(Minghui.org) Me uní al equipo de radiodifusión de Falun Dafa en enero de 2022. Me sentí muy afortunada de poder utilizar las habilidades que aprendí durante la pandemia, el tiempo en que trabajamos diligentemente para salvar a la gente.

Los síntomas de COVID dejan al descubierto mi apego a la fama

La semana que me incorporé al proyecto, mi marido desarrolló síntomas de COVID. Cuidé de él y no me preocupé por mí. Pero al tercer día, empecé a tener síntomas similares. La única diferencia era que me dolía mucho la garganta. Sentía como si un engranaje girara constantemente dentro de mi garganta. Los dos sentíamos como si tuviéramos fiebre, pero cuando nos medíamos, la temperatura era normal y podíamos comer. Por la noche me sentía muy mal. Me despertaba tosiendo tres o cuatro veces.

El tercer día fue el más duro para mí. Un practicante me dijo que otro practicante había fallecido a causa del COVID y no pude dejar de pensar en ello. El dolor físico y mi fuerte miedo me ponían ansiosa. Pero esa noche pude calmarme y mirar en mi interior. Me di cuenta de que no sabía cuál de mis apegos había causado esto. No podía entender por qué había sucedido.

Recordé este fragmento del Fa que el Maestro nos enseñó:

“Algunos de nuestros estudiantes no pueden pasar el ye de enfermedad. No tienes que pensar que lo causa algo grande. Dices que no tienes grandes errores, estás muy firme en el Fa. Pero tomas esas cosas pequeñas como si no fueran nada. La maldad perversa sabe aprovecharse de las brechas, muchos estudiantes incluso se fueron por pequeñeces, realmente por cosas muy pequeñas” (Enseñanza del Fa en el Fahui de la Costa Oeste 2015).

Al profundizar en este tema, me volví aún más ansiosa. Con mi fuerte deseo de encontrar mis apegos para sentirme mejor, empecé a leer las enseñanzas. No me iluminaba a nada y me sentía angustiada. Aunque me repetía a mí misma que no me preocupara, no conseguía calmarme.

Pensé que ya que no podía calmarme para leer el Fa, podría leer los artículos de intercambio en Minghui.

En cuanto entré en el sitio web de Minghui, vi un artículo titulado "La cultivación consiste en mirar hacia dentro". Decía: "Cuando nos encontramos con conflictos, parece que todos sabemos que hay que mirar hacia dentro, pero a menudo no profundizamos ni miramos a fondo [...] Nos limitamos a hacer una lista [...] Pero no nos medimos seriamente con el Fa y no encontramos la raíz del problema".

Yo creía que esto describía mi situación. Cada vez que me encontraba con un problema, sentía que ponía al descubierto mi envidia y mi egoísmo. Sentía que estos dos apegos eran mis principales problemas. Solo me centraba en quién tenía razón o quién estaba equivocado. Siempre que sentía que la otra persona tenía la culpa, me limitaba a enumerar mis apegos. Pensaba que debía de haber hecho muchas cosas malas a la otra persona en vidas pasadas. Pensaba que eso era suficiente y decidía que el asunto estaba concluido.

Me di cuenta de que no me tomaba en serio la cultivación. Por eso me sentía tan mal, y sentía que había defraudado al Maestro. También me di cuenta de por qué tenía repetidamente el mismo tipo de conflicto. En diferentes circunstancias siempre me encontraba con el mismo tipo de persona o personas que me creaban conflictos similares. Pero nunca busqué dentro de mí. Nunca profundicé lo suficiente para encontrar cuál de mis apegos lo causaba. Como resultado, seguía cayendo en el mismo problema.

Empecé a recordar aquellos conflictos del pasado que nunca quise examinar. Pero después de pensar repetidamente en ello, seguía sintiendo que los demás tenían la culpa. No sentía que yo hubiera hecho nada mal. Pensé: "¿Es tan difícil mirar hacia dentro? ¿No sé acaso que no debo centrarme en quién tiene razón y quién no? ¿Cuál es mi verdadero problema? ¿De qué apego se trata?". Seguía sin tener ni idea. Decidí seguir leyendo aquel artículo.

