(Minghui.org) Anna y yo somos profesoras de universidad. Ella es fácil de tratar y los demás practicantes la consultan si tienen problemas. Otra practicante, Zen, dijo que la primera vez que me vio le pareció que era muy seria. Después de hablar, descubrió que era simpática.
Habiéndome cultivado durante más de veinte años, aparte de hablar de mi cultivación con los practicantes, rara vez charlo con la gente.
Las palabras de Zen me hicieron reflexionar sobre mí. No fui antipática deliberadamente. Es sólo que no lo pensé. Pero, ¿por qué mi actitud callada hacía que la gente sintiera que no era accesible?
Como profesora soy responsable y meticulosa en el trabajo. Pensaba que, habiéndome cultivado durante tantos años, aunque alguna vez estuviera contaminada por la cultura del partido comunista, esos elementos deberían haberse limpiado hace tiempo. Sin embargo, no fue así. La cultura del partido comunista está mezclada con mis pensamientos y se infiltra en todo.
Soy profesora desde hace casi treinta años, así que estoy acostumbrada a hablar con un tono de voz autoritario. Algunas personas pueden sentir que tengo un nivel superior al suyo. Cuando señalé los problemas de cultivación de los practicantes, me di cuenta de que mi tono de voz era severo, similar a cómo hablaba a mis alumnos. No hablaba con delicadeza ni pensaba en los sentimientos de los practicantes. Sentía que estaba siendo responsable con ellos. Anna dijo una vez que yo era autoritaria y que aún tenía elementos comunistas. Yo pensaba que simplemente era honesta.
Sin embargo, me doy cuenta de que miro hacia fuera y habitualmente comparo y opino, sobre todo. Detrás de este hábito hay un apego muy fuerte a competir con los demás.
Hace poco me di cuenta de que sólo eliminaba los apegos de los que creía que debía deshacerme, pero mantenía deliberadamente otros. Esto es cultivarse selectivamente, que es similar a lo que hacen las viejas fuerzas.
No es de extrañar que siempre sintiera que mi cultivación progresaba lentamente. Pensaba que me estaba cultivando, pero era sólo dentro de los límites que me había fijado.
No hice caso en absoluto a las palabras de Shifu. Aunque estudiaba el Fa, no fui capaz de asimilar el Fa. Cuando envié pensamientos rectos para deshacerme del mal, al mismo tiempo lo protegí (protegiendo mis propias cosas negativas). Cuando aclaraba la verdad, elegía a qué personas debía hablar. Tampoco hice bien las tres cosas. Por lo tanto, vi que mi cultivación tenía brechas.
Durmiéndome en los laureles
Me he cultivado durante muchos años y siempre he estudiado el Fa. ¿Por qué sigo teniendo estos problemas? Descubrí que otros practicantes también tenían problemas similares.
Recuerdo que, en Viaje al Oeste, Sun Wukong (Rey Mono) hizo una apuesta con el Buda Rulai de que podía saltar fuera de la palma de la mano de Buda. Cuando dio una voltereta hacia el horizonte y vio cinco grandes pilares, se detuvo, ya que pensó que había salido de la palma del Buda. No se dio cuenta de que esos cinco pilares eran los cinco dedos de Buda. Al final, no saltó fuera de la palma de Buda.
¿Qué le hizo detenerse? Fue su idea. Pensó que la palma de Buda era muy grande.
Puede que hayamos eliminado muchas nociones durante nuestra cultivación. Sin embargo, también tenemos otras nociones que nos hacen dormirnos en los laureles. Estamos siendo controlados por estas nociones, pero no conocemos el problema. Este tipo de estado es parte de nuestro proceso de cultivación porque todos empezamos desde el nivel mundano y no entendimos el Fa. Debemos usar las enseñanzas como nuestra guía para ayudarnos a deshacernos de todas nuestras deficiencias. No podemos quedarnos en ese estado de cultivación.
En noviembre de 2022, debido a la propagación de la pandemia de COVID-19, parecía que toda la ciudad era positiva al virus. Cuando terminó el brote, un practicante vino a mi casa para invitarme a unirme a su grupo de estudio del Fa. Sin embargo, no fui porque el horario no me convenía. Pero la razón principal era que no creía que unirme al grupo de estudio del Fa me ayudaría. Prefería leer el Fa por mi cuenta.
El Benevolente Shifu vio que estaba estancada en este punto y que no podía salir de él, así que arregló una serie de acontecimientos para advertirme. A principios de año, no pude entrar en Minghui.org. No pude enviar mis felicitaciones de Año Nuevo a Shifu. Sin embargo, cuando Shifu publicó su nuevo artículo, pude conectarme a Internet. Después de descargar el nuevo artículo, la conexión volvió a fallar; sólo pude conectarme a Internet una vez a la semana durante ese periodo. Después de descargar los nuevos artículos, la conexión a Internet se volvió a cortar. Envié pensamientos rectos, pero la situación no mejoró.
