(Minghui.org) El Sr. Bai Ruisong, de 68 años, de la ciudad de Dehui, provincia de Jilin, ha sido monitoreado de cerca por practicar Falun Gong, una práctica de mente y cuerpo perseguida por el Partido Comunista Chino desde julio de 1999.
Las agencias involucradas en la vigilancia del Sr. Bai Ruisong incluyen la oficina local antipandillas, la brigada de la policía de tránsito, la comunidad Qinghua y la comunidad Yuanbao. Hicieron que la gente lo siguiera a pie o en automóviles. También instruyeron a los conserjes del edificio y a los trabajadores del paisajismo en su complejo de apartamentos para que lo monitorearan e informaran sobre sus actividades.
Dos personas de la comunidad Qinghua llegaron a la casa del Sr. Bai a las 10:10 a. m. del 17 de noviembre de 2023. Le pidieron que llenara un formulario y se tomara una fotografía. Se negó a obedecer porque el formulario era para que renunciara a Falun Gong. Los grabó con su celular. Se fueron.
El Sr. Bai ha sido acosado repetidamente por su fe a lo largo de los años. Fue arrestado al menos seis veces y cumplió tres condenas de trabajo forzado. Su esposa, también practicante de Falun Gong, fue encarcelada durante tres años y murió el 6 de diciembre de 2014. Tenía 60 años. Su hija ha sido perseguida desde que tenía cinco años. La policía la siguió y la amenazó. Una vez la detuvieron durante tres días cuando tenía alrededor de 10 años, y luego la enviaron a un reformatorio, donde la vigilaron de cerca y la obligaron a hacer tareas domésticas.
Otros episodios de vigilancia y acoso
El Sr. Bai era ingeniero en la fábrica local de bisagras para automóviles. Repartió pan para ganarse la vida después de su última liberación (fecha desconocida). Las autoridades, sin embargo, no sólo lo vigilaron de cerca, sino que también le hicieron la vida imposible intencionalmente.
Cuando iba en triciclo para entregar pan en un supermercado local, notó que un automóvil lo seguía. El auto se detuvo y un hombre salió cuando el Sr. Bai llegó al supermercado. Más tarde se enteró de que el hombre le preguntó al dueño del supermercado ese día qué hacía el Sr. Bai en su mercado y de qué hablaban.
En otra ocasión, el Sr. Bai fue chocado por detrás por un motociclista ebrio mientras entregaba pan. La puerta izquierda de su triciclo resultó gravemente dañada. Debido a que es un practicante de Falun Gong y es considerado con los demás, el Sr. Bai llevó al motociclista al hospital porque el hombre se cayó de su motocicleta y se lastimó la cabeza.
El Sr. Bai pagó más de 1.000 yuanes (135 USD) para que examinaran al hombre. Afortunadamente el motociclista no sufrió heridas graves. Se dio la vuelta y culpó al Sr. Bai por causar el accidente cuando en realidad fue él quien tuvo la culpa (conducir ebrio y sin licencia). Luego llevaron el caso a la brigada de la policía de tránsito, que dictaminó que cada uno tenía un 50% de culpa, a pesar de que había pruebas claras de que el motociclista tenía toda la culpa. La brigada de policía de tránsito lo hizo porque el Sr. Bai era practicante de Falun Gong y estaba en su lista negra. El motociclista se negó a pagarle al Sr. Bai 500 yuanes (67,50 USD) (la mitad de sus honorarios médicos), y el Sr. Bai simplemente lo dejó ir a pesar de que estaba pasando apuros económicos.
Más tarde, el Sr. Bai compró un coche para repartir pan, y agentes de la estación de policía local y de la brigada de policía de tránsito lo siguieron muchas veces. Tomaron fotografías de su auto y alegaron que el vehículo excedía el límite de peso con el pan a bordo. Finalmente usaron eso como excusa para confiscar su licencia de conducir y nunca se la devolvieron. Mintieron y dijeron que la perdieron, pero no le permitieron obtener una licencia de reemplazo.
Esposa muere en 2014 tras repetida persecución
La esposa del Sr. Bai, la Sra. Liu Fengyun, padecía una forma grave de insuficiencia suprarrenal crónica caracterizada por pérdida de peso, debilidad muscular y vómitos con sangre. Fue a Beijing para buscar tratamiento, pero los médicos le dijeron que ya no podía recibir ayuda y que necesitaría tomar medicamentos por el resto de su vida.
Afortunadamente, escuchó sobre Falun Gong mientras buscaba tratamiento en Beijing. Comenzó a practicar en marzo de 1996. Al cabo de seis meses todos sus síntomas desaparecieron y gozó de buena salud. El Sr. Bai quedó asombrado por el milagroso poder curativo de Falun Gong y comenzó a practicar. Después de que comenzó la persecución, la pareja fue atacada repetidamente por defender su fe.
La Sra. Liu fue arrestada varias veces en los primeros años de la persecución y cumplió tres años de prisión entre 2006 y 2007. Debido al abuso en prisión, quedó jorobada y desarrolló un gran bulto, de cuatro o cinco centímetros de tamaño, en su espalda. No pudo hacer nada y se quedó en casa después de ser liberada. Se recuperó un poco después de hacer los ejercicios de Falun Gong, y la policía la arrestó nuevamente dos veces más, el 25 de septiembre de 2009 y el 5 de diciembre de 2013. En cada ocasión fue puesta en libertad bajo fianza debido a problemas de salud, pero aún así enfrentó acoso policial en el hogar.
La implacable persecución finalmente se cobró la vida de la Sra. Liu el 6 de diciembre de 2014. Tenía 60 años.
Hija creció con miedo
La hija del Sr. Bai, la Sra. Bai He, también fue perseguida. Tenía sólo cinco años cuando la policía irrumpió en su casa un día del año 2000 y se llevó a sus padres. Los vecinos sintieron lástima por la familia, pero estaban demasiado asustados para ayudar a la niña. Más tarde, un practicante acogió a la niña.
La Sra. Bai y sus padres fueron arrestados el 14 de diciembre de 2004. Ella tenía alrededor de 10 años en ese momento y la policía la mantuvo bajo custodia durante tres días, tiempo durante el cual no le dieron nada de comer.
Cuando sus padres fueron detenidos en 2006, la policía envió a la Sra. Bai a una escuela para jóvenes con problemas a pesar de que no tenía problemas de conducta. La vigilaban de cerca en la escuela y la obligaban a hacer tareas domésticas cuando otros estudiantes no tenían que hacerlo.
Después de que su padre fuera liberado en julio de 2006, la sacó de esa escuela y la matriculó en una escuela primaria normal. La llevaba a la escuela en bicicleta todos los días y, a menudo, iba a visitar a su esposa a la cárcel. El padre y la hija vivieron una vida muy difícil.
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Categoría: Hechos de la persecución
