(Minghui.org) Durante una reciente semana de compromiso universitario en el sur de Francia, Frédérique, profesora del instituto y otros practicantes instalaron un estand el 2 de marzo, y presentaron Falun Dafa a estudiantes, profesores y miembros del personal. Muchas personas se detuvieron en la mesa informativa y pidieron información.

Frédérique, profesor de preparatoria, explica qué es Falun Dafa.

Impresionados por los principios Verdad-Benevolencia-Tolerancia, así como por los beneficios para la salud de Falun Dafa, los transeúntes dijeron que compartirían la información con familiares y amigos. Algunos firmaron una petición por el fin de la brutal persecución que sufre esta práctica pacífica en China.

Durante los descansos de la mañana, muchas personas se acercaron al estand. Mientras Frédérique presentaba la práctica y respondía a las preguntas, otro practicante hizo una demostración de los ejercicios. Varios estudiantes admiraron los movimientos pacíficos e hicieron fotos o vídeos.

Willy, uno de los colegas de Frédérique, firmó la petición de apoyo a los practicantes. Dijo que le gustaría ver la presentación de Shen Yun, ya que su hija está muy interesada en aprender la auténtica cultura china.

Otra colega, Françoise, se sorprendió al enterarse de lo que estaba ocurriendo en China. No tenía ni idea de que el Partido Comunista Chino (PCCh) tratara tan mal a la gente por tener una creencia. Dijo que les diría a otros profesores y alumnos que vinieran, hablaran con los practicantes y firmaran la petición.

Alumnos de segundo de preparatoria aprenden sobre Falun Dafa y la represión en China.

Varios alumnos de segundo curso preguntaron por qué se reprimía en China una práctica tan pacífica. Dijeron que la persecución es un error, ya que los principios Verdad-Benevolencia-Tolerancia son beneficiosos para la sociedad. Manon, alumna de último curso, dice que es consciente de la brutalidad que se vive en China. Cuando era estudiante de secundaria, un profesor le contó que el PCCh estaba matando a practicantes de Falun Dafa por sus órganos.

Cuando una profesora se enteró de la existencia de Falun Dafa, llevó a sus alumnos del programa Brevet de technicien supérieur (Diploma de Técnico Superior) al estand. Escucharon atentamente y se escandalizaron por los abusos contra los derechos humanos de los practicantes en China. Muchos de ellos firmaron la petición.

Una profesora es locutora de radio en la zona e invitó a los practicantes a ser entrevistados en su programa. Además de firmar la petición, dijo que la próxima vez que visitara París, asistiría a la Exposición Internacional El Arte de Zhen-Shan-Ren (Verdad-Benevolencia-Tolerancia).

Cuando el programa estaba a punto de terminar, tres miembros del personal de la escuela también firmaron la petición. "Cada firma cuenta", comentó uno de ellos. "Estoy muy contenta de apoyar una causa tan buena".

Antecedentes: ¿Qué es Falun Dafa y por qué lo persigue el PCCh?

Falun Dafa (también conocido como Falun Gong) fue presentado por primera vez al público por el Sr. Li Hongzhi en Changchun, China, en 1992. Esta disciplina espiritual se practica ahora en más de 100 países y regiones alrededor de todo el mundo. Millones de personas que han abrazado las enseñanzas, que se basan en los principios Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y han aprendido los cinco ejercicios, han experimentado una mejora de la salud y el bienestar.

Jiang Zemin, exjefe del Partido Comunista Chino (PCCh), percibió la creciente popularidad de la disciplina espiritual como una amenaza para la ideología atea del PCCh y el 20 de julio de 1999 emitió una orden para erradicar la práctica.

Bajo la dirección personal de Jiang, el PCCh estableció la Oficina 610, una organización de seguridad extralegal con poder para anular los sistemas policial y judicial y cuya única función es llevar a cabo la persecución a Falun Dafa.

Minghui.org ha confirmado la muerte de miles de practicantes como resultado de la persecución en los últimos 23 años. Se cree que el número real es mucho mayor. Innumerables practicantes han sido encarcelados y torturados por su fe.

Hay pruebas concretas de que el PCCh avala la sustracción de órganos a los practicantes detenidos, que son asesinados para abastecer a la industria china de trasplantes de órganos.