El practicante citaba lo que dijo el Maestro: "Quien vive por fama tendrá ira y odio toda su vida" (Ser un humano, Hong Yin). Esto me impactó. Cuando leí esta frase, rompí a llorar. Resultó que era "fama". Nunca pensé que tuviera el apego a buscar la fama. Pensaba que era una persona discreta e intentaba ser humilde. ¿Cómo podía tener el deseo de buscar fama? Pero mis sentimientos en ese momento me decían claramente que, en efecto, tenía un fuerte apego a buscar fama.

Al seguir recordando el pasado, me sorprendió descubrir que, en mi cultivación, siempre tuve un fuerte deseo de que todos dijeran que era una buena persona. Como resultado de mi apego, siempre me encontraba con una o dos personas a las que les gustaba inventar cosas y sembrar rumores. Aunque por lo general esto no causaba ningún daño real, siempre tenía que dar explicaciones constantemente y demostrar que era una buena persona. Esto era muy duro y agotador, tanto física como mentalmente.

Rectificándome en base al Fa

Tras identificar mi apego a la búsqueda de fama, estaba decidida a eliminarlo. Pero, ¿cómo?

Empecé por enviar pensamientos rectos para eliminar las sustancias malas. A través de mi ojo celestial, vi que alrededor de mi cuello empezaba a disiparse una sustancia gris parecida al humo. Mi garganta mejoró. Entonces, pensé en lo que el Maestro dijo sobre los principios del Fa. Mi entendimiento era que como cultivador, no importa lo que encontremos, si siempre podemos medirnos con el Fa, entonces al continuar eliminando los apegos y mejorando, nos convertimos naturalmente en buenas personas a los ojos de los demás. No debemos perseguirlo.

De hecho, a veces hacía cosas que no quería hacer, o decía cosas que no quería decir, solo para ser cordial y que los demás me aprobaran. Sabía que debía hacer todo de acuerdo con el Fa. En cuanto a las cosas que no se ajustan al Fa, no debo hacerlas en absoluto.

Bajo la etiqueta aparentemente grandilocuente de "ser una buena persona", había también un fuerte apego oculto al interés propio. Cuando otros hacían cosas que me afectaban, me sentía mal. Esto se debía a que mis intereses se veían afectados. Me quitaban cosas que parecían pertenecerme. También tenía el apego a la comodidad, deseando caer bien a todo el mundo. No quería que nadie me causara problemas. Quería cultivarme cómodamente. Además, tenía un fuerte apego al sentimentalismo. Quería cultivar en un estado en el que todos estuvieran contentos y nadie tuviera conflictos.

Como a menudo evitaba los conflictos consciente o inconscientemente, perdía una y otra vez oportunidades de mejorar. "Buscar ser una buena persona" no parecía estar mal en la superficie, pero esta mentalidad en realidad encubría muchos de mis apegos, que me molestaron durante más de 10 años. A lo largo de estos 10 años, me encontré con varias personas y cosas que me impedían parecer una buena persona. No era capaz de calmarme y mirar dentro de mí. Me di cuenta de que, en este asunto, tal vez había seguido el camino dispuesto por las viejas fuerzas.

El Maestro dijo: "Las viejas fuerzas son, en esencia, gigantescas pruebas y tribulaciones que te acompañan todo el tiempo, mirando atentamente si durante la rectificación del Fa los Dafa dizi son capaces de dar el paso adelante" (Tengan la mente lúcida, Escrituras esenciales para mayor avance (III)).

En mi mente pensaba que había hecho un buen trabajo. De vez en cuando me quejaba de lo malo que se había vuelto el mundo y de que la gente de hoy en día no tenía moral. De hecho, se supone que esta dimensión del mundo humano es así.

