(Minghui.org) La práctica de la cultivación requiere elevar el propio xinxing, o carácter. Cuando los practicantes cambian su mentalidad y se rectifican a sí mismos desde la perspectiva del Fa, cualquier problema aparentemente insuperable desaparecerá instantáneamente.
Buscando fama
Empecé a practicar Falun Dafa en 1996 después de sufrir fuertes dolores de cabeza. Cuando empecé, leía el Fa y hacía los ejercicios, pero no sabía cómo cultivar mi xinxing. Gracias a un incidente aprendí a cultivar mi xinxing.
Vivía en una habitación con dos compañeras. Una de ellas trabajaba en la misma oficina que yo. A las dos nos contrataron en la misma escuela después de graduarnos. Teníamos una edad parecida e impartíamos el mismo curso, así que estábamos muy unidas.
Mi compañera y yo nos pusimos de acuerdo sobre cómo mejorar el modelo de enseñanza del curso que estábamos utilizando y decidimos escribir un artículo del tema.
A mí se me ocurrió la idea principal y el marco del trabajo. Como tenía que estudiar para los exámenes de licenciatura y el calendario era muy ajustado, mi compañera se encargó de redactarlo. Yo le ayudaba a redactar en los momentos críticos.
Cuando terminamos el trabajo, mi compañera se lo presentó al director. A él le gustó tanto que lo recomendó a la ciudad, y fue bien recibido. El director elogió varias veces a mi compañera en la reunión semanal, pero no dijo ni una palabra sobre mí. Cada vez que escuchaba los elogios del director hacia mi compañera, me enfadaba. Cuanto peor me sentía, más la elogiaba el director.
El Maestro Li (fundador de Falun Dafa) dijo:
“Pero generalmente cuando viene un conflicto, si a uno no lo irrita hasta lo profundo del corazón, no vale, no sirve para elevarse” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
¿Por qué estaba enfadada? Miré hacia dentro. Estaba descontenta porque el director elogiaba a mi compañera y a mí me ignoraba. Esperaba que también reconociera mis esfuerzos. Me di cuenta que perseguía fama. Cuando lo noté, me tranquilicé y lo dejé pasar. Después, el director dejó de elogiar a mi compañera.
A finales de año, esta compañera me ofreció el certificado anual de reconocimiento como excelente profesor. Me sorprendió porque nunca había recibido un premio así. Resultó que mi compañera había escrito una evaluación de mi trabajo, la había presentado en mi nombre y me había ayudado a conseguir el premio.
Cuando el Partido Comunista Chino (PCCh) comenzó la persecución a Falun Dafa (también llamado Falun Gong), el 20 de julio de 1999, los practicantes sufrimos mucha presión en el trabajo porque a todos los dirigentes se les pidió que despidieran a los empleados que practicaban Falun Dafa. Mi director también tuvo que hablar conmigo, pero no me lo puso difícil. Primero afirmó mi buen desempeño, y luego me recordó amablemente que no saliera a aclarar la verdad sobre Falun Dafa, y que cuidara mi seguridad.
Esta compañera de cuarto y yo siempre hemos mantenido una buena relación. Cuando otros me atacaban porque no renunciaba a mi fe, ella siempre me defendía, diciendo que yo era una buena persona y que lo que decía la propaganda en la televisión no era verdad.
Una vez, dije la verdad sobre Dafa en clase. Como antes había aclarado bien la verdad, esta vez me dejé llevar un poco e ignoré las reacciones de los alumnos. Después de la clase, un alumno dijo algo malo sobre mí y mi compañera se enteró. Me llamó para recordarme que lo hiciera mejor la próxima vez.
Aunque no la veo tan a menudo después de mudarnos de residencia, nos mantenemos muy unidas y siempre nos alegra vernos cuando nos encontramos.
Eliminando las nociones humanas
Aprendí a encontrar mi verdadero yo y a eliminar las nociones humanas a través de interactuar con mi suegra.
La menosprecié desde que la conocí, porque no me gustaba su forma de actuar y de hacer las cosas. Por ejemplo, nos preparó una cama futón antes de casarnos y me dijo en tono desagradable: "Deberías haber preparado la ropa de cama".
