(Minghui.org) Recientemente se supo que una mujer de 69 años de la ciudad de Nanchong, provincia de Sichuan, había sido condenada en secreto a tres años de prisión por su fe en Falun Dafa, una práctica para la mejor del cuerpo y la mente que persigue el Partido Comunista Chino desde julio de 1999.

La familia de la Sra. Zhao Changbi sólo ha conseguido averiguar que ingresó en una prisión de Chongqing el 30 de septiembre de 2023, pero no saben exactamente en qué prisión está recluida ni cuándo fue condenada, ni tampoco el tribunal.

La condena de la Sra. Zhao, que vive en Baoshamiao Village, Lidu Town, Jialing District, Nanchong City, se produjo a raíz de una redada policial en su domicilio el 24 de noviembre de 2021. Ese día se encontraba atendiendo su tienda de ropa cuando el agente Feng Ziyang, de la Oficina de Seguridad Interior del distrito de Jialing, el gerente Lin Hong, de Lidu Town, y varios agentes de la comisaría de Hantang se presentaron de repente y le exigieron la llave de su casa.

Ella se negó a obedecer y llamaron a dos funcionarios de la aldea de Baoshamiao, entre ellos el secretario Hu Xiaoquan y Deng Donglin, para que los condujeran a su casa, acompañados de un cerrajero. Irrumpieron en el domicilio de la Sra. Zhao y confiscaron un gran número de objetos de valor, entre ellos un retrato del fundador de Falun Dafa, numerosos libros de Falun Dafa, 1.300 yuanes en efectivo, dos impresoras, dos ordenadores portátiles, docenas de cartuchos de tinta, papel de impresión, una guillotina, tres grapadoras, un reproductor de música, dos memorias usb y versos de adorno.

Su hijo de 15 años estaba durmiendo la siesta cuando irrumpió la policía. Le obligaron a firmar de la lista de objetos confiscados, sin poderlo comprobar y le tomaron las huellas dactilares.

La policía regresó a la tienda de ropa de la Sra. Zhao el 8 de diciembre de 2021 y la arrestaron. La llevaron al centro de detención de la ciudad de Nanchong. Desde entonces, su familia no ha recibido ninguna información oficial sobre la situación de su caso. Aunque hace poco se enteraron de la condena de prisión, aún no saben nada sobre los detalles de su acusación, juicio o sentencia.

No es la primera vez que Zhao es perseguida por su fe en Falun Dafa. En 2015 explicó cómo Falun Dafa transformó su vida, pero en el pasado fue detenida cuatro veces y cumplió una condena de un año de trabajos forzados.

Vida renovada gracias a la práctica de Falun Gong

La Sra. Zhao solía padecer anemia grave (con un recuento de hemoglobina de 7 gramos por decilitro, cuando el rango normal para las mujeres es de 12-16 g/dl), hombro congelado, esofagitis y otras enfermedades. Fue hospitalizada en numerosas ocasiones y se gastó una fortuna en atención médica, pero nada funcionó. La vida era dolorosa y tortuosa para ella.

Su destino cambió en febrero de 1997, cuando empezó a practicar Falun Dafa por recomendación de una amiga. Sus síntomas desaparecieron en pocos meses y dejó de ser competitiva, irascible y dominante. Dejó de reprender a su marido y a su hijo y se convirtió en una esposa y madre más cariñosa.

Desfiló por las calles tras su primera detención

La Sra. Zhao fue a Beijing el 26 de septiembre de 2000 para hacer un llamamiento en favor de Falun Dafa y fue detenida nada más llegar. Permaneció recluida en una casa de té de Beijing durante siete días, en los que estuvo vigilada las veinticuatro horas del día y no se le permitió salir ni una sola vez. Tuvo que dormir en el suelo todas las noches y durante el día era torturada.

Al octavo día el funcionario Hu Xiaoping, del gobierno de la ciudad de Lidu, así como el jefe Kou Yu y el agente Deng Yan, de la comisaría de Hantang, recogieron a la Sra. Zhao. Deng le confiscó más de 200 yuanes (unos 30 dólares) pero nunca emitió un recibo ni devolvió el dinero.

La Sra. Zhao y otra practicante de Nanchong que también fue a Beijing para apelar, fueron puestas en un tren de regreso a Nanchong el 3 de octubre de 2000. Durante los dos días que duró el viaje en tren, las manos de ambas practicantes estuvieron esposadas las veinticuatro horas del día. Cuando una tenía que ir al baño, la otra tenía que acompañarle.

Al llegar a Nanchong, la Sra. Zhao fue conducida directamente al Departamento de Policía del Distrito de Jialing y pronto fue trasladada al Centro de Detención de la ciudad de Nanchong para cumplir 12 días de condena. El director del centro de detención y un jefe de sección ordenaron a un recluso que registrara a la Sra. Zhao y confiscara los más de 1.000 yuanes en efectivo (unos 140 dólares) que aún llevaba consigo. Utilizaron unos 800 yuanes para comprarse comida. No está claro si devolvieron los 200 yuanes restantes a la Sra. Zhao.

Durante su detención, el oficial Hu y el jefe Kou enviaron a un grupo de oficiales a que saquearan su casa y confiscaron sus muebles y su televisor. También obligaron a su marido y a otros aldeanos a construir una plataforma en un lugar determinado de Lidu Town.

