(Minghui.org) Un residente de la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, fue sometido a brutales torturas mientras cumplía una condena de siete años y medio en la Prisión de Fanjiatai por su fe en Falun Gong, disciplina espiritual perseguida por el Partido Comunista Chino desde 1999.

Sr. Liu Shehong

A finales de 2022, la familia de Liu Shehong se enteró por un prisionero recién liberado de que en una ocasión, Liu había sido golpeado por ocho reclusos y que, como consecuencia, se había roto una pierna. Aunque los guardias le llevaron al hospital de la prisión para tratarlo, sigue cojeando.

La familia de Liu también se enteró hace poco de que le habían llevado a un pabellón de entrenamiento especial para intensificar aún más las torturas, ya que se negaba a renunciar a Falun Gong. Además de realizar largas horas de trabajos forzados sin remuneración, también fue sometido a salvajes palizas y obligado a ver vídeos que difamaban a Falun Gong. Su familia pide a la Comunidad Internacional que preste atención a su caso y ayude a detener la persecución.

El Sr. Liu, de 56 años, y su esposa, la señora Zhao Xiujuan, fueron detenidos en la ciudad de Jingzhou, provincia de Hubei, el 4 de septiembre de 2019, mientras vivían fuera de casa para evitar la persecución. El 3 de diciembre de 2020 se confirmó que él había sido condenado a siete años y medio en la Prisión de Fanjiatai, en la ciudad de Jingmen, en Hubei, y la señora Zhao a siete años en la Prisión de Mujeres de la provincia de Hubei, en Wuhan.

De ser adicto a las drogas a practicar Falun Gong

Liu dejó los estudios a los 16 años y se fue a Wuhan a trabajar en una empresa maderera. A los 26 años empezó a consumir drogas. Cumplió varias condenas por consumo de drogas, peleas y estafas. Salió en libertad en junio de 2004 y poco después le despidieron del trabajo. A los pocos meses volvió a las drogas y empezó a pedir dinero prestado a sus amigos, que al final dejaron de dárselo y le evitaban.

A sus 40 años, se había convertido en un marginado en Wuhan, por lo que en diciembre de 2006 regresó a su pueblo natal, en la ciudad de Xianning de la misma provincia. Su estilo de vida había arruinado su salud. Su tez era oscura y sufría edemas en ambas piernas. Le costaba caminar. Su madre no paraba de llorar y sus compañeros de la aldea pensaban que moriría antes del Año Nuevo Chino de 2007. Empezó a pedir dinero prestado a los aldeanos y, cuando lo conseguía, compraba drogas con él. Su madre estaba muy preocupada, pero no podía ayudarlo.

En diciembre de 2006, su madre le recomendó que practicara Falun Gong. Así lo hizo, y en sólo cuatro meses dejó la adicción a las drogas. Su salud se recuperó y su cutis parecía mucho más sano. Siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia de Falun Gong, dejó de insultar y de pelearse con la gente, y se convirtió en una persona trabajadora que ayudaba a su familia y a los demás. Los que le conocían estaban asombrados por sus cambios.

Agradecido a Falun Gong por haberle dado una nueva vida, Liu hizo todo lo posible por crear conciencia sobre la persecución, con la esperanza de que más gente pudiera conocer los hechos y beneficiarse de la práctica.

Por difundir información sobre Falun Gong en una zona pública del distrito de Jiangxia, en la ciudad de Wuhan, en mayo de 2008, fue detenido y condenado a una duración desconocida en el Campo de Trabajo Forzado de Hewan. Los guardias le golpeaban constantemente, ya que se negaba a renunciar a Falun Gong.

Liu fue detenido de nuevo en Wuhan en diciembre de 2010, también por difundir información sobre Falun Gong. Fue condenado a cuatro años por el Tribunal del Distrito de Hongshan a mediados de junio de 2011 y también cumplió condena en la prisión de Fanjiatai.

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