(Minghui.org) Soy una practicante vietnamita de Falun Dafa que reside en Australia. Comencé a practicar Falun Dafa en 2013. Durante estos casi 10 años, he experimentado muchas pruebas que ayudaron a mejorar mi xinxing. Me gustaría compartir mi experiencia al usar pensamientos rectos para romper una tribulación de yeli (karma) de enfermedad.

En 2017, los laterales de mis brazos se volvieron rojos, hinchados y molestos. Sabía que se debía a que no me había cultivado bien, lo que permitía que los factores externos, especialmente las viejas fuerzas, aprovecharan mis brechas. Cuando regresé a Vietnam a finales de 2017, mis padres, que no son cultivadores, se dieron cuenta de mi estado y me obligaron a tomar medicamentos.

Estaba decidida a reanudar la cultivación tras regresar a Australia. En abril de 2018, los síntomas en mi brazo reaparecieron, y mi piel se volvió, áspera, escamosa y con picazón. A partir de ahí, los síntomas se extendieron rápidamente a mi cara, cuello y cuerpo entero. En cuestión de días, mi piel comenzó a exudar pus espeso. Todo mi cuerpo se volvió pegajoso e hinchado, y sentía una sensación de ardor constante. Me daba miedo mirar mi cuerpo horriblemente desfigurado.

Sabía que era la manifestación del yeli que había acumulado a lo largo de los años. Era una oportunidad preciosa para eliminar mi yeli y mejorar mi carácter. Aumenté diligentemente la duración de mi estudio del Fa, hice las cinco series de ejercicios, envié pensamientos rectos y fui a Chinatown para aclarar la verdad los fines de semana.

Al mismo tiempo, miré hacia dentro para encontrar mis defectos de cultivación. Descubrí que había permanecido demasiado tiempo en el mismo nivel, incapaz de mejorar, pues me había aferrado obstinadamente a mis nociones humanas. Reaccionaba inmediatamente a las críticas e intentaba demostrar que tenía razón. No podía aceptar que otros señalaran que mis opiniones eran erróneas. La practicante que vivía conmigo me dijo muchas veces: "Por fuera pareces muy menuda, pero eres muy testaruda y rebelde. Tu aspecto exterior es muy diferente de tu carácter interior".

Me di cuenta de que mi fuerte ego me frenaba e impedía mi progreso en la cultivación.

Empecé a aplicar los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para corregir mis pensamientos, palabras y acciones. Intenté ignorar el dolor de mi condición y centré mis esfuerzos en la cultivación. Para mantener mis gastos, tenía que terminar mis trabajos de limpieza contratados dos o tres veces por semana. Preocupada, pedí al Maestro Li, fundador de Falun Dafa, que fortaleciera mis pensamientos rectos. Curiosamente, pude terminar mis tareas de limpieza a tiempo a pesar de mis brazos doloridos. Esta experiencia me conmovió profundamente, y me di cuenta de la constante presencia alentadora del Maestro en mi camino de cultivación.

Dos semanas después, el dolor de mi cuerpo seguía aumentando y roncaba con fuerza. Estudiaba el Fa, hacía los ejercicios y enviaba pensamientos rectos, pero lloraba con frecuencia debido al dolor. Al ver mi sufrimiento, la practicante que vivía conmigo me animó amablemente: "Sigue trabajando duro y no te rindas. Te recuperarás pronto". También molió aloe vera fresco y me lo aplicó en la piel. El gel pegajoso me alivió un poco. Sin embargo, el dolor volvió con más fuerza cuando el aloe vera se secó.

Fue mi primera experiencia con el yeli de la enfermedad. A pesar de mis esfuerzos, a veces surgían pensamientos negativos. "¿Cuándo me recuperaré? Este sufrimiento parece no tener fin. ¿Me quedarán cicatrices en la cara después de recuperarme? ¿Se me deformará la cara? Aún tengo que trabajar para pagar mis gastos". El estudiar cada vez más el Fa me ayudó a rechazar estos pensamientos negativos.

Una noche oscura, mientras me agitaba inquieta en la cama, mi mente agotada se tentó con la idea de buscar medicinas. Con lágrimas en los ojos, pensé: "En contraste con las penurias que el Maestro ha pasado por los practicantes, mi sufrimiento no es nada en comparación. Si ni siquiera puedo pasar esta prueba, ¿cómo podré superar mayores tribulaciones en el futuro? Maestro, me esforzaré más. Por favor, refuerza mis pensamientos rectos".

Para motivarme, busqué en el sitio web de Minghui artículos de intercambio de experiencias sobre la eliminación del yeli de enfermedad. Para mi sorpresa, descubrí un artículo escrito por otra practicante sobre su experiencia de superar una enfermedad similar a la mía. La practicante también había incluido fotos de su piel antes y después de superar el yeli de enfermedad ("¡Puedo seguir estos principios el resto de mi vida!"). Este intercambio me dio la motivación para continuar.

Leí repetidamente las conferencias del Maestro sobre los temas del consumo de medicamentos y la cultivación. Las enseñanzas del Maestro me dieron fuerzas mientras intentaba superar esta tribulación. Tres semanas después de que aparecieran los primeros síntomas, descubrí que mi cuerpo ya no supuraba pus ni me picaba. Pronto me recuperé y solo me quedaron unos pequeños bultos residuales en la barbilla.

Los practicantes que vivían en mi casa me dijeron que era un milagro. Sabía que la gran misericordia del Maestro y el poder de Dafa habían contribuido a mi rápida recuperación. Sentí como si me hubieran quitado una capa de cosas malas del cuerpo. Incluso mi cabeza se sentía más ligera. Los practicantes también comentaron que mi piel tenía mejor aspecto que antes.

Aspecto de Nhung Le al principio y tres semanas después.

A través de esta experiencia, he desarrollado una comprensión más profunda de la sacralidad y la seriedad de la cultivación.

No hay palabras para expresar mi profunda gratitud al Maestro. Agradezco al Maestro por eliminar mi yeli, exponer mis apegos y ayudarme a elevarme por niveles. En esta ocasión festiva, me gustaría desear al Maestro un feliz Año Nuevo Chino. En este tiempo limitado que me queda, haré todo lo posible para perseverar en la cultivación, hacer bien las tres cosas, ayudar al Maestro a rectificar el Fa y salvar a más seres conscientes.