Nota: Este artículo fue publicado originalmente el 26 de junio de 2014.

(Minghui.org) Continuación de la Parte 1

Chunmei, otra practicante de Falun Dafa, comenzó hace poco a esclarecer la verdad en la roca Yongduam, un conocido lugar turístico de la isla de Jeju.

Chunmei empezó a practicar Falun Dafa en 1996. Más tarde se casó y emigró a Corea del Sur.

"Por una serie de razones, no fui diligente en la cultivación durante esos años", dijo con cierto pesar.

Recientemente, decidió cambiar la situación. "Me he beneficiado mucho de Falun Dafa. Ahora, al ver al pueblo chino envenenado por la propaganda de odio del Partido Comunista Chino (PCCh) durante tantos años, necesito dar un paso al adelante y decirles la verdad", dijo Chunmei.

No fue un proceso fácil. Al principio, su marido no entendía por qué quería hacerlo. Chunmei le explicó que, como el PCCh había hecho tantas cosas malas, especialmente perseguir a Falun Dafa, cualquiera que estuviera vinculado al partido estaba condenado a un futuro arriesgado si no renunciaba a él. Después de comprender el significado de lo que Chunmei quería hacer, su marido la apoyó.

En su primer día en la isla de Jeju, sin embargo, sólo una persona renunció al PCCh. "Fue una experiencia de aprendizaje", dijo, "ese día no estaba en mi mejor estado, porque tenía un poco de nostalgia".

La situación ha mejorado mucho. Al final de esa primera semana, 47 personas en el aeropuerto de Jeju renunciaron al PCCh y a sus organizaciones afiliadas por la mañana, y cuatro personas en el parque Yongduam Rock hicieron lo mismo por la tarde.

Mientras Chunmei hablaba con un corresponsal de Minghui, se acercó una chica china. Chunmei la saludó y empezó a charlar con ella. Después de informarse más sobre Falun Dafa y por qué el PCCh lo persigue, la joven aceptó de buen grado renunciar a la Liga de la Juventud Comunista y a los Jóvenes Pioneros, dos afiliaciones del PCCh.

Fila superior: Roca Yongduam, carrito con material de Falun Dafa, turistas chinos, turistas leyendo material. Fila inferior: Después de que Chunmei charlara con una chica china, la joven accedió a renunciar a la Liga de la Juventud Comunista y a los Jóvenes Pioneros, dos organizaciones juveniles del PCCh.

La Sra. Liu y el Sr. Park, ambos voluntarios en el lugar turístico, creen que sus esfuerzos no son suficientes. "Hay tan pocos practicantes, pero tantos turistas chinos aquí. Si tuviéramos aquí 30 practicantes, podríamos hablar con más de 700 personas cada día".

La Sra. Liu se ha puesto en contacto con más practicantes y les ha pedido que se unan a ellos, "para que un mayor número de turistas chinos tengan la oportunidad de conocer la verdad".