(Minghui.org) Mi esposo y yo tenemos más de 70 años, y hemos estado practicando Falun Dafa durante más de 20 años. El Maestro Li (fundador de Dafa) nos ha dado buena salud, tanto que podemos vivir independientemente de nuestros hijos. A continuación, algunas de mis experiencias de cultivación.

Dos oficiales aceptan renunciar al partido

Dos oficiales de policía nos visitaron una tarde del pasado octubre. Mi marido y yo los recibimos en casa. Nos dijeron sus nombres y uno de ellos llevaba un emblema del Partido Comunista Chino (PCCh). Nos mostró un papel y nos dijo que lo firmáramos si habíamos dejado de practicar Falun Dafa, y que no lo firmáramos si seguíamos practicando.

Les ofrecimos asiento, pero al principio se negaron a sentarse, así que les dije: "Es una relación predestinada la que tienen aquí. Tengo mucho que contarles. ¿Por qué no se sientan?". Nuestra sinceridad los conmovió y se sentaron.

Le dije al oficial que llevaba el emblema: "¡Falun Dafa es tan grande! Nuestro Maestro nos pide que nos comportemos de acuerdo con Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Yo trabajaba en la construcción como jornalera y tenía todo tipo de enfermedades. La cultivación de Falun Dafa las curó todas. No he necesitado tomar ninguna píldora ni visitar un hospital en los últimos 20 años. Los practicantes de Falun Dafa han sido arrestados, encarcelados, golpeados e incluso se les han extraído los órganos solo porque querían decirle a la gente que 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'".

Continué: "Ahora la pandemia está aquí por culpa del Partido Comunista. La única manera de escapar de ella es renunciar al Partido y sus organizaciones juveniles".

Dijo que se había afiliado al Partido cuando estaba en la universidad, hace más de diez años. Le pedí que retirara su afiliación para poder salvarse a sí mismo y a los miembros de su familia. Asintió con la cabeza.

El otro oficial también asintió con la cabeza cuando hablé. Me volví hacia él y le dije: ¿Te habrás afiliado a la Liga Juvenil y a los Jóvenes Pioneros?".

Mencionó que también era miembro del Partido, así que le contesté: "Ya has oído lo que he dicho. ¿Por qué no renuncias tú también?". Estuvo de acuerdo.

Cuando estaban a punto de irse, les dije: "Recuerden que Falun Dafa es bueno, que Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno, y tendrán un buen futuro".

Mi hijo me dijo después: "Tus palabras fueron maravillosas".

Los cultivadores nunca pueden matar

Cometí un gran error que un cultivador nunca debería cometer. Mi hijo trajo cinco bandejas de crisálida de abeja el pasado agosto del condado de Zhuan. Era muy tarde, y todavía estaba desgarrando los capullos y sacando las pupas con pinzas. Al ver que seguía trabajando en ellos hasta altas horas de la noche, le ayudé a separar los capullos. Debo haber arrancado unos 200 capullos. El incidente pasó, y nunca pensé que estuviera matando.

Sin embargo, cuatro días después me empezó a picar y doler la parte inferior del cuerpo, como si me picasen innumerables abejas. Me rasqué, convirtiendo las manchas en un desastre sanguinolento, pero seguían picando. Tuve ganas de cortar la carne, y luego pensé en lo que había hecho con los capullos.

Matar es un asunto muy serio para los cultivadores. Sabía que me había equivocado y que había actuado sin compasión. Hice daño a tantas pupas de abeja solo por las emociones por mi hijo. Las abejas también son vidas, y los cultivadores nunca deben matar.

Me picaban y dolían las manos, los brazos y el cuello, y rezumaba un líquido amarillo. No pude conciliar el sueño en toda la noche. Sin embargo, esta sensación incómoda desapareció en cuanto salí por la puerta para aclarar la verdad sobre Dafa, pero volvió a aparecer cuando regresé a casa.

Mi hijo encontró un médico y me pidió que lo viera. Le dije al médico: "Soy una cultivadora. Los médicos no pueden ayudarme. Solo puedo resolver este problema a través de la cultivación". Persistí en estudiar el Fa y hacer los ejercicios, y salí para aclarar la verdad. Seguí arrepintiéndome ante el Maestro. No fue hasta febrero de este año que pude dormir por la noche. Diría que estoy curada en dos terceras partes. Mis manos, brazos y cuello se recuperaron sin dejar ninguna cicatriz. Gracias Maestro. Recordaré esta lección.

Me estaban esperando

Una mañana salí con mi marido, como de costumbre, y me empezó a doler el estómago. Dos mujeres, con bebés en brazos, estaban charlando al borde del camino. Me acerqué a ellas y les pregunté dónde había un baño público. Parecían ser del campo. Eran cálidas y amables. Una de ellas me respondió: "Te llevaremos allí. Tardaremos entre 7 y 8 minutos".

Mientras caminábamos, dejó de dolerme el estómago. Les dije: "Han ido a la escuela, ¿no?".

Ellas respondieron: "Somos del campo y nunca fuimos a la escuela. Venimos a casa de nuestras hijas para cuidar de sus hijos. Solemos quemar incienso y rezar a Buda en nuestra aldea. Creemos que cuando la calamidad golpea, los Budas y las deidades vendrán a salvarnos. Anoche ambas tuvimos el mismo sueño. En él decía que la tribulación se acerca y que vendrá una persona para decirnos cómo evitarla. Parecía que alguien nos empujaba a salir esta mañana. Sacamos a los bebés sin alimentarlos. No sabemos dónde está esa persona".

Yo dije: "Yo soy esa persona que buscan. Aquí está el amuleto para proteger su vida. Recuerden las palabras que hay en ellos: 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'. El Maestro de Dafa vendrá a protegerles cuando vengan las tribulaciones, y estarán a salvo".

Sostuvieron el amuleto en sus manos con entusiasmo. "¡Hemos encontrado a esa persona!", exclamaron. "¡Hemos encontrado a esa persona! Tú eres la persona que buscábamos".

Mi marido y yo podemos sentir la benevolencia de Shifu hacia los practicantes y los seres conscientes todo el tiempo. Nos cultivaremos bien y ayudaremos a Shifu a salvar a más personas, para cumplir nuestra misión y volver a nuestros verdaderos hogares.