Me enfadé y respondí bruscamente: "¡Mi dinero es para la casa!". Pensé: Tu hijo tiene más de 30 años y no tiene dinero, ni casa propia. Pagué el depósito, la mayor parte del pago inicial y solicité el préstamo. ¿Cómo puedes tener el descaro de meterte conmigo porque gastaste un poco de dinero en ropa de cama nueva para nosotros?
Después de casarnos, mi suegra venía a ayudarnos a cuidar de nuestro hijo. Un día discutí con ella y se fue de la casa. Cuando mi esposo regresó del trabajo, estaba enfadado y no escuchó mis explicaciones. Yo pensé: Sí, es su madre, pero ¿y qué? ¿No podría estar equivocada? ¿Por qué no podía señalarle sus errores?
Aquella noche, los piececitos de mi hijo se pusieron calientes. Un rato más tarde, comenzó a tener fiebre y se le calentaron las pantorrillas. Algo estaba mal y empecé a mirar hacia dentro. Sabía que la verdadera causa del conflicto era que yo menospreciaba a mi suegra.
¿Por qué la menospreciaba? Yo era independiente y ella no. A mí no me gustaba cotillear, pero ella hablaba mucho como si lo supiera todo. Yo tomaba el dinero a la ligera, pero ella quería aprovecharse de los demás. Yo era casi lo opuesto a ella.
Cuando mi hijo tenía fiebre, supe que tenía que cambiar mi forma de pensar. Mi suegra y yo crecimos en ambientes diferentes. Mi madre murió muy joven y mi padre estaba muy ocupado trabajando. No tenía tiempo para preocuparse de nada más por nosotros, salvo de la comida y la ropa. Tuve que ser independiente al crecer. Mi suegra había pasado por las campañas políticas del PCCh. Tenía familiares en el extranjero, por lo que su familia fue discriminada. Siempre tenían problemas con el PCCh y vivían con miedo. Cuando era pequeña, tenía que quedarse toda la noche pegando cajas de cerillas para mantener a una familia de cinco miembros. Por eso, aunque era inteligente y capaz, era tímida y tenía miedo de tomar decisiones en casa.
Después de pensar en esas cosas, comprendí que su carácter se moldeó en el entorno en el que creció. Si mi suegra hubiera crecido en otras circunstancias, quizá habría tenido una personalidad diferente. Así que su carácter se formó a través de su vida, y en realidad no era ella misma.
Además, se me ocurrió que no me gustaba porque no encajaba en mi forma de pensar. Sin embargo, mis percepciones también se formaron a partir de mi entorno. En otras circunstancias, yo también podría tener un carácter diferente. Así que mis nociones no representaban mi verdadero yo.
Shifu dijo:
“Si no cambias la lógica humana que tú, como persona común, has formado profundamente en tus huesos por miles de años, no podrás desprenderte de esta cáscara superficial humana ni obtener la perfección” (Palabras de advertencia, Escrituras esenciales para mayor avance).
La única forma de resolver el conflicto era desprenderme de mis nociones humanas y no enredarme en la cuestión superficial de quién tiene razón o quién está equivocada. Al darme cuenta de esto, me relajé, como si acabara de atravesar una gruesa coraza. Cuando toqué los pies de mi hijo, su temperatura había regresado a la normalidad.
Al día siguiente, mi suegra llamó a mi esposo y le preguntó si debía venir a ayudar con el bebé. Mi esposo le contestó: "Si tú no cuidas al bebé, ¿quién lo hará?". Apenas mi suegra entró en casa, salí rápidamente a pedirle disculpas. Antes de que pudiera terminar, me dijo que ella también tenía la culpa. Era la primera vez que la escuchaba decir que estaba equivocada. Realmente experimenté lo maravilloso que es mejorarme a mí misma desde la perspectiva del Fa.
Cuando mi esposo se fue al extranjero por un año, mi suegra se quedó conmigo. Estudiamos el Fa e hicimos los ejercicios juntas. Una mañana me quedé dormida y ella se levantó sola para hacer los ejercicios. Me dijo que la música de los ejercicios la despertó, pero yo seguía durmiendo y nadie había puesto la música de los ejercicios.