Un día fui a casa de un compañero practicante por otros asuntos. Ese practicante me invitó a unirme de nuevo al estudio de Fa de su pequeño grupo. Me di cuenta de que me había estado aislando. Debería coordinarme con los demás practicantes. Después de eso, pude entrar en Minghui.org con éxito.
Para el Día Mundial de Falun Dafa de este año planeé enviar tarjetas de felicitación a Shifu. Ayudé a algunos practicantes mayores a hacer sus tarjetas y mientras hablábamos me dijeron que otro practicante había dicho que yo era una espía. Me reí a carcajadas. Cuando volví a casa, reflexioné sobre la acusación. Pensé en cómo acababa de pedirle a Shifu que me ayudara a contactar con los demás practicantes y ahora ocurría esto.
Recordé lo que Shifu mencionó durante la conferencia Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia. Un espía puede existir porque nuestros propios campos energéticos no son puros. Se trata de una cuestión de cultivación, por lo que debemos mirar hacia dentro. Cuando me examiné, descubrí que tenía la mentalidad de mirar por encima del hombro a los demás practicantes. Detrás había un apego a competir con los demás, que es la mentalidad comunista.
Esa noche soñé que volvía a casa. Antes tenía que subir las escaleras, pero esta vez alguien me conducía a un ascensor.
"Desviada"
Me compré un par de sandalias en verano. La primera vez que me las puse descubrí que no hacían juego. Me di cuenta de que tenía apego a buscar la perfección. En el momento de comprar las sandalias le aclaré la verdad al vendedor. Cuando recordé que aquel día convencí a dos personas para que renunciaran al Partido Comunista Chino (PCCh), me di cuenta de que las sandalias valían lo que costaban.
Un practicante necesitaba libros de Dafa y no pude encontrar a los practicantes con los que contacté en el pasado. Decidí hacer los libros por mi cuenta, así que le pedí a otro practicante que me ayudara con la cubierta del libro. Cuando empecé a grapar las páginas descubrí que cuatro de ellas se desviaban mucho de las demás. Recordé que una de las sandalias estaba desviada, por un lado. Ahora estas páginas estaban muy desviadas. Tenía que reflexionar sobre este problema. En ese momento recordé lo que Shifu dijo: "Particularmente en la religión budista, si buscas externamente se dice que estás caminando por la vía de los demonios" (Novena Lección, Zhuan Falun).
Me di cuenta de que tenía la costumbre de mirar hacia fuera. Cada vez que recibía libros de Falun Dafa de otros practicantes, siempre encontraba algo mal en ellos. Realmente no podía soportar mirar los defectos y siempre culpaba a los practicantes por no poner su corazón en ello y no prestar atención cuando producían libros de Falun Dafa. Nunca pensaba en lo difícil que era para esos practicantes hacer esos libros, y no miraba hacia adentro.
Cuando enviamos pensamientos rectos en nuestro pequeño grupo de estudio del Fa, me di cuenta de que algunos practicantes tenían movimientos diferentes al final. Cuando intercambié mis pensamientos con ellos, consideraron que debíamos preguntar al equipo editorial de Minghui. La respuesta que recibimos es que no hay otros movimientos al final. Cuando vi la respuesta me sentí avergonzada, y esto me despertó al instante. Deberíamos hacer lo que Shifu nos pidió. Lo que Shifu dijo es el Fa. No tenemos derecho a "perfeccionarlo". Estaba tan llena de mí misma. Eso es demasiado peligroso. Realmente me había desviado mucho del Fa.
Descubrí que estaba controlada por la noción de "ser estricta". Trataba los asuntos de cultivación con lógica mundana. Después de tener estos entendimientos, a la mañana siguiente medité y experimenté por primera vez la sensación de tener una mente tranquila.
Ahora entiendo que necesitamos escuchar las enseñanzas de Shifu y no añadir nuestras propias nociones. Necesitamos asimilarnos a Verdad-Benevolencia-Tolerancia incondicionalmente. Pase lo que pase, primero debemos cultivarnos a nosotros mismos. Debemos ver a las personas y los asuntos desde una perspectiva positiva. Debemos tener compasión.
Esta es mi limitado entendimiento en mi actual nivel de cultivación, y espero que los demás practicantes puedan usar mis experiencias como referencia y evitar tomar desvíos en su cultivación.
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Categoría: Mejorándose uno mismo