(Minghui.org) Una mujer de 59 años de la ciudad de Luzhou, provincia de Sichuan, perdió su apelación contra una condena injusta el 11 de abril de 2023, y ahora está cumpliendo tres años y medio en la Prisión de Mujeres de Longquan, situada en la capital, Chengdu.

Yang Taiying fue detenida el 5 de marzo de 2022 por hablar con la gente sobre la persecución del Partido Comunista Chino contra su fe, Falun Gong, una disciplina para el cuerpo y la mente basada en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Entre los agentes que la detuvieron se encontraba Li Xiongming, de la Oficina de Seguridad Interior del distrito de Naxi, que ha participado activamente en la persecución durante años.

Los procuradores Yan Lan y Yang Xin, de la Procuraduría del Distrito Naxi, acusaron a la Sra. Yang. El Tribunal del Distrito de Naxi examinó el caso de la Sra. Yang el 4 de agosto y de nuevo el 26 de agosto de 2022. El juez Zheng Yujing presidió los juicios. También estuvieron presentes los jueces Ma Dequan y Han Liping, así como el asistente de los jueces, Yan Feifei, y el secretario Ma Zhen.

Los dos abogados de la Sra. Yang presentaron una declaración de inocencia en su favor, ya que ninguna ley en China penaliza Falun Gong. Ella también declaró en su propia defensa. El 30 de diciembre de 2022, el tribunal la condenó a tres años y medio de prisión y a pagar una multa de 5.000 yuanes. Yang presentó un recurso de apelación y el Tribunal Intermedio de la ciudad de Luzhou dictaminó el 11 de abril de 2023 que se mantuviera la sentencia original.

La sentencia fue dictada por el presidente del tribunal, Lei Gang, que también rechazó al menos otras 12 apelaciones de practicantes desde 2006. Los nombres de los jueces Li Ruiliang y Xu Zhihong también aparecen en la sentencia contra Yang. Tanto Li como Xu han participado también en el rechazo de muchas otras apelaciones de practicantes desde 2012.

Yang ingresó en la Prisión de Mujeres de Longquan tras la desestimación de su recurso, aunque aún no se ha investigado el momento exacto de su traslado.

No es la primera vez que Yang es perseguida por practicar Falun Gong. Entre 2000 y 2004 fue condenada a dos penas de campo de trabajo por un total de tres años y medio. Fue detenida de nuevo en 2013 y condenada a cuatro años y medio por el Tribunal del Distrito de Jiangyang. Fue sometida a diversas formas de tortura en la misma Prisión de Mujeres de Longquan donde está encarcelada ahora. Fue despedida de su puesto de trabajo y también privada de pensión tras cumplir su primera condena.

Recuperación de la salud y mejora del carácter

La Sra. Yang detalló en su apelación cómo Falun Gong transformó su vida y reiteró que la práctica sólo aporta beneficios a sus practicantes y a la sociedad en general.

Yang consiguió un trabajo de contable en la Oficina de Maquinaria Agrícola del Distrito de Naxi tras graduarse en la universidad en 1985. Todo fue bien en sus primeros años de trabajo, pero poco después de cumplir los 30, en 1994, su destino cambió repentinamente a peor y se vio afectada por graves enfermedades, como enteritis, hiperlipidemia, insuficiencia renal, sangre en las heces y dolor de espalda. Probó tanto la medicina occidental como la china, pero nada le ayudó.

Sus síntomas empeoraron en 1997 y tenía dificultades para desempeñar sus funciones laborales. Su supervisor la instó a que completara todas sus tareas durante el cierre del ejercicio (paso final del proceso anual de elaboración de informes financieros). Pidió trabajar desde casa porque le dolía tanto la espalda que no podía estar de pie ni sentada. Conseguía terminar su trabajo tumbada en la cama. Su madre se mudó con ella y la cuidó durante diez meses seguidos.

La Sra. Yang dijo que no podía aceptar la realidad. No quería morir, pero a la vez se sentía desesperanzada. Entonces se enteró de que un colega suyo y un médico local habían contraído enfermedades similares, pero se habían recuperado milagrosamente sin tratamiento médico después de empezar a practicar Falun Gong. Estaba asombrada, pero escéptica sobre el poder curativo de Falun Gong.

Sin embargo, decidió probar Falun Gong porque no tenía otra opción para mejorar. Después de leer por primera vez Zhuan Falun, las principales enseñanzas de Falun Gong, quedó asombrada por los profundos principios del libro. Se dio cuenta de que había una razón detrás de todo, incluidas sus enfermedades. Aprendió a seguir los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.

Las enfermedades de la Sra. Yang desaparecieron en menos de un mes de práctica de Falun Gong. Dijo que también empezó a reflexionar sobre sí misma en su trabajo contable. Cuando empezó a trabajar en 1985, descubrió que la corrupción estaba muy extendida en el campo de la contabilidad. Al principio la detestaba, pero poco a poco fue siguiendo la corriente. Cuando empezó a practicar Falun Gong, se dio cuenta de que no podía seguir siendo corrupta. Devolvió los sobornos y regalos que otros le habían hecho en el pasado y se exigió a sí misma cumplir estrictamente todas las leyes, reglamentos y normas. Algunos de sus colegas empezaron a hacer lo mismo al ver sus cambios. También aconsejó a su marido y a su hijo que fueran personas rectas.

En su apelación, la Sra. Yang también dijo que Falun Gong se ha difundido por todo el mundo y ha recibido numerosos premios fuera de China. El exdictador Jiang Zemin inició la persecución en 1999 por celos de la creciente popularidad de Falun Gong. A continuación, inventó mentiras para demonizar a Falun Gong y utilizó el aparato del Estado para tratar de aplastar a Falun Gong. Innumerables practicantes de Falun Gong fueron detenidos, torturados o incluso se les sustrajeron órganos por defender su fe.

A pesar del terror de la persecución, la Sra. Yang dijo que ella y otros practicantes de Falun Gong persistieron en dar a conocer la persecución porque querían lo mejor para todos y no querían ver a sus compatriotas chinos siendo responsables de seguir ciegamente al régimen comunista para atacar a los practicantes respetuosos de la ley.

Falun Gong también puso fin a su mentalidad atea, dijo la Sra. Yang, después de haber experimentado personalmente muchas cosas extraordinarias gracias a la práctica, incluida la milagrosa recuperación de sus enfermedades. Ella cree profundamente que el bien y el mal serán recompensados consecuentemente. Los que siguen al régimen para cometer crímenes contra los practicantes de Falun Gong serán responsables tarde o temprano. Instó al tribunal intermedio a defender la justicia para los practicantes de Falun Gong como ella.

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