(Minghui.org) Cuatro residentes de la ciudad de Jinzhou, provincia de Liaoning, comparecieron por segunda vez ante el Tribunal de la ciudad de Linghai el 8 de noviembre de 2023, por practicar Falun Dafa, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

Los cuatro practicantes de Falun Gong, incluida las Sras. Yu Jing de 55 años, Wang Yinghua, Dai Xiuhua de 59 años y el Sr. Wang Jingzhong (sin relación con la Sra. Wang), fueron arrestados entre el 9 y el 12 de marzo de 2023, después de haber sido vigilados por la policía durante meses. La policía se apostaba afuera de sus casas, los seguía a pie o en automóviles, les tomaba fotografías e incluso instalaba dispositivos de rastreo en sus bicicletas eléctricas y dispositivos de escucha del tamaño de un botón en sus puertas.

Posteriormente, la policía presentó los casos de los practicantes a la Procuraduría de la ciudad de Linghai, que los acusó y trasladó sus casos al Tribunal de la ciudad de Linghai. El 31 de octubre de 2023 se celebró una audiencia conjunta de sus casos y ocho días después se celebró una segunda audiencia. A excepción de la Sra. Dai, los otros tres practicantes contrataron abogados para representarlos. Uno de los tres practicantes también estuvo representado por dos defensores de la familia que no eran abogados.

La ciudad de Linghai está bajo la administración de la ciudad de Jinzhou. Tanto la Procuraduría de la ciudad de Linghai como el Tribunal de la ciudad de Linghai han sido designados para manejar los casos de Falun Gong en la región.

La solicitud de un abogado para retirar las esposas y grilletes de sus clientes fue negada repetidamente durante la primera audiencia judicial

Los practicantes estaban esposados y encadenados cuando comparecieron ante el Tribunal el 31 de octubre. Uno de sus abogados, Sheng (alias), solicitó que les quitaran las esposas y los grilletes, pero el juez presidente Huang Yanchun rechazó su solicitud e indicó que comenzara la audiencia.

Aproximadamente 40 minutos después, Sheng volvió a solicitar que se quitaran las restricciones de movilidad a los practicantes; de lo contrario, solicitaría que Huang fuera recusado del juicio.

Luego, Huang ordenó un breve descanso. Después de que se reanudó la sesión, Sheng notó que los practicantes todavía estaban esposados y encadenados. Huang anunció que un panel colegiado de jueces tuvo una discusión durante el receso y dictaminó mantener a los practicantes restringidos.

Luego, Sheng leyó en voz alta el punto 3 del artículo 16 de las “Reglas de Garantía de Vigilancia Penal de Juicios Penales de la Policía Judicial del Tribunal Popular” (que el Tribunal Popular Supremo emitió en 2009): “Durante las audiencias judiciales, se retirará la inmovilización a los acusados, a menos que puedan enfrentarse a cadena perpetua o pena de muerte, o hayan dado muestras de que pueden fugarse, herir a otros, suicidarse o autolesionarse”.

Sheng argumentó que, según las reglas, a sus clientes les deberían ser retiradas las restricciones. Huang dijo que no porque los cuatro practicantes podrían suicidarse o autolesionarse según sus enseñanzas de Falun Gong. Sheng y otro abogado inmediatamente refutaron que Falun Gong prohíbe matar, incluido el suicidio, y enseña a la gente a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Señalaron que el régimen comunista demonizó a Falun Gong para justificar su persecución a la pacífica disciplina espiritual.

El juez Huang se negó a escuchar y dijo que los abogados no podían garantizar que sus clientes nunca se matarían a sí mismos ni a otros; por lo tanto, deberían permanecer restringidos dadas las reglas de garantía policial. Añadió que los casos de los practicantes eran muy graves y se negaron a declararse culpables. Pronto aplazó la audiencia.

A la mayoría de los familiares se les impide asistir a la segunda audiencia

El Tribunal notificó a los abogados de los practicantes y a los defensores de la familia que una segunda audiencia estaba programada para las 9 a. m. del 8 de noviembre, pero cuando llegaron al Tribunal esa mañana, se enteraron de que la hora de inicio había sido cambiada a las 9:30 a. m. sin su conocimiento. La sesión se retrasó aún más hasta las 10:10 a. m., cuando finalmente comenzó. Uno de los abogados tuvo que irse temprano debido a otra audiencia programada para más tarde ese mismo día.

