(Minghui.org) En mi familia somos tres: mi padre, mi madre y yo.
Shifu dijo:
"A veces pienso que, siendo una vida, parece muy minúscula, sin embargo tiene sus propias historias sobre su vida; algunas son muy solemnes y conmovedores, algunas tienen muchas tramas, hay alegría, hay sufrimientos, hay misericordia, bondad, y todas tienen diferentes características de vida; yo las atesoro mucho" (20 años enseñando el Fa, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. XI).
Entre nosotros tres, como afirmó Shifu, hubo alegrías y penas, sin embargo todas se resolvieron con Dafa.
Mi madre me encaminó hacia Dafa
En 2004, mi madre conoció en su ciudad natal a un practicante de Falun Dafa. Este practicante aclaró a mi madre la verdad sobre la práctica, lo que la conmovió profundamente. Esa noche, mi madre leyó Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, durante toda la noche. La lectura de Zhuan Falun ayudó a mi madre a comprender las dificultades a las que se había enfrentado en el pasado y a conocer los extraordinarios efectos curativos de la práctica. Sin dudarlo, decidió practicar.
Después de iniciarse en la práctica, mi madre cambió mucho. Estaba más sana y feliz y rara vez se quejaba. Recordaba que antes solía llegar tarde o irse del trabajo temprano, y a menudo se desahogaba de sus frustraciones. Al ver los cambios en ella, me convencí de los beneficios de Falun Dafa.
A finales de 2004 se publicaron los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista. Seguí el consejo de mi madre y renuncié a las organizaciones juveniles del Partido Comunista Chino (PCCh) utilizando mi nombre real.
Al año siguiente, empecé a leer Zhuan Falun y Hong Yin con mi madre. En mi tiempo libre, me gustaba leer folletos de aclaración de la verdad sobre Falun Dafa. El valor, la determinación y la sabiduría de los practicantes me inspiraban constantemente.
Un día, tuve un sueño insólito. En una oscura cueva subterránea, un gran demonio se reunía con varios demonios más pequeños. El gran demonio señaló mi casa y expresó: "Parece que esta familia ha empezado a practicar Falun Dafa. ¿Quién puede ir y comprobar si están verdaderamente comprometidos?". Los diablos más pequeños intercambiaron miradas de incertidumbre, sin que ninguno de ellos se ofreciera voluntario.
En ese momento, un pequeño demonio emergió de un montículo de tierra cercano, empuñando una horca. Cojeando, gritó con valentía: "¡Yo iré!". El diablillo se transformó en una nube de humo y entró en mi habitación. Una vez allí, adoptó su verdadera forma y, de pie en el centro de la habitación, preguntó: "He oído que tu familia ha obtenido el Fa. ¿Piensas practicarlo?". Sin vacilar, respondí: "¡Cultivaré hasta el final!". Mi respuesta sobresaltó al diablillo, que huyó de inmediato.
Cuando desperté, le conté a mi madre lo que había visto en el sueño. Mi madre me expresó: "¡Has dado una buena respuesta! ¿Cómo se te ocurrió?". Le contesté: "¡Lo leí hace poco en un artículo de la página web de Minghui y me acordé!".
Comencé a practicar Falun Dafa
El tiempo vuela, y yo había estudiado el Fa con mi madre durante seis o siete años. Durante este período, mi madre a menudo me animaba a empezar la práctica, sin embargo yo siempre encontraba varias excusas para posponerlo, pensando que era suficiente tener a mi madre practicando en casa.
En junio de 2012, me tomé las vacaciones de verano antes de lo previsto porque mi rendimiento en la escuela no iba bien. Un día en casa, después de leer Zhuan Falun con mi madre, me sugirió que le diera otra oportunidad a la meditación. La persuasión de mi madre me conmovió, y medité en la posición del loto sencillo. Cuando entré en un estado de tranquilidad, vi a una niña pequeña con dos trenzas sentada en una cáscara de huevo con las piernas cruzadas, con expresión pacífica. Cuando terminé la meditación, me puse muy contento y dije: "¡Madre, voy a empezar a practicar!". Mi madre estaba aún más emocionada que yo. Comentó que por fin se había hecho realidad su mayor deseo.
Shifu dijo:
"Las oportunidades predestinadas, la espera de docenas de millones de años, todo lo que nosotros soportamos en la historia, es todo para hoy" (Los Dafa dizi tienen que estudiar el Fa, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. XI).
La relación con mi padre
Mi padre era estudiante universitario en la década de los ochenta, y se especializó en marxismo y leninismo. Mi padre me caía mal desde que tengo uso de razón. Me parecía un hombre problemático. Discutía constantemente con mi madre y me reñía sin motivo.
A mi padre le molestaba mucho que mi madre practicara Falun Dafa. Al principio, la insultaba. Más tarde, se limitó a ignorarla, por mucho que ella intentara explicarle las razones de su práctica. Al mismo tiempo, su comportamiento general se deterioró hasta el punto de volverse vergonzoso e insoportable. Mis padres se divorciaron en 2009. Tras su separación, le visitaba habitualmente durante las vacaciones de invierno y verano.
Un día del verano de 2013, no tardamos en discutir de nuevo cuando visité a mi padre. No recuerdo qué desencadenó nuestra discusión, sin embargo sí recuerdo que estaba tan furioso que volví a casa hecho una furia y me tiré en la cama. Me dormí y tuve un sueño muy vívido. En el sueño, me encontraba en una antigua dinastía y era un joven que portaba una espada. Un día, a la entrada de mi pueblo, un monje malvado intentaba humillar a mi mujer. Mi esposa no pudo soportarlo y se suicidó. Lleno de dolor y rabia, aunque las habilidades marciales del monje superaban las mías, no dudé en desenvainar mi espada y luchar contra él. De repente me desperté y me di cuenta de que el monje malvado no era otro más que mi padre. Compartí el sueño con mi madre y pensé: "Con razón mi padre y yo siempre parecíamos enemigos; ¡tenemos un mal vínculo de yeli!".
