(Minghui.org) Soy una practicante mexicana de Falun Dafa que se cultiva desde hace 15 años. Durante estos años, he experimentado muchas veces el poder de Dafa y la infinita misericordia de Shifu Li (fundador de Dafa).
Estudié actuación, canto y algo de composición, y durante muchos años hice producción musical para el canal de televisión más importante de México. Vivía una buena vida. Tenía un buen trabajo, comodidades económicas y libertad para hacer lo que me diera la gana, ya que era soltera. Había alcanzado algunas metas de persona común que me había propuesto.
Sin embargo, llegué a sentir un gran vacío en mi vida, como si todo lo que hacía no fuera aquello para lo que había nacido y venido a este mundo. Así que pedí a Dios que me mostrara para qué había venido realmente a esta vida, y eso fue en junio de 2007. Sentía que si no se lo preguntaba no podría seguir viviendo en este mundo, experimentando esta vida aparentemente cómoda y satisfactoria. Sentía un profundo vacío.
Apenas un mes después de mi súplica a Dios, Falun Dafa llegó a mi vida: era julio de 2007. Mi madre había recibido un folleto, hacía dos años, en un acto de salud pública. Una mañana, cuando visitaba a mi madre en la ciudad, de forma extraña me encontré con ese folleto en su bolso. Lo leí y sentí una gran emoción. Entonces, me animé a buscar un lugar cercano para practicar Falun Dafa y, entonces, asistí a la práctica por primera vez. Inmediatamente después, me sentí repleta de energía y con una inmensa alegría en el corazón. Había encontrado lo que buscaba.
Extraordinaria recuperación de yeli de enfermedad
Después de estudiar el libro Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, y de experimentar una fuerte tribulación física, parecía como si mi visión y entendimiento cobraran vida. Logré comprender claramente el significado de mi vida, y el propósito de mi existencia. Mi corazón estalló de felicidad, como si una pequeña llama se enciende de repente como un sol. Desde ese momento, sentí una enorme alegría y una gran motivación para levantarme cada día.
El primer milagro que experimenté fue que tuve una fuerte purificación física. Tan solo dos meses después de empezar a practicar Falun Dafa, esta purificación se manifestó en la superficie como un Herpes Zoster, que es una mutación del virus de la varicela infantil que permanece latente en el sistema nervioso. Cuando el sistema inmunitario tiene problemas, reacciona. Es muy doloroso porque se manifiesta en forma de ampollas en el sistema nervioso. Las ampollas son muy abultadas y difíciles de curar, dejando cicatrices y manchas en la piel. Estas manchas me aparecieron en el lado izquierdo de la cara, cubriéndome el ojo y la nariz. Parecía como si la parte izquierda de mi cara estuviera deformada.
Después de tres días viéndome así, mi madre se asustó y me llevó a ver a un médico. El médico me reprendió por haber tardado tanto en visitarlo y me habló de los peligros de no ocuparme de esta afección desde el principio, y de que incluso podía afectar a mi visión.
Recordé lo que leí en Zhuan Falun sobre considerarme una cultivadora en todo momento, y que los discípulos de Dafa no tienen enfermedades porque Shifu purifica nuestros cuerpos. Por lo tanto, lo negué en mi cabeza todo el tiempo e incluso le dije a la doctora: "No se preocupe, no me va a pasar nada de eso". Me recetó medicamentos, que no tomé. La doctora me había advertido de que tardaría casi dos meses en mejorar.
Nunca tomé las pastillas que me recetó. Cuando llegué a casa, me limité a escuchar el audio de las lecciones de Shifu durante todo el día, ya que no podía hacer mucho más debido al dolor. También practiqué los ejercicios de Falun Dafa todo lo que pude. Al cuarto día, mi estado mejoró mucho y al sexto había desaparecido sin dejar rastro, ni manchas, ni cicatrices, como me dijo la doctora.