Iba al hospital, hablaba con la gente de allí sobre Falun Dafa y ayudó a varios de ellos a renunciar al PCCh y a sus organizaciones juveniles. Ahora, mi suegra tiene más de 80 años y goza de buena vista y oído. Aunque no se cultiva, le gusta leer los materiales de Falun Dafa y utiliza el calendario de escritorio de Falun Dafa todos los años.
Rescatando a mi hermana mayor
Mi hermana mayor, Ling (seudónimo), también practica Dafa, y por parte de mi madre hay varios practicantes, y toda su familia apoya Dafa. Cuando estaba a punto de dar a luz, Ling vino desde nuestra ciudad natal a cuidarme. La policía la detuvo cuando subía al tren porque estaba en su lista negra. Cuando le preguntaron si seguía practicando Falun Dafa, ella respondió: "Me cultivaré hasta el final". Con estos rectos pensamientos, no la detuvieron.
Dos días después, mi segunda hermana, Fang (seudónimo), llamó desde mi ciudad natal y dijo que un grupo de personas había ido a su casa, intentando presionarla para que convenciera a Ling de que se fuera a casa y asistiera a una clase de lavado de cerebro. Le dije a Fang: "¿Cómo quieren que mi hermana abandone a una mujer a punto de dar a luz? ¿No les queda nada de humanidad?".
Cuando esas personas volvieron a acercarse a Fang, ella se negó a ayudarles a convencer a Ling que regresara a casa. Más tarde, Fang también empezó a leer libros de Dafa y salía todos los días con Ling para hablar a la gente sobre Falun Dafa.
Una vez, Fang llamó y dijo que Ling había sido arrestada. Fang me preguntó qué debía hacer. Le dije que todos nuestros hermanos debían ir a la comisaría para pedirles que la liberaran.
Entonces escribí rápidamente un artículo y lo publiqué en el sitio web de Minghui para dar a conocer la noticia de la detención de mi hermana. Mis familiares de fuera de la ciudad se enteraron de la información y todos regresaron para ayudar en las labores de rescate.
En ese momento, creí firmemente que Ling estaba bajo la protección del Maestro. El Maestro nos pidió que miráramos hacia dentro cuando enfrentáramos tribulaciones, así que pensé en cuál sería la causa de la persecución de Ling. Me di cuenta que ella estaba apegada al tiempo final de la Rectificación Fa y tal vez esa era la brecha.
El hecho de que los practicantes estuvieran apegados al tiempo era también un signo de incredulidad y falta de respeto hacia el Maestro. Las viejas fuerzas debían haber aprovechado esta brecha y querían hundir a mi hermana.
La situación era tan urgente que le pedí a Fang que hiciera todo lo posible por visitar a Ling y decirle que eliminara su apego al tiempo.
También pensé que, en lugar de regresar a mi ciudad natal, debía enviar pensamientos rectos para utilizar el poder divino que me habían otorgado el Maestro y Dafa para eliminar los elementos malignos que perseguían a mi hermana.
Mi determinación de negar la persecución nunca había sido tan fuerte y poderosa. Sentí que mis manos eran tan grandes que había dos manos gigantes en mi dimensión. Era la primera vez que tenía tal sensación. Los pensamientos rectos de Ling también se hicieron más fuertes. La llevaron al campo de trabajos forzados, pero no le permitieron entrar, sino que la llevaron de regreso a la comisaría.
Al poco tiempo, Ling fue liberada y maduró en su cultivación después de esta experiencia.
Mirando hacia atrás, me di cuenta de que el Maestro siempre estuvo a mi lado. No reflexionaba mucho sobre cada pensamiento que tenía en aquel momento, pero en realidad era el Maestro el que me decía lo que tenía que hacer.
Dado todo nuestro esfuerzo por rescatar a Ling, ella regresó a casa sana y salva después de quitarse el apego. Como resultado, todos nos volvimos más conscientes de la seriedad de la cultivación.
Cultivando durante tantos años, a lo largo de todo el camino, sentí que los practicantes de Dafa siempre están bajo el cuidado del Maestro. Nuestro compasivo y gran Maestro ha preparado todo para nosotros. Todo lo que necesitamos hacer es escuchar las palabras del Maestro, cultivarnos sólidamente, cumplir nuestros votos y apreciar nuestra oportunidad de cultivarnos.
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Categoría: Mejorándose uno mismo