A continuación, sacaron a la Sra. Zhao del centro de detención para hacerla desfilar por las calles antes de obligarla a subir a la tarima. Entonces se instigó a algunos lugareños a humillarla y atacarla verbalmente debido a su fe en Falun Dafa.

Tras ser puesta en libertad, Zhao fue obligada a pagar 300 yuanes y a asistir a reuniones en el ayuntamiento de Ludu para ser amonestada debido a su fe en Falun Dafa. La policía nunca le devolvió el televisor ni los muebles. Junto con los funcionarios del gobierno y los trabajadores del comité de calle de la localidad, la acosaron muchas veces y le ordenaron que cada vez que quisiera visitar a familiares o amigos debía pedir permiso.

Arrestada durante 57 días tras su segunda detención

El agente Feng, de la Oficina de Seguridad Interior del distrito de Jialing, que detuvo a la Sra. Zhao más recientemente, también la detuvo en el pasado, cuando aún trabajaba en la comisaría de Hantang. El 21 de enero de 2001, la engañó para que fuera al ayuntamiento de la ciudad de Lidu a "celebrar una reunión", para que la detuvieran Yan Song y otros agentes del Departamento de Policía del Distrito de Jialing, que supervisa la Oficina de Seguridad Interior del Distrito de Jialing.

Zhao fue trasladada al centro de detención del distrito de Jialing, donde permaneció retenida 57 días. Todos los días la obligaban a recitar las normas del centro de detención y a escribir declaraciones en las que renunciaba a su fe. Los guardias también la obligaron a fregar el suelo y a limpiar el retrete como castigo. No permitieron que su familia la visitara ni una sola vez.

Los funcionarios del gobierno de la ciudad de Lidu, la policía y los trabajadores del comité de la ciudad siguieron acosando a la Sra. Zhao tras su puesta en libertad.

Un año de trabajos forzados durante el tercer encarcelamiento

El 30 de abril de 2001, la Sra. Zhao fue a la ciudad de Lidu para pegar folletos de Falun Dafa y fue denunciada. El oficial Hu, el jefe Kou y el oficial Feng la sacaron de su casa el 4 de mayo de ese año, antes de que pudiera cenar. La interrogaron en la comisaría de Hantang durante varias horas sin darle ni de comer ni de beber. Hacia la una de la madrugada la llevaron al Departamento de Policía del distrito de Jialing. Allí la interrogaron hasta pasadas las cuatro de la madrugada. Un agente le dio una bofetada.

A las ocho de la mañana del 1 de mayo de 2001, la Sra. Zhao fue llevada al centro de detención del distrito de Jialing, donde se le ordenó de nuevo que renunciara a su fe, recitara las normas del centro de detención, fregara el suelo, limpiara el retrete y realizara trabajos en el campo. La comida era muy pobre e insalubre. Pronto se quedó demacrada debido a la desnutrición y los malos tratos.

Se desconoce la fecha en que la policía la condenó a un año de trabajos forzados sin permitirle apelar.

La Sra. Zhao fue trasladada al campo de trabajo de mujeres de Nanmusi, en el condado de Zizhong, provincia de Sichuan, el 15 de agosto de 2001. La obligaron a ver vídeos contrarios a Falun Dafa todos los días y no le permitieron hablar con otras personas ni hacer los ejercicios de Falun Dafa. Las llamadas telefónicas que mantuvo con su familia eran vigiladas de cerca. Debido a los malos tratos, sufrió una recaída de algunas de sus antiguas enfermedades.

Tras su puesta en libertad Zhao sufrió un acoso constante. Un día, durante los Juegos Olímpicos de 2008, se presentaron siete agentes, entre ellos Feng, y aporrearon las puertas delantera y trasera de su casa. Su hijo, entonces un bebé, estaba aterrorizado y no paraba de llorar. La policía confiscó un libro de Falun Dafa y se marchó sin detenerla.

Detenida por cuarta vez cuando se dirigía a la provincia de Qinghai

El 25 de mayo de 2015, la Sra. Zhao viajó en tren con destino a la provincia de Qinghai, ya que tenía previsto realizar trabajos esporádicos allí. Cuando el tren se detuvo en la ciudad de Guangyuan, provincia de Sichuan, la policía ferroviaria le confiscó su documento de identidad, equipaje, teléfono móvil, dinero en efectivo, libros de Falun Dafa, reproductor MP4 y reproductor MP5, mientras realizaban controles de seguridad a los pasajeros. La retuvieron en la comisaria de policía de la estación de tren durante más de diez horas, durante las cuales estuvo atada a una silla metálica y no se le permitió ni comer ni ir al baño.

Dos agentes de la ciudad de Lidu vinieron a interrogarla durante horas antes de llevársela de vuelta a Lidu. La esposaron durante todo el viaje hasta que llegaron a la comisaría de Handu. Para entonces tenía las muñecas muy hinchadas.

La policía de Guangyuan nunca le devolvió los objetos confiscados. Sin documento de identidad, luchó por llevar una vida normal. Las autoridades locales siguieron acosándola durante los siguientes años. Ella y su familia vivían con miedo.