Mi familia y mis amigos se sorprendieron. Les dije que era porque practicaba Falun Dafa y le di las gracias a Shifu Ahora comprendo que Shifu limpió mi cuerpo para ayudarme a avanzar en mi cultivación.
La importancia del estudio del Fa en grupo
Después de aquella purificación corporal, tuve una especie de despertar en mi comprensión de la importancia de aclarar la verdad. Sentí la urgencia de salir a la calle para repartir folletos de Falun Dafa y contarle a la gente sobre la persecución del Partido Comunista Chino (PCCh).
Desde que empecé a practicar Falun Dafa y a relacionarme más con los practicantes locales, me di cuenta de que había muchos problemas y malentendidos en mi región. Con el tiempo, comprendí que esto ocurría porque no había un estudio sólido del Fa todos los días y casi ningún estudio del Fa en grupo, ya que le habían dado más importancia a la práctica de los ejercicios.
Después de un tiempo, un practicante veterano empezó a animarnos a estudiar el Fa todos los días en Internet. Así empezamos a estudiar el Fa todos los días a las 7 de la mañana, y un día a la semana, nos reuníamos en casa de un practicante para estudiar en persona.
Poco a poco, el ambiente de cultivación mejoró, y se fueron presentando en mi región más oportunidades para participar en proyectos de aclaración de la verdad. Comencé a participar en la coordinación de algunos proyectos, como New Tang Dynasty TV, la exposición de arte Zhen Shan Ren y Shen Yun, que vino a mi región por primera vez en 2013.
Mirando hacia dentro
Ese año, participé en el equipo de coordinación y en la promoción de Shen Yun, fue un proceso muy difícil. Pero a pesar de las dificultades, incluido los fuertes conflictos entre los practicantes y el hecho de no tener ninguna experiencia como grupo local en este sentido, salió bastante bien, ya que se presentó en el recinto más grande e importante del país. Tuvimos un promedio de 3500 asistentes por día, durante tres días.
Sin embargo, en el proceso de participar en este gran proyecto, hubo muchos conflictos en mi región. Ocurrió principalmente entre nuestro equipo local de coordinación de Shen Yun y los coordinadores de las distintas ciudades del país. Personalmente, tuve fuertes conflictos con los compañeros del equipo de coordinación. Cometí muchos errores. En primer lugar, no equilibré bien el tiempo entre hacer proyectos de Dafa, mi estudio del Fa, enviar pensamientos rectos y mi trabajo común. Esto generó una situación en la que ya no era diligente en mi estudio del Fa, y cuando estudiaba, mi mente estaba distraída. Sin poder concentrarme, las viejas fuerzas se aprovecharon de mis brechas. Cuando había conflictos de coordinación con algunos practicantes, no podía resolverlos basándome en el Fa, sino en las nociones de una persona común. Esto provocó muchas interferencias, aumentó la carga de los conflictos a los que ya nos enfrentábamos como un solo cuerpo y deterioró el ambiente, que ya era muy tenso.
Me enfrenté a conflictos más allá de mi límite humano. Eso reveló mis diferentes apegos, como el mal carácter, el egoísmo, la impaciencia, el no pensar primero en las necesidades de los demás, la competencia, la envidia, la validación personal, la ostentación y el creerme superior a los demás. Con el tiempo, también se formó un corazón fuerte y pesado de injusticia y de resentimiento.
Recuerdo que al final de la primera temporada de Shen Yun en mi región, me sentía agotada física, mental y emocionalmente. Al principio solo podía ver fuera de mí y tenía un gran sentimiento de injusticia por las situaciones que consideraba que tenía que "cargar". Como consecuencia, durante los dos meses siguientes no quise ver a ningún practicante de mi grupo local. Tras salir de la ciudad durante unos días y visitar a unos amigos en la costa sureste, tuve una fuerte tribulación física: cuatro días de diarrea y vómitos. Después de esta experiencia, cuando regresé a la ciudad, mientras estudiaba Escrituras esenciales para mayor avance, esta frase: "¡Renuncia a tu apego de sentir injusticia en tu corazón!" (Dejando aún más apegos) resonó en mi mente como mil campanas.