Casi 30 familiares de los cuatro practicantes llegaron al Tribunal ese día. Justo cuando se disponían a entrar a la sala del Tribunal después de horas de espera, fueron detenidos por los alguaciles, quienes afirmaron que sólo se permitiría asistir a dos personas de cada familia.

Un miembro de la familia argumentó que por ley se les debería permitir a todos asistir a la audiencia abierta siempre que mostraran sus documentos de identidad. Un alguacil respondió: “No hables conmigo de derecho. ¿De qué familia eres? Al final, sólo se permitió la entrada a la sala del Tribunal a ocho miembros de la familia. El resto esperaba en el pasillo. Como el pasillo no tenía suministro de calefacción, temblaban debido a la baja temperatura.

Mientras tanto, el alguacil dejó entrar a la sala del Tribunal a dos hombres de estatura media y con gafas. Las familias de los practicantes sospechaban que los dos hombres eran funcionarios de la Oficina 610 o del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos, ambas agencias extralegales encargadas de supervisar la persecución a Falun Gong.

El abogado Sheng también cuestionó al juez Huang por impedir que las familias de los practicantes asistieran a la audiencia. Huang dio tres excusas. La primera fue que el caso era delicado, ya que los practicantes fueron acusados de "socavar la aplicación de la ley con una organización de culto". La segunda excusa fue que tres de los cuatro practicantes se negaron a declararse culpables. La tercera excusa fue que había demasiados familiares lo que impidió que la mayoría de ellos asistieran a la audiencia para garantizar el orden adecuado durante la sesión y proteger los derechos legales de los acusados. Amenazó con castigar a Sheng si continuaba “alterando deliberadamente el orden judicial”.

Refutar acusaciones infundadas y pruebas poco convincentes

Los tres abogados y dos defensores de la familia que representaban a las Sras. Yu, Wang y el Sr. Wang se declararon inocentes en su nombre. Argumentaron que, si bien el procurador Li Feng acusó a sus clientes de “socavar la aplicación de la ley con una organización sectaria”, no especificó qué roles supuestamente desempeñaron los practicantes en qué organización sectaria socavando la aplicación de la ley o causó qué daño a qué víctimas.

Lo más importante es que ninguna ley criminaliza a Falun Gong en China y es la libertad de creencia y expresión de sus clientes practicar Falun Gong y contarle a la gente sobre ello.

El abogado Sheng señaló que ninguno de los testigos enumerados por el procurador compareció ante el Tribunal para aceptar el contrainterrogatorio y algunos de los relatos de los testigos ni siquiera tenían sus firmas como exige la ley. El procurador tampoco presentó los artículos relacionados con Falun Gong confiscados a los practicantes que habían sido enumerados como evidencia de la acusación.

Las Sras. Yu y Wang detallaron cómo fueron maltratadas por la policía durante sus arrestos.

La Sra. Yu fue golpeada en la cara diez veces por un oficial de policía. Durante el examen físico requerido se encontró que tenía un tumor en el abdomen y el médico sugirió una operación inmediata. Sin embargo, la policía todavía la mantuvo bajo custodia y se negó a proporcionarle tratamiento médico.

La Sra. Wang fue empujada al suelo por unos agentes vestidos de civil mientras caminaba por la calle. Luego la arrestaron sin mostrar sus documentos de identidad.

El Sr. Wang parecía confundido cuando respondía preguntas durante la audiencia. Su familia sospechaba que había sufrido abusos bajo custodia, lo que provocó que su salud empeorara, ya que se encontraba perfectamente sano antes de su arresto.

Abogado y defensor de familia intimidados antes de audiencia

Antes de la segunda audiencia, el juez Huang intentó presionar al hijo de un practicante para que dejara de ser el defensor de la familia de su madre. Él no obedeció. El bufete de abogados en el que trabaja Sheng también recibió una carta intimidante, pero él insistió en representar al practicante ante el Tribunal.

El abogado Sheng dijo que el Tribunal le notificó de la segunda audiencia en forma de citación, pero no a los otros dos abogados. Sospechaba que el juez Huang lo hizo en represalia contra él por solicitar que se quitaran las esposas y grilletes de los practicantes. Dijo que nunca antes había sido “citado” en sus décadas de carrera legal. Se sintió humillado y exigió al juez Huang y al presidente del Tribunal que se disculparan con él. Huang dio una excusa para no disculparse durante la segunda audiencia.

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