(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa bajo la guía de mi familia cuando era una niña. Siempre estaré agradecida por haber crecido comprendiendo el propósito de la vida y no haberme visto afectada por la moralidad en constante deterioro en la China actual.

Las finanzas de mi familia estaban apretadas. Recuerdo que cuando tenía 14 años, mi madre usaba un vehículo de tres ruedas para trasladar mis cosas de casa a la residencia del colegio. Me sentía tan avergonzada que la culpé por no llamar a un taxi. Luego me dije a mí misma que debía ganar mucho dinero en el futuro para no volver a perder la cara así nunca más.

He estado leyendo Zhuan Falun desde la escuela primaria. Aunque no pude entender mucho en ese momento, disfruté leyendo las historias mencionadas en el libro. Entendí que albergar envidia era malo.

Nunca tuve envidia de que otros tuvieran mejor comida o ropa que yo, y me decía: “Shifu dijo, cuando veas que a otros les va bien, debes alegrarte por ellos y no sentir envidia”.

A medida que crecí leyendo más libros de Dafa, llegué a comprender que la riqueza de una persona está predestinada y proviene de sus bendiciones; no es algo que uno pueda pedir.

Mi forma de pensar sobre el dinero cambió y me sentí contenta de vivir una vida normal. Cuando de vez en cuando conducía un automóvil, me recordaba a mí misma que no debía ser envidiosa ni alardear.

Visité mi ciudad natal después de graduarme de la universidad. En el viaje de regreso, mi abuelo me llevó a la estación de tren en un vehículo eléctrico de tres ruedas y recuerdo haber disfrutado tomando fotografías del atardecer con mi hermana. Había dejado de lado mi apego a salvar las apariencias.

Un invierno, mi marido regresaba a casa desde el supermercado y encontró un celular en el suelo. Tenía miedo de que la gente lo pisara porque estaba cubierto de nieve. El teléfono estaba bloqueado y no había forma de averiguar su información, así que lo cargué y esperé a que el propietario llamaría. La familia del propietario pronto llamó y le regresé el celular.

Mi esposo y yo somos practicantes de Falun Dafa y nos comportamos de acuerdo con los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, y sentimos que devolver algo a su dueño era bastante normal y no necesitaba pensarlo dos veces. Pero en la China actual, donde la cultura y la moral han sido destruidas por el PCCh (Partido Comunista Chino), si alguien pierde su teléfono celular, normalmente no lo recuperaría sin ofrecer una recompensa.

Una vez estaba en un supermercado con un compañero de trabajo. La fila para pagar era larga y yo estaba esperando mi turno. Después de un rato, mi compañero de trabajo se unió a mí, a pesar de que había gente detrás mío. Mi corazón dio un vuelco porque, como practicante, no debería permitirle "adelantarse en la fila". Le dije a mi compañero de trabajo que se quedara en mi lugar en la fila y fui hasta el final de la fila. Me alegré de haber mantenido mis valores como practicante de Dafa.

Actualmente trabajo en un estudio contable. En mi lugar de trabajo anterior, cada vez que se acercaba un día festivo, la dirección me pedía que enviara dinero y tarjetas de regalo a nuestros funcionarios de tributos fiscales. No creí que fuera bueno para los destinatarios porque tenían que ceder una parte de su virtud para obtener algo gratis.

Expresé que no apoyaría tal práctica en la entrevista para mi trabajo actual, y resultó que el entrevistador estuvo de acuerdo conmigo. He trabajado aquí durante algunos años y mi dirección nunca me ha pedido que haga obsequios a los funcionarios de trbutos fiscales. Mi gerente y yo discutíamos frecuentemente cómo mejorar el negocio y nunca hicimos nada para falsificar los libros de contabilidad.

Los agentes del PCCh me arrestaron y detuvieron ilegalmente durante 15 días el año pasado debido a mi creencia en Falun Dafa. Los funcionarios fiscales se enteraron de mi situación cuando notaron que mi formulario de impuestos estaba vencido. Cuando entregué el formulario y me reuní con ellos, expresaron gran preocupación y me preguntaron si había sufrido algún mal trato durante mi detención.

Tenían una buena impresión de mí, pero no podían entender por qué alguien tan joven creía en Falun Dafa. Les dije que Falun Dafa requiere que los practicantes se comporten de acuerdo con Verdad, Benevolencia y Tolerancia. También les les aclaré la verdad, explicándoles que la llamada “autoinmolación en la Plaza de Tiananmen” era propaganda para acusar falsamente a los practicantes. Entendieron la verdad, pero se sintieron impotentes ante el abuso de poder del PCCh. Mi empresa no les ofreció ningún regalo, pero no nos trataron de manera diferente.

Mi gerencia no sabía que practico Falun Dafa hasta hace poco. Le dije a mi jefe que podía dimitir si la dirección estaba preocupada. Dijo que es bueno tener fe, porque los fieles tienen un estándar moral más alto. Resultó que se había informado sobre Falun Dafa y sabía que no tenía nada de malo. Me dijo que siguiera trabajando con tranquilidad.

Falun Dafa se ha difundido en el mundo durante más de treinta años, ¡y las palabras no pueden expresar lo suficiente mi gratitud a Shifu por las bendiciones que he recibido!