Mi madre empezó a experimentar graves problemas de salud en 2014 y, a principios de 2016, falleció. Yo simplemente no podía aceptarlo. Estaba triste y lloraba todo el día. Sin la ayuda de mi madre, descubrí que la vida se había vuelto dura de repente. Me di cuenta de que mi madre había cargado con muchas dificultades por mí.
Una semana después, logré contener mi dolor y fui a visitar a mi padre. Me consoló y me anunció: "¡No tengas miedo, tienes a tu padre! Dime si necesitas ayuda en cualquier momento". Le agradecí profundamente que me ofreciera ayuda.
Intenté tranquilizarme y estudiar el Fa. Debido a mi tristeza, no quería relacionarme con mucha gente, así que salía cuando tenía tiempo y colocaba materiales de aclaración de la verdad. Cuando volvía a casa, hacía los ejercicios. Mi ojo celestial me veía a menudo volando por el espacio, moviéndome de una gran flor de loto a otra, más arriba en el cielo. Con el tiempo, me encontré mucho más tranquilo.
Mi padre cambió
Llegué a los Estados Unidos en 2017. Comencé a aclarar la verdad sobre Dafa en lugares turísticos sin tomarme un día libre, sin importar el clima. Tres meses después, empecé a trabajar en un proyecto de comunicación.
Para entonces, mi padre llevaba muchos años jubilado, y su temperamento y personalidad habían cambiado significativamente. Al principio dudaba de que me quedara en Estados Unidos, no obstante luego accedió, mostrando preocupación por mí. Con el tiempo, pudimos tener conversaciones significativas sobre mi práctica.
Mi padre tuvo algunas charlas casuales conmigo sobre cómo en aquellos tiempos siempre encontraba gente buena que le ayudara. Le dije: "Papá, he estado haciendo un trabajo significativo en Estados Unidos sin muchos ingresos. Gracias a tu apoyo financiero durante todos estos años, he podido dedicar más tiempo a aclarar la verdad sobre Dafa. Además, has estado tratando a la gente según los principios de Verdad Benevolencia y Tolerancia, así que serás bendecido naturalmente".
Una mañana temprano, estaba meditando cuando vi esta escena: En una época muy lejana, la gente vivía en una cultura mitad divina, mitad humana. Había un majestuoso templo taoísta con varios grandes pilares en la sala principal que subían directamente a través de las nubes. En el suelo de la gran sala, dos niños pequeños estaban sentados con las piernas cruzadas sobre alfombras. En el aire aparecieron dos ancianos sacerdotes taoístas. Uno de los sacerdotes taoístas señaló a uno de los niños y expresó: "Este niño tiene buenas cualidades. Si está dispuesto a cultivarse en el futuro, me gustaría probarle y apoyarle". El niño era yo, y el sacerdote taoísta mayor era mi padre.
Aquella noche llamé a mi padre y le expliqué detalladamente la verdad sobre Dafa. Le expliqué que Falun Dafa beneficia a las personas física y mentalmente. Le aconsejé que meditara cuando tuviera tiempo, pues es bueno para la salud. También hablé de la naturaleza destructiva del PCCh, haciendo hincapié en que el PCCh no era lo mismo que China. Hice hincapié en que quienes se afilian al Partido deben renunciar para garantizar su seguridad. Por último, le expresé mi más sincera gratitud por su apoyo a lo largo de los años.
Al oír esto, mi padre se atragantó. Me respondió: "¡Has crecido!". Yo le respondí: "Papá, ¿puedo darte un apodo para que renuncies hoy al Partido? Tu vida es tuya; ¡no puedes entregar tu vida al malvado Partido!". Lamentablemente, mi padre no estuvo de acuerdo.
A finales de 2022, China salió de repente del bloqueo sin previo aviso, lo que provocó una rápida propagación del virus COVID-19. Muchos ancianos perdieron la vida. Mi padre, que padecía diabetes y trombosis cerebral desde hacía años, no pudo escapar al desastre y falleció. Ante esta tragedia, me dije que no podía quedarme de brazos cruzados. Era urgente que encontrara la manera de ayudarle a renunciar al Partido.
Un día después, compré flores y fui a un parque para despedir a mi padre desde la lejana América. En el silencio, vi filas y filas de almas recién fallecidas en una especie de reino infernal, y mi padre estaba entre ellas. Rápidamente desperté a mi padre y le dije: "¿Puedo usar un apodo para ayudarte a renunciar al PCCh?". Mi padre respondió: "¡De acuerdo, renunciaré al PCCh!".
Una mañana de febrero, mientras meditaba, vi de repente que mi padre había renacido como un niño, ¡y que podía obtener el Fa en esta vida!
Shifu dijo:
"La gente viene a este mundo para ser salvada, y venir para ser humano es para esperar que el Creador la salve al mundo celestial y, en la espera, vida tras vida, está acumulando virtudes, que es también el propósito de la reencarnación humana, y el mundo caótico es para forjar las multitudes de seres" (Por qué existen los seres humanos)
Estaba tan emocionado que no pude evitar echarme a llorar. Dije: "Gracias, Shifu por llevar la relación predestinada entre mi padre y yo a una conclusión perfecta".
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