(Minghui.org) Minghui.org ha confirmado recientemente que un matrimonio del distrito de Fangshan, de Beijing, fue condenado a prisión en 2022 por su fe en Falun Dafa, una disciplina espiritual perseguida por el Partido Comunista Chino desde julio de 1999.

La Sra. Su Xiurong, de 68 años, fue condenada a tres años y medio y multada con 4.000 yuanes (550 USD aprox.). Su marido, el Sr. Liu Shengzhi, fue condenado a dos años y multado con 2.000 yuanes (275 USD). El tribunal del distrito de Fangshan embargó 6.000 yuanes (más de 825 USD) de la cuenta bancaria de la pareja para pagar las multas.

La condena del matrimonio tiene su origen en un incidente ocurrido en marzo de 2021, cuando fueron denunciados por hablar con la gente sobre Falun Dafa. La policía no tardó en empezar a vigilarlos. Al abrir la puerta la mañana del 26 de abril de 2021, se dieron cuenta de que había alguien vigilando fuera de su casa. Más tarde, hacia las diez de la mañana, más de diez agentes, junto con algunos funcionarios del pueblo, se presentaron de repente en el terreno de cultivo del matrimonio, donde estaban trabajando.

La policía los obligó a entrar en su furgoneta y luego los llevó hasta su casa. Cuando llegaron, no les permitieron salir del vehículo, sino que los dejaron en la furgoneta mientras eran vigilados. El resto de los agentes irrumpieron en el domicilio de la pareja, aterrorizando a la hija de esta y a sus dos hijos pequeños, que casualmente se encontraban allí.

La policía confiscó una caja de CD y algunos folletos con información sobre Falun Dafa. A continuación, pusieron a la Sra. Su y al Sr. Liu en libertad bajo fianza a la espera de juicio, pero volvieron repetidas veces para acosarlos. La pareja se enteró más tarde de que los policías eran de la Comisaría de Yancun.

El procurador Ai Yang, de la Procuraduría del distrito de Fangshan, los procesó, y el juez Dong Jie, del Tribunal del distrito de Fangshan, los condenó en 2022 (se desconoce la fecha exacta).

Dado que tanto la Sra. Su como el Sr. Liu padecían algunas afecciones médicas, Dong ordenó que permanecieran en libertad bajo fianza tras condenarlos. La pareja presentó una apelación, pero fue denegada. Entonces presentaron su recurso ante el Tribunal Superior de Beijing y en el número telefónico 12345 (teléfono designado para recibir quejas contra organismos gubernamentales), pero no recibieron respuesta.

Dong ordenó a la policía que controlara periódicamente a la pareja para determinar cuándo estarían lo bastante sanos para ingresar en prisión. Recientemente, cinco agentes de la Comisaría de Yancun, uno de ellos de apellido Hou, se presentaron en casa del matrimonio el 24 de noviembre de 2023 y dijeron que tenían que hacerles un examen físico. Si resultaban aptos para el internamiento, serían llevados a prisión; de lo contrario, el tribunal ordenaría que cumplieran condena en casa. No está claro si la pareja se sometió a los exámenes físicos como se les ordenó.

Debido al tremendo estrés por el acoso de la policía, la salud del Sr. Liu ha empeorado rápidamente en los últimos años. Ha sido hospitalizado cuatro veces desde 2021.

Persecución en el pasado

La Sra. Su empezó a practicar Falun Dafa en 1996 y se convirtió en una persona más atenta y considerada. Dejó de pelearse con su marido y disfrutaron de un feliz matrimonio. El Sr. Liu quedó asombrado por sus cambios y se unió a ella en la práctica de Falun Dafa.

Tras el inicio de la persecución en 1999, la Sra. Su recurrió en múltiples ocasiones al gobierno central en defensa de su derecho a practicar Falun Dafa. Fue detenida (se desconoce la fecha) y retenida en varios centros, entre ellos el Hospital Psiquiátrico de Zhoukoudian, un centro de rehabilitación de drogadictos, un calabozo, un centro de lavado de cerebro y un centro de detención.

La Sra. Su también fue condenada a un año de trabajo forzado (se desconoce la fecha).

Tras ser detenida de nuevo en febrero de 2006, la Sra. Su fue condenada a cinco años y medio y brutalmente torturada durante su detención. La golpearon salvajemente, le aplicaron descargas eléctricas y le inyectaron drogas desconocidas. Varias veces estuvo al borde de la muerte. Una vez, mientras estaba medio consciente durante una sesión de tortura, oyó a una persona que decía: "Somos policías. Nuestro superior ha dicho que no seremos responsables si te golpeamos hasta la muerte. Y nadie sabrá si realmente has muerto".