi hija diciendo que yo salía a menudo a denunciar la persecución del PCCh.

Intervine y dije que, desde que el PCCh tomó el poder en 1949, nunca ha dejado de perseguir a los chinos. Qing y Zhu deberían estar familiarizados con las numerosas campañas políticas del PCCh que mataron a millones de personas en las últimas décadas. Ahora el Cielo está eliminando al PCCh e instando a la gente a que renuncie al Partido y a sus organizaciones juveniles. También insté a Zhu a renunciar al PCCh para salvaguardar su futuro.

Zhu estuvo totalmente de acuerdo y le di más material informativo, que aceptó encantado.

Al salir, le pedí a otro oficial, Sheng, que venía con ellos, que también renunciara al PCCh. Solía mostrarse muy grosero y resistente cuando le aclaraba la verdad. Pero esta vez, como su jefe ya había renunciado al PCCh, también aceptó con una gran sonrisa. Tomó los materiales y expresó su gratitud.

Además de aclarar la verdad a la policía, también aproveché varias oportunidades para relacionarme con todos los implicados en la persecución, incluidos jueces y procuradores. Muchos de ellos aceptaron mis materiales y accedieron a renunciar al PCCh.