Empecé a mirar en mi interior, y lo que encontré fueron apegos y nociones. Además del fuerte apego a sentir injusticia en mi corazón, encontré egoísmo, orgullo y resentimiento. Fue un proceso muy doloroso y difícil ver mis apegos, sin mirar afuera y sin culpar a los demás. Cuando regresé a la ciudad, volví al grupo local de estudio del Fa, y aunque todavía podía sentir que mi corazón estaba pesado, decidí persistir en ir al grupo de estudio del Fa y traté de compartir mis experiencias a pesar de todo. A veces, aún compartía mirando hacia afuera, lo que obviamente no generó un buen resultado. Ahora comprendo que esto se debía a mi incapacidad para dejar de lado el resentimiento.
A pesar de los pesados corazones de apego, malentendidos, falta de comunicación y toda esta historia de conflictos aparentemente interminables y a veces irreconciliables, pudimos rectificar el ambiente de cultivación con el tiempo, uniéndonos al grupo de estudio de Fa, compartiendo experiencias y exponiendo nuestros apegos con un corazón sincero de mirarse uno mismo. Desde hace varios años, una vez al mes realizamos el Estudio del Fa Nacional. Los practicantes de todo el país asisten para estudiar juntos y compartir experiencias de cultivación. Esto ha implicado a menudo un gran esfuerzo, pero nos ha ayudado a seguir limpiando nuestro campo dimensional.
Eliminando el resentimiento
En 2016 se celebró un Fahui en mi región, y tuve la oportunidad de compartir mi experiencia de cultivación exponiendo todos los apegos que descubrí durante mi participación en el proyecto Shen Yun. Siento que fue un punto de inflexión que me ayudó mucho a limpiar esos fuertes apegos. Me ayudó a avanzar en mi cultivación y a mejorar mi relación con los practicantes con los que había tenido conflictos.
Con el tiempo, hemos podido mejorar el entorno de cultivación de nuestro grupo local. A mi entender, al compartir con otros practicantes, hemos formado un campo de cultivación que nos ayuda y fortalece a todos y nos permite afrontar nuestras dificultades y problemas de xinxing basándonos en el Fa. Por supuesto, todavía hay problemas que resolver, y todavía tenemos que mejorar mucho.
Por ejemplo, como latinoamericanos, todavía mostramos muchas emociones, lo que a veces nos trae dificultades. Además, esto no nos mantiene en el Fa al hacer las tres cosas, y hace que se manifiesten nuestros apegos humanos. Pero, siento que la situación ya no es como en el pasado, cuando perdíamos tiempo precioso a causa de discusiones interminables, afectando nuestras oportunidades de aclarar la verdad.
Por ejemplo, ahora, cuando experimento dificultades en mi cultivación, o cuando me siento estancada al coordinar un proyecto, siempre comparto sobre dónde me quedo corta o dónde cometí un error después del estudio del Fa local y en los grupos de estudio del Fa de los diferentes proyectos. Este intercambio con mis compañeros aclara mi perspectiva y me ayuda a reconocer apegos ocultos. Muchas veces, alguien comparte algo con nosotros que nos ayuda a encontrar problemas que nos impiden mirar adentro. A veces, algunos practicantes me señalan algo que aún no había visto en mí. A veces lo recibo bien y otras me cuesta aceptar las críticas. Al final, siempre escucho lo que me dicen e intento ver las fallas en mí. De este modo, siento que nos elevamos como un solo cuerpo. Pero también entiendo que, teniendo en cuenta nuestra responsabilidad, aún queda mucho por mejorar. Hoy puedo valorar todo el proceso de cultivación en mi región.
Aunque el entorno y mi relación con los compañeros practicantes de nuestra región ha mejorado, los problemas en mi cultivación regresaron durante este último año. Pero esta vez se centraba en mi familia, principalmente con mi hermano, que no es practicante. Estas dificultades me han mostrado la raíz de mi apego al resentimiento. Al principio, me sentía frustrada y, como si estuviera retrocediendo en mi cultivación, pensé: "Si ya logré armonizar esto con mis compañeros practicantes de Dafa, y este apego ya estaba identificado y trabajé para eliminarlo, ¿por qué aparece con más fuerza ahora, en esta nueva situación con mi familia?".
Creo que hay dos razones. Una es que quizás ahora hay una capa más profunda de ese apego fundamental. La otra es que antes, cuando seguía esforzándome cada día por mejorar, me comparaba con lo que era cuando recién había empezado a cultivarme. Veía grandes cambios en mí, engañándome y haciéndome sentir que realmente estaba mejorando.
Hoy comprendo que no debemos medirnos con nuestro estado pasado, ya que eso es medirnos con un estándar bajo. Debemos medirnos todo el tiempo con el Fa, con los principios de Verdad-Benevolencia- Tolerancia, la característica del universo, y solo asimilándonos al Fa seremos capaces de mejorar.
Después de estudiar el Fa y compartirlo con mi esposo, también practicante, comprendí que mi apego al sentimentalismo había aumentado y el resentimiento se había fortalecido, impidiéndome conectarme de nuevo con el Fa y con el estado de fe sólida y con la benevolencia de un practicante de Falun Dafa para poder lidiar con mis asuntos familiares.
Comprendí que, llevando un pesado apego de resentimiento, uno se aleja de la benevolencia, y, por lo tanto, de Dafa, ya que el resentimiento es el combustible que mantiene vivo el perverso espectro del PCCh. Como resultado, con un pesado apego de resentimiento, ¿no me estoy yendo al lado opuesto? En consecuencia, si no renuncio estrictamente al apego de sentir injusticia en mi corazón, no podré elevarme. Entonces, desconectarme del poder de la Benevolencia de Dafa y seguir un camino desviado favorece la persecución de las viejas fuerzas, causando interminables pruebas que no consigo superar.
Hace unos meses me preguntaba dónde se había ido aquel sentimiento de energía, de alegría y de motivación con el que me despertaba todos los días cuando empecé a cultivarme, los que me hacían sentir que no había prueba que no pudiera superar mientras tuviera el Fa.
Después del palo de advertencia que tuve a través de la discusión con mi hermano, he estado eliminando constantemente este apego de resentimiento. Además de estudiar una lección diaria de Zhuan Falun, estoy estudiando nuevamente Escrituras esenciales para mayor avance. Estoy eliminando cada vez más este resentimiento, no solo con pensamientos rectos, sino también con acciones rectas, tratando de pensar más en los demás y tratando de ser benevolente con mi hermano sin importar cómo actúe. Mi corazón se ha vuelto más ligero y siento que se ha reavivado como al principio. Puedo sentir de nuevo esa alegría y sensación de buena fortuna cada mañana cuando me levanto y doy gracias a Shifu por haberme permitido obtener el Fa y por tener una oportunidad más de mejorarme y ayudarle en este último periodo de la Fa-rectificación.
Actualmente, sigo involucrada en la coordinación de varios proyectos de esclarecimiento de la verdad. Mi corazón está enfocado en seguir adelante, mirando incondicionalmente hacia adentro, y en mejorar más rápido haciendo las tres cosas, ¡para poder caminar por el sendero que Shifu ha escogido para mí y cumplir la misión que los practicantes de Dafa, de salvar a los seres conscientes!
¡Gracias, Shifu!
¡Gracias, compañeros practicantes!
Si ven algo fuera de Fa en este artículo, por favor señálenlo benevolentemente, para poder corregirme.
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Categoría: Caminos de cultivación