Después de aclarar todo esto, me sentí verdaderamente iluminada y relajada. Ya no necesitaba demostrar a nadie que "soy una buena persona", ni que nadie me reconociera. Solo necesito seguir el Fa, emplear mi tiempo en salvar a la gente y estar a la altura del tiempo que nos dio el Maestro.

El sentimentalismo nos impide salvar a la gente

El Maestro dijo: "Aquellos que están aferrados al afecto de sus parientes serán indudablemente fatigados, enredados y atormentados por este afecto. Estas personas se aferran al hilo del afecto y dejan que les amarre durante toda la vida. Cuando lleguen al final de sus vidas, les será demasiado tarde para arrepentirse" (Tabúes para cultivadores,Escrituras esenciales para mayor avance).

Yo solía pensar que este pasaje del Fa hablaba del sentimentalismo entre hombres y mujeres, o del sentimentalismo entre miembros de la familia. De hecho, cuando los demás nos tratan mal y acabamos sintiéndonos infelices por ello, ¿no estamos también siendo interferidos por el sentimentalismo? Como no me daba cuenta de mi deseo de buscar fama, cuando me veía constantemente perturbada por el mismo tipo de conflicto, era como si agarrara los hilos del sentimentalismo y me enredara con ellos.

Esta situación se prolongó durante más de 10 años. Me avergonzaba cuando pensaba en ello. Cuando estaba enredada así, era imposible hacer un buen trabajo para salvar a la gente con los pensamientos totalmente rectos de un practicante de Dafa. Si en ese momento pudiera mirar hacia adentro y eliminar la interferencia a tiempo, no solo mejoraría mi xinxing, sino que sería capaz de hacer un mejor trabajo salvando a la gente. Tal vez la otra parte en el conflicto descubriría sus propias deficiencias. Algo malo se habría convertido en algo bueno.

Eliminando la interferencia

Después de la noche más difícil, aumenté el tiempo que leía el Fa con otros practicantes. La bondad de dos practicantes también me dio muchos pensamientos rectos, y una vez más sentí que los practicantes son un solo cuerpo. Al estudiar más el Fa, el peso de algunos conflictos y las cosas infelices que me atormentaron durante mucho tiempo fueron disminuyendo gradualmente en mi corazón. Sentía que me hacía cada vez más grande y que era capaz de superarlos con solo dar un pequeño paso.

Además, mientras leía el Fa, pude ver los principios del Fa del Maestro. También encontré mi mentalidad competitiva, la mentalidad de presumir, el apego a la ostentación, el apego a salvar la cara, así como el apego que tenía cuando empecé la cultivación, que era estar obsesionada con encontrar una tierra pura en Dafa. También me di cuenta de la importancia de enviar pensamientos rectos. Nuestros pensamientos rectos son verdaderamente poderosos.

Después de unirme al nuevo proyecto de esclarecimiento de la verdad, sentí que debía mejorar en mi cultivación personal ya que los requisitos han aumentado. Tuve que dedicar una cantidad extraordinaria de tiempo la primera vez que hice la transmisión. Aquel día ocurrieron todo tipo de cosas. Mi ordenador se quedó sin memoria; las baterías se agotaron; el software se bloqueó varias veces; y yo estaba nerviosa. Empecé a prestar aún más atención al envío de pensamientos rectos. Si empiezo a sentirme nerviosa, me detengo inmediatamente y envío pensamientos rectos durante un minuto, y luego continúo.

Desde que participo en este proyecto, cada vez que digo algo que no cumple con el Fa, toso mucho esa noche. Como quería utilizar mi capacidad de hablar para salvar a la gente, debía rectificarme. Cuando me exijo a mí misma con estándares más altos, tengo un sentimiento maravilloso de ser purificada después de cada emisión.

Lo anterior se basa en mi experiencia personal de cultivación. Si hay algo inapropiado, tengan la amabilidad